Los ojos de la Daruma
Por Fingolfin
1964 fue el año de Zatoichi, el único en el que se realizaron 4 películas, dos a cargo de Kazuo Ikehiro, una de Kenji Misumi, y la que hoy nos ocupa que trae de nuevo a la dirección de Kimiyoshi Yashuda (“Zatoichi, The Fugitive”). Un detalle curioso del retorno del director es que trajo de nuevo a Miwa Takada (Saki en el film) que en “Zatoichi the Fugitive” había tenido el papel de Onobu. Lo mas relevante en el terreno de los actores aparte de ella es Kichijiro Ueda, que participó en obras míticas de Kurosawa como “Throne of Blood”, “Hidden Fortrness” o “Seven Samurai”.
Para el comentario y la sinopsis he tenido que hacer memoria, ya que la vi hace bastante tiempo. Como en casi toda la serie, Zatoichi se ve involucrado en alguna importante refriega debido a la acción de otros. En esta ocasión es un hombre el que le encomienda la misión de llevar una carta a Osen, la camarera de una posada. Allí descubrirá la corrupción del gobernador aliado con los yakuza, y para variar, tendrá que usar su espada para hacer justicia.
Aparentemente estamos ante la misma sinopsis de todas las películas de la serie, pero no ante el mismo sistema de desarrollo. La principal novedad es que no crean la historia pensando en el nombre y la fama de Zatoichi, sino que su nombre aparece mucho mas tarde, cuando ya es prácticamente irrelevante. De esta forma se nos permite volver a disfrutar de un film al estilo de las dos o tres primeras, con un ciego desconocido al que todos subestiman desconociendo de quien se trata.
La acción y combates tienen lugar de noche (bastante bien hechos para que no haya problemas de visualización). El enemigo fuerte es Gounosuke, un extraño guardaespaldas del gobernador con una técnica y habilidad impresionante. Me resultó curioso que el ronin al que contrata Jinbei no llegue a tener valor en la trama, y que simplemente aparezca de vez en cuando.
Cuando Zatoichi encontró a su hermano y a su maestro (“The Tale of Zatoichi Continues” y “New Tale of Zatoichi” respectivamente), se dedicó el argumento entero a esos personajes. Aquí sin embargo el espadachín encuentra a su “muy posible padre” y no es más que un elemento secundario. En este aspecto tengo que elogiar a Yashuda, ya que al igual que en un libro de misterio, el personaje mas irrelevante y pasajero se convierte en algo mucho mas atractivo.
Una de las cosas simbólicas que siempre ganan mi aprecio es la daruma (Muñeca caricaturesca del monje Bodhidharma carente de brazos, piernas y ojos, que constituye actualmente uno de los amuletos más queridos por los japoneses) que una pareja de vendedores ambulantes regala a Zatoichi en la calle. A la daruma le faltan los ojos, y según dicen se le deben pintar cuando se cumpla el deseo que has pedido. Conforme avanza el film, Zatoichi y Saki apuestan un ojo de la muñeca cada uno, perdiendo ambos y dejándola ciega para siempre.
Como digo cada determinado numero de films, “The Adventures of Zatoichi” se convierte a mi parecer en la mejor de las 9 comentadas hasta ahora, por su naturalidad y calidad.
The Adventures of Zatoichi [9] (1964)
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1 comentario:
Pues sí, es una genial película de la serie, para mí hay alguna mejor, pero es muy buena, quizá el mayor problema, es como dice Fingolfin, que repite cosas que ya vimos en anteriores películas de la saga y el regusto de "esto ya lo he visto" no le da el punto redondo para ser realmente buena...
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