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Dragon Tiger Gate (2006)


Lazos fraternales
Por sinsangre

Aprovechando el buen sabor de boca que dejó en los aficionados al cine de acción y artes marciales la estupenda S.P:L. (Sha Po lang-2005), los artífices de la misma nos ofrecen una nueva colaboración para tratar de adaptar a pantalla grande el libro de cómics creado por Tony Wong-Luk Wong, de gran éxito por aquellas tierras. En esta ocasión consiguen una película entretenida, en muchos momentos espectacular, pero con demasiadas irregularidades como para alcanzar la altas cotas de su predecesora.

Con unas coreografías espectaculares, la película tiene un inicio muy prometedor que va lastrando el desarrollo de la misma y que termina por ser una muestra de lo que pudo haber sido una nueva referencia en el género y no lo fue. La maestría en la dirección de las secuencias de lucha, unidas a un acertado uso en la posición de cámara y una hermosa fotografía colorista consigue que caigas rendido a la originalidad de su puesta en escena (los breves plano-secuencia del restaurante encuadrados desde un punto de vista picado desde el techo son realmente maravillosos). Sin embargo, el desarrollo posterior nunca llega a alcanzar la espectacularidad inicial y el pobre argumento termina por dejar un sabor agridulce en nuestros labios que impide que hablemos de esta película como la nueva referencia del cine de artes marciales.

La Puerta del Dragon Tiger es una rigurosa escuela de artes marciales, con gran prestigio en la zona, a la que todo aprendiz de las técnicas milenarias desea aspirar para aprender sus virtudes ancestrales. Sin embargo, los miembros más jóvenes de la asociación, y herederos legítimos de la misma, Dragon y Tiger Wong deben separarse de manera fortuita, abandonando la escuela el hermano mayor, protector y amigo de Tiger. Años más tarde, en una cena con amigos del clan, cae en manos del joven. tras una pelea en defensa de una familia necesitada, la placa dorada de poder Louncha, cuyo poseedor tiene la facultad para llevar el control de las actividades delictivas de la zona, En un intento por recuperar la misma, Dragon, el guardaespaldas del clan mafioso regido por el jefe Ma Kwun (interesante homenaje a la añorada Shaw Brothers, dejando el papel para Chen Kuan-Tai), acude en busca del preciado artefacto, volviendo a encontrarse con su hermano menor y su pasado como miembro de la Puerta.

Protagonista absoluto de la cinta, Donnie Yen se rodea de jóvenes ídolos nacionales de la talla de Nicholas Tse o Shawn Tue, para una historia en la que la lealtad y la fraternidad se muestran complementarias y donde los principios éticos de los miembros de la asociación se mantienen imperturbables a pesar de los cambios circunstanciales en la vida de los protagonistas.

El mayor problema que arrastra todo el desarrollo de la película es la escasa profundidad argumental de la misma, con la presentación de unos personajes planos y tipificados que entran y salen en la película sin que uno sienta el menor interés por ellos y por sus motivaciones, deseando en todo momento que dejen de forzar las situaciones (los continuos flashbacks son pesados y reiterativos a algo que ya damos por hecho desde el inicio) y se dediquen a repartir golpes como inicialmente sugieren. Muchos de los integrantes de la misma desaparecen del mapa durante varios minutos terminando por olvidar su presencia en la trama (Turbo Sheck), otros tienen furtivas apariciones (novia de Dragon) que no consiguen tener peso específico en la historia y algunos aparecen de la nada para terminar por desconcertar al espectador.

Además, en un intento por abarcar diversos géneros cinematográficos, (acción, drama, épica fantástica) la película acaba de confundirte, hasta el punto de dejar un desenlace final huérfano y sin coherencia con lo mostrado hasta entonces. Se improvisa un toque fantástico, digno de cualquier videojuego al uso, que desvirtúa las habilidades coreográficas iniciales. En relación a ésto, la presencia del demoníaco enemigo de la historia, que surge de imprevisto para hacerse con el control de la puerta de Dragon Gate y de todo el devenir de la película, termina por aturdirte del todo, al no explicarse en ningún momento su justificación en la historia y la mitología que le rodea a todos aquellos neófitos del cómic en que se basa lo que contemplamos.

Teniendo todos los ingredientes para convertirse en una película de éxito, artes marciales efectivas, actores idolatrados, códigos de honores ancestrales y Donnie Yen, la película no consigue, artísticamente, el objetivo que se proponía, aunque sí el económico. De hecho, para éste año está prevista su secuela que esperemos supere los problemas que acarrea esta cinta.

En definitiva, irregular película, con momentos coreografiados realmente inspirados, que no terminará por convencer al seguidor del género que no conozca la historia en la que se basa la misma pero que supone un entretenimiento sensorial que, cuanto menos, merece un visionado tranquilo sin mayores pretensiones que las de pasar un buen rato.

Zatoichi in Desperation [24] (1972)


El mundo de Zatoichi
Por Fingolfin

Este film completa la evolución de Shintaro Katsu dentro de la historia del personaje. Comenzó como protagonista de las 15 primeras películas para convertirse a partir de ese momento también en productor de la saga. Con esta llegamos ya al punto culminante, con un Katsu protagonista-productor-director que no se conformó con seguir la línea habitual en la serie, sino que hizo otra apuesta arriesgada. Al igual que con “Zatoichi mets his Equal” creo que fue un intento fallido.

Zatoichi se cruza con una anciana en un puente. Después de entablar conversación con ella le ofrece dinero. Al tratar de cogerlo la mujer se cae del puente y muere ante la impotencia del espadachín. Las únicas pistas que tiene Zatoichi para compensar su error son las referentes a la hija que tiene trabajando como prostituta en un pueblo cercano. Lo que parece una labor relativamente fácil se complica con la entrada de unos yakuzas que buscan el precio de su cabeza.

El argumento es el más simple de toda la filmografía, con un encuentro y una conversación forzadas que conducen la película sin demasiado sentido. La entrada en juego de los yakuzas es más simple aún, buscando la fácil excusa de la recompensa por su cabeza.

La apuesta de este film está en el rodaje. Las tomas son enormemente oscuras, muy obstaculizadas por elementos que se cruzan en la trayectoria de la cámara. La imagen suele estar desenfocada y demasiado cerca de los personajes, haciendo primeros planos de piernas, espaldas, y otros lugares irrelevantes. En contraste con eso tenemos el sonido de las conversaciones; nuestra única guía de qué o quién está en escena y qué está pasando. En cierta manera Katsu pretendía meternos en el mundo del personaje que llevaba una década interpretando.

Las coreografías son con diferencia las peores de toda la serie. Zatoichi desenvaina por vez primera después de una hora de película, y lo hace con constantes cambios de cámara y planos muy cercanos que no permiten ver más que muertos. La única lucha donde tenemos cámara aceptable es enormemente rapida, siendo prácticamente un juego de sonido y cuerpos cayendo. Ni siquiera el gran duelo habitual de cada film puede disfrutarse, ya que su rival tiene tan poco desarrollo de personalidad como un extra y que el enfrentamiento se produce mucho antes del final.

Zatoichi llega a su momento más complicado de toda la saga, habiéndole sido machacadas las manos hasta el punto de que le dejan marchar pensando que nunca volvería a sostener una espada. Lo que se presenta emocionante acaba siendo decepcionante, ya que la única diferencia que eso conlleva en el duelo final es que se ata la espada a las manos y que se duele después de cada golpe.

Si bien tengo 3 películas que compiten por el puesto de “mejor de la filmografía Zatoichi”, en el otro extremo no veo ningún problema para situar a “Zatoichi in Desperation” como la peor.

Sopyonje (1993)


Un recorrido por la historia
Por Master of Hate

El pansori es uno de los patrimonios artísticos más importantes que tiene Corea; lo más parecido en occidente que nos puede servir para hacernos una idea de lo que en verdad se trata esta tradición es la “opera”, término que, desde ya enfatizo, lo uso estrictamente como un punto de comparación y nada más. No quiero mezclar culturas ni hablar de una versión coreana sobre algo occidental y es por eso que recomiendo a cualquier interesado hacer una pequeña investigación sobre el tema. El libro The Korean Singer of Tales de Pihl Marshall contiene información abundando al respecto haciendo un análisis histórico de los inicios del pansori hasta nuestros días. Así mismo, la cinta “Ogu” de Lee Yun-taek puede ser otro interesante documento audiovisual que estudia los principios de la tradición que se hallan en rituales como el “Kut”.

Volviendo con “Sopyonje“, se trata de un trabajo, que junto con, “Chunhyang” son las dos cintas mundialmente conocidas que han rescatado del olvido la esencia del arte del pansori. La importancia de esta obra recae en su carácter de histórica, educativa y artística, ya que de modo único detalla y explica que significa ser un cantante de pansori y cómo esto ha ido cambiando con el paso de los años. De todos modos, desde ya recomiendo a quienes no tienen interés alguno en una cinta costumbrista y que esperan un drama convencional, tengan mucho cuidado pues las virtudes de este filme son muy particulares, cosa que no necesariamente significa que será del agrado de todos.

La trama se centra en una familia de clase baja que durante los 50’s trata de sobrevivir con su arte en medio de una sociedad que se ve invadida por las influencias extranjeras, especialmente desde Japón y Estados Unidos. Un misterioso hombre se halla buscando a una mujer y parece consternado al enterarse de que dicha mujer ha quedado ciega y su paradero es incierto. En ese momento, el misterioso hombre va recordando algunas etapas de su vida, a la vez que se va revelando el parentesco que tiene con la mujer extraviada. “Sopyonje“ es una historia trágica, que trata sobre el cambio de los tiempos, la pérdida de las tradiciones, el amor por el arte y el cariño entre seres humanos.

La historia esta basada en una novela de Lee Cheong-joon y relata las vivencias de dos huérfanos que son recogidos por un cantante de pansori. Este hombre se propone inculcarles sus conocimientos y para ellos los obliga a renunciar a todo. Dong-ho no tarda en cansarse de las exigencias de su padre adoptivo, además le afecta el hecho de estar enamorado de Songhwa, a quien, pese a no tener un lazo familiar sanguíneo, tiene que llamar hermana por el hecho de haber crecido juntos. Finalmente, Dong-ho termina marchándose de la ciudad en buscando una vida mejor; en tanto que su hermana, Song-hwa, prefiere seguir junto a su padre. El tiempo pasa y Dong-ho decide regresar en busca de su hermana, quien ha quedado ciega y vaga sola desfogando su tristeza a través de su canto.

Por varios años, “Sopyonje“ tuvo el honor de ser la película coreana con mayor recaudación, lo importante de esto es que lo fue en un momento en el que el mercado aún no daba el paso mayúsculo hacia las grandes producciones, así mismo, se trata de obra con un componente cultural que la hace extremadamente “coreana.”

El director Im kwon-taek narra la historia en base a flashbacks, además incluye muchos cantos a lo largo del filme; esto le da mucha fuerza y ejemplifica en parte el proceso por el cual tiene que pasar un cantante de pansori. Por lo demás, la película tiene un toque muy especial y melancólico. Los mismos lugares de rodaje son espléndidos, mayormente áreas rurales.

“Sopyonge” es un gran documento cinematográfico que tiene un componente cultural único. Una película indispensable para quien además de las virtudes que nos ofrece el cine coreano contemporáneo, tiene interés de explorar un poco más allá.

Scared (2005)


Comienza la matanza
Por Squareta

Los chicos de segundo año de la universidad les darán la bienvenida a los de primero llevándolos a un viaje hacia lo profundo del bosque. Al llegar a dicho lugar, el guardia les prohíbe la entrada por razones de seguridad. Los chicos quedaron decepcionados y sin nada que hacer, hasta que aparece un misterioso hombre que les indica otro camino hacia el bosque. Ante el peligro de la idea, muchos estudiantes deciden irse, quedando en el lugar sólo los más valientes, quienes seguirán al hombre hasta el interior del bosque. Acaban de entrar a un lugar desconocido y más peligroso de lo que parece.

Mucho tiempo tuvo que pasar antes de poder ver esta cinta tailandesa dirigida por Pakphum Wonjinda, de la que había oído mucho pero que por más que buscaba no la conseguía. Finalmente la encontré y pude ver de buena forma esta película. Como se podría apreciar por la sinopsis, esta cinta no tiene más pretensiones que ser una película de terror adolescente. Aquí nos encontraremos con los típicos personajes, los responsables, los protagonistas (que casualmente siempre son los más lindos) y también los que se las dan de jefe, siempre molestando. Sus inicios se ven muy predecibles y casi molestos por lo mismo, pero de pronto aparece una situación inesperada: la película no era de thriller-terror como se podría pensar sino más bien era gore…bastante gore. De ahí en adelante ya poco importa los extraños cambios de ambiente, si el asesino es un espíritu o una persona de carne y hueso, resulta irrelevante el hecho de que los que se quedaron en el bosque eran en su mayoría mujeres indefensas y quizás lo más importante, cómo se les ocurrió hacerle caso a un misterioso hombre. Si se le mira como una película gore lo más importante son las muertes, las que cada vez eran más sangrientas.

Dentro del lado más técnico y empezando por las actuaciones la verdad es que no se les puede pedir mucho ya que el elenco está conformado por actores totalmente desconocidos. La falta de presupuesto se puede ver en el pobre guión y dirección pero por suerte, no se notaba en los efectos, ya que todos (salvo uno) eran muy efectivos. Los elementos gore están muy bien usados y si bien ocurrían en situaciones clichés, lo explícito que eran le daban muchos puntos a la cinta. El argumento es vacío pero llama la atención y funciona durante todo el film. Lo extraño es que justamente cuando le tratan de dar un sentido moralista a tanto derrame de sangre la situación se ve forzada y a mi parecer fue hasta innecesaria.

A la hora de hacer un recuento general sorprende que a pesar de todos los altibajos mencionados el resultado es una película más que aceptable, con un entretenimiento desechable pero entretenimiento al fin y al cabo. A mi me ha parecido un acierto dentro del cine de terror tailandés, del que últimamente había visto solo malas demostraciones.

Fanaa (2006)


Demasiadas pretensiones
Por Casandra

Dentro de la producción de Bollywood, “Fanaa” fue pensada para cumplir con todas las expectativas del gran público. El presupuesto debía asegurar una puesta en escena deslumbrante, así como también la presencia de grandes estrellas como Aamir Khan, Kajol y Tabu. Sin embargo, Kunal Kohli no logró crear una historia consistente en donde el ritmo se sostenga.

La película narra la historia de amor entre Zoonie (Kajol) y Rehan (Aamir Khan), en medio de un contexto de crisis política que conspira contra su unión. La construcción del film es esquemática: encontramos un preludio que adelanta el tema central del film, una primera parte que presenta el conflicto, una segunda parte que cierra el anterior nudo de acción y comienza con otro nuevo, y una coda cuyo objetivo es subrayar la posición ideológica del director.

El trasfondo de la historia de amor es el conflicto entre India y los grupos separatistas de Cachemira. El retrato del conflicto que intenta hacer Kunal Kohli utiliza un trazo demasiado grueso y tendencioso, y con ello se hace evidente el fin propagandístico que esconde “Fanaa”. La India ocupa el lugar de la belleza, la bondad y la justicia, mientras que sus oponentes sólo intentan destruirlos.

Estéticamente, “Fanaa” se asienta sobre dos temas clásicos del melodrama, como son la pareja imposible y la identidad en conflicto. El problema final del film es que estos temas que estructuran el relato pierden peso en el guión de Kunal Kohli, más preocupado por los golpes de efecto que por la coherencia. La primera parte parece una comedia romántica, mientras que la segunda trabaja con elementos del suspenso. La lectura desde el melodrama es la única posibilidad para articular estas 2 partes que parecen excluirse, aún a pesar de los excesos del director que inserta citas sin sentido a “The Matrix” y a la serie de James Bond. Por otro lado, cada una de estas partes trabaja con diferentes tonos, ritmos, y registros de actuación. La labor de los actores se ve perjudicada por la falta de coherencia general del film. Esto ocurre especialmente con el trabajo de Aamir Khan, cuya interpretación parece forzada, obligado a extremar su histrionismo para pasar del cálido Rehan de la primera parte al lóbrego personaje del segundo tramo. En Kajol en cambio esto no es tan evidente. Su presencia en pantalla es tan fuerte que supera a Khan. Además, su interpretación de Zoonie es más sutil, sin sobreactuar en ningún momento a pesar de la debilidad del guión.

En cuanto a los números musicales, tampoco logran integrarse con facilidad. La puesta en escena es de gran complejidad, con abundancia de elementos y un interesante trabajo de la fotografía y del color. Mientras en la primera parte (coincidiendo con la etapa feliz) se utilizan colores luminosos y fuertes, en la segunda predomina el uso del blanco y negro para vestir a los personajes y para marcar espacios oscuros y clausurados.

El resultado final del film es regular y un tanto decepcionante, teniendo en cuenta la presencia de dos grandes estrellas del cine de Bollywood como Kajol y Aamir Khan y las exaltadas repercusiones del estreno en la India y en el exterior.

Curiosity Kills the cat (2006)


Curiosidad casi satisfecha
Por sinsangre

Entre la lista de largometrajes preseleccionados por China para la candidatura al Oscar a la mejor película extranjera se encontraban dos valores seguros, The Banquet y Curse of the Golden Flower. A éstas obras de características comunes, ambas wuxias con coreografías frenéticas y una convincente y estudiada fotografía, se les añadió una pequeña sorpresa creada por un director casi novato (Yibai Zhang) con apenas dos producciones anteriores sin la repercusión mediática que atesoraban sus de compañeros de nominación.

La sorpresa es mayor cuando uno inicia su visionado. La impresión inicial es la misma que la que te surge cuando lees las tres candidatas. Es una obra menor, intrascendente y que sólo justifica su presencia entre las candidaturas en el apoyo de la academia en la búsqueda de un espaldarazo publicitario importante para la nueva hornada de directores chinos, ya alejados de sus predecesores revolucionarios de la quinta generación.

Pero esa sensación se va desvaneciendo conforme pasan los minutos de metraje. Al igual que la curiosa fotógrafa Momo, el espectador empieza a descubrir matices en la sucesión de fotogramas que componen esta película. En esta historia nada es lo que parece y cualquier prejuicio con el que uno parte a su visionado queda abandonado al comprobar la habilidad del director para desconcertar a los espectadores, elevando una convencional historia de amor y pasión obsesiva, encuadrada entre los rígidos muros del género, en una calculada crítica a la sociedad contemporánea disfrazada de thriller seudo-erótico (para el espectador poco acostumbrado a esos excesos en el país asiático).

Tampoco hay que llevarse a engaños. La jugada no termina por ser maestra. Interesante sí, arriesgada, en cierto modo también. Pero la claudicación ante la obra de Zhang Yimou (que finalmente no alcanzó nominación) da una idea de las carencias que lastra al vuelo de la película y que, seguramente, impedirá el aterrizaje en las salas comerciales del mundo occidental, reservando su espacio en festivales especializados carentes de productos más premiables entre sus nutridos catálogos.

En un moderno edificio de viviendas cercano al ríoYangzi se inaugura una salón de belleza regido por una enigmática peluquera, la señorita Lyin. Mientras tanto, la familia Zheng ve como una serie de actos vandálicos van acabando con la fragilidad de su matrimonio ante la pasiva mirada del ingenuo vigilante de seguridad. Lo que ninguno de ellos sabe es la afición que tiene la joven Momo a espiarlos a todos con la cámara de su teléfono móvil.

Arriesgada propuesta la del director, que tuvo que lidiar a la férrea censura de su país para conseguir el estreno de su creación en salas comerciales. En esta obra, con inocentes juegos eróticos poco vistos en aquellas latitudes, la verdadera provocación radica en mostrar la marcada diferencia existentes entre clases que pueblan las regiones sociales del lejano país. Nos insinúan con claridad la forma en la que la mayoría de clase obrera envidia el estatus de vida inalcanzable de los poderosos miembros de la alta sociedad empresarial china y como éstos ven en los desesperanzados trabajadores de la comunidad solo un instrumento para la consecución de sus oscuras ambiciones o para satisfacer sus necesidades menos cubiertas, cerrándoles las puertas en la cara cuando éstos intentan avanzar en la dirección envidiada.

Así no es de extrañar la fascinación por el dinero de unos y el vacío interior con el que intentan sobrevivir los otros. Porque en ésta película, los poderosos se limitan a sobrevivir, aferrándose a la única oportunidad que les queda para seguir sintiéndose parte del mundo que les rodea. Representativas las conversaciones triviales entre los miembros de la familia frente al espejo o de espaldas en la cama. O el marcado contraste entre la luminosidad del ático familiar que emite una etérea sombra en los bajos muros donde reposa la mano ambiciosa del vigilante que intenta acariciar un estatus imposible .

El director consigue llevar a buen puerto una obra con muchas papeletas para terminar por zozobrar. Varias historias independientes que consigue enlazar a base de oportunos flashbacks que muestran el variado punto de vista de los personajes que la integran. Lástima la sensación que deja de intentar acercarse a la inalcanzable maestría de Wong Kar Wai en su búsqueda de planos imposibles (perdonables por ser una recreación voyeurista de la vida en una comunidad de vecinos) o en el fallido toque erótico de la historia que termina por parecer incorporado a última hora por algunos productores ávidos de sensaciones fuertes. Asimismo, Yang Tau no es Crhistopher Doyle, aunque su iluminación colorista nos evoca al magistral australiano en muchos momentos inspirados de la película (incluso me atrevería a afirmar que el sofá de la peluquera está sacado de una película de Almodovar sobre el universo de Jack Skeleton).

Una lástima la falta de profundidad de los actores, con unos rígidos personajes que les impiden evolucionar como debieran. Quizás el caso peor aprovechado sea el del marido (Hu Jun), cuya expresividad inicial parca y seria se mantiene a lo largo de la obra a pesar de los matices de su papel en el conjunto de la película. El resto de los integrantes tampoco sobresale con notoriedad, aunque cumplen con su cometido sin que la narración se resquebraje por completo. Por desgracia, el papel de la fotógrafa (Lim Yuan) pudo haber dado mucho más de sí y queda relegado a una simple representante de los espectadores en la película.

En definitiva, buena opción para descubrir el proceso de adaptación del cine chino a la nueva hornada de cineastas orientales (Corea y Tailandia al frente) que han dejado la etiqueta de revolucionarios en busca de un hueco en el mercado creciente de la ambiciosa producción nacional del país asiático y que aporta un granito de riesgo en su propuesta, mostrando la marcada diferencia de clases que mantiene aun entre sus murallas.

The Banquet (2006)


La magia del teatro
Por Fingolfin

Una de las grandes esperadas de este año, no solo por los amantes del wu xia sino por los amantes al cine en general. Al servicio de Feng Xaogang se pone un cartel con algunos de los actores mas famosos de China: lease Zhang Ziyi (“The Road Home, “Hero”), Daniel Wu (“House of Fury”, “New Police Story”), Youn Ge (“Farewel my Concubine”) y Jinwu Ma (“Seven Swords”).

Como viene siendo costumbre últimamente las opiniones de la crítica se han situado en extremos opuestos, catalogándola unos como aburrida y otros como exquisita. Es un caso similar al que se produjo con “Duelist” no hace mucho tiempo. Este tipo de películas suelen recibir quejas sobre la calidad argumental, afirmando sus detractores que esconden la mediocridad del guión bajo una apariencia espectacular.

La historia en principio está basada en la obra de Shakespeare “Hamlet”. Solo con esa premisa lo primero que suponemos es el final. Una combinación del gran dramaturgo inglés y las costumbres del wu xia dejan más que claro cual será el desenlace aún sin conocer la historia en la que está basada. En este punto radica quizás uno de sus más grandes defectos, que es la falta de interés por la trama. Es cierto; se nos presenta una historia con la que no llegamos a implicarnos en ningún momento y que simplemente observamos embelesados ante la belleza de las imágenes.

Normalmente para que una adaptación de la literatura guste a un espectador debemos estar hablando de un trabajo magnifico. Algo que consiguió Kurosawa por ejemplo con “Throne of Blood” (“Macbeth”) y “Ran” (“King Lear”). Pero está claro que Feng Xaogang no es el emperador del cine, por lo que su trabajo es prácticamente una selección de momentos del libro, copiando la historia e introduciendo las modificaciones según los intereses del planteamiento que ha querido darle.

En comparación con la obra los papeles son muy similares y las licencias que se ha tomado el director son prácticamente mínimas. Tenemos al príncipe Wu Luan en el lugar que le corresponde a Hamlet. Tanto rey como reina se ven representados por emperador y emperatriz. La única variación importante es la sustitución de Polonio (chambelán del reino) por el ministro, conservando intacto el amor de su hija por el príncipe y el papel de su hijo.

Después de comentar las falencias argumentales, quiero llegar a la parte que me gusta. La que compensa todo lo anterior y personalmente la sitúa como una de mis películas favoritas de este año. La estética.

Los escenarios son sublimes. Desde el fantástico teatro donde se desenvainan las primeras espadas, hasta los interiores del palacio donde se desarrolla casi todo el metraje.
El vestuario es igualmente excelente, destacando sobretodo dos elementos que imperan en el film. El primero es el hecho de que todos los personajes “insignificantes” llevan máscaras. La impresión que da es la de no distraer al espectador y transformar a personas vivas en parte del decorado, centrando nuestra atención solo en los 5 o 6 protagonistas. El segundo elemento a destacar es el juego de colores blanco-negro, ejemplificado en actores-soldados. Es un hecho muy marcado que diferencia lo que podríamos llamar “los buenos” de “los malos”, haciendo más impactante la sangre en las túnicas blancas.

La dirección artística y coreografías es el punto fuerte de “The Banquet”, dejando boquiabiertos en más de una escena a los más aficionados a la magia del wu xia. Acercando hasta el límite el cine y el teatro, utilizando las cuerdas de manera excepcional, ralentizando la imagen en fotogramas para enmarcar, y combinándose con una música lenta de tambor capaz de controlar las pulsaciones del espectador.

Normalmente sería en este punto donde tocaría hablar de acción. Sin embargo prácticamente no la hay y la que aparece ha sido muy criticada. ¿Por qué los actores siguen actuando mientras les matan? Porque tienen que morir de igual manera. Cuando alguien va al teatro no le preocupa si la gente se mata de forma real o surrealista, lo que le importa es que sea hermosa a la vista y eso es lo que se hace en esta película. El resto de combates (que son 2) tiene demasiados cortes de cámara, escasa duración y poca continuidad. Ya que lo considero un elemento secundario, esta vez no es tan importante para mi valoración global.

Echando un cable a los que todavía estén buscando explicación al curioso final…Si algo he intentado dejar claro es que hay un grupo de protagonistas muy concreto. Vayan descartándolos según se produzca el desenlace y fíjense en el hecho de que los cortesanos abandonan la sala con total indiferencia.

En conclusión. “The Banquet” es una obra que lleva ese “preciosismo visual” del wu xia hasta el límite, olvidando quizás acercar el argumento a la mente del espectador y basando todo su poderío en la imagen. Gustará con toda seguridad a aquellos amantes de la estética y el teatro. Para el resto sería mejor dejarla pasar o verla por curiosidad.

Skeletons in the Closet [Shim’s Family] (2007)


Inconsistencia por las cuatro esquinas
Por Master of Hate

Estamos ante la nueva película de Jeong Yoon-chul, director de la aclamada “Marathon”, que regresa con una cinta que poco o nada tiene que ver con su primer trabajo. Ciertamente sorprenderá a más de uno el hecho de que Yoon-chul haya optado por seguir una ruta totalmente distinta a la de su opera prima, pero quizás sus interés estaba precisamente en no aferrarse a lo que había conseguido anteriormente. La nueva dirección que vemos ahora es una dispareja mezcla de varios géneros sin un objetivo claro.

La trama explora los conflictos cotidianos de cada uno de los miembros de la familia Shim. Tanto individual como colectivamente esta familia se halla muy desintegrada, con unos padres hartos de su vida, unos hijos sufriendo típicas rabietas de la adolescencia y una tía que no ha conseguido hacer su propia vida y vive en la misma casa. La situación de todos no parece encaminarse a una solución razonable, aunque se distinguen pequeños cambios a lo largo del filme.

El estilo narrativo de la película es acertado, y en cierta medida puede tornarse interesante si se ve como un típico drama familiar. Pero dejando esto de lado, las cosas no lucen atractivas y la historia se limita a retratar tímidamente la vida de los protagonistas sin agregar elementos adicionales. Así mismo, Yoon-chul evade constantemente los prolongados lapsos de dramatismo e incluye inconsistentes secuencias de humor

Este deslucido estilo de presentar la cinta hacer que a medida que transcurran los minutos el argumento se vuelva pesado y redundante con la inevitable consecuencia de caer en el aburrimiento. Los diálogos parecieran estar muy desconectados y a la vez tratan de abordar demasiados tópicos. Pese a todos estos puntos desfavorables, se nota la intención del director de querer hacer una película personal; de hecho, no sería extraño que muchas de las cosas que se le puedan reprochar a esta cinta hayan sido incluidas con premeditación.

No tengo problemas en aceptar mi sorpresa y hasta una leve decepción con esta película, que si bien goza de algunas virtudes, en su mayoría son chispazos de creatividad ocultos en una trama desconcertante, y por momentos, incluso aburrida. En vez de recomendarla, me limito a proponer un nuevo visionado de “Maratón”.

Tange Sazen: The Pot Worth a Million Ryo (1935)


La búsqueda
Por Fingolfin

De todas las películas que incluyen en su título a Tange Sazen, creo que esta es la segunda que no pertenece al cine mudo. Dirigida por Sadao Yamanaka, lo primero que nos sorprende es la fecha de la que data. Sinceramente no he visto ninguna diferencia importante entre este film y otros con los que guarda distancias de hasta 40 años. Dicho esto, ya de partida es necesario darle mi más sincero reconocimiento.

Se habla de una vieja vasija con aspecto pobre que contiene un mapa indicando el lugar donde se oculta el tesoro de un millón de ryo. Desconocedor de este secreto, el hijo mayor de los Yagyu la regala a su hermano menor, creyéndola una baratija, y este a su vez la vende a unos chatarreros. Una serie de casualidades llevarán la vasija a manos de Yasu, un chico pequeño cuyo padre ha sido asesinado. Será Tange Sazen quien le de asilo en su casa, donde cuidará de él.

Al igual de tantas otras de las que he hablado, tiene un aire desenfadado que en ocasiones le da el aspecto de un cuento. El argumento se mueve entre coincidencias y situaciones desafortunadas consiguiendo la diversion y el entretenimiento del espectador. La transición de escena se suele utilizar como elemento cómico, ya que se muestra un personaje afirmando algo, y en el siguiente corte haciendo lo contrario a lo dicho.

La historia carece por completo de acción, y su único momento es en el dojo del menor de los Yagyu, donde Tange Sazen entra buscando dinero. En esa ocasión las luchas son rápidas, fáciles, y con espadas de madera, manteniendo un buen nivel en todos los movimientos.

Hablar del protagonismo de Sazen sería hacerlo más de la cuenta. Hay un gran número de personajes en el film que tienen mucho desarrollo y minutos de pantalla. Valoramos como curioso el detalle de que el mayor de los Yagyu no vuelve a aparecer en toda la película a pesar de haber sido el desencadenante de la historia, y el que Tange Sazen no se perfila como alguien importante hasta el ecuador del metraje. En ese papel nos ofrece una gran actuación Denjirô Ôkôchi, que pese a pertenecer a una época bastante antigua, aparece por ejemplo en famosas películas como “They Who Step on the Tiger´s Tail”, y las dos “Judo Saga” de Akira Kurosawa.

Para acabar, una mención muy especial a la música. Tiene una calidad estupenda, de las que te hacen repetir un par de veces la escena de créditos iniciales. Su único aspecto negativo es que en algunas partes se come los diálogos.

“La vasija de un millón de ryo” (título en español) es la película más antigua que he visto jamás, y el resultado ha estado por encima de mis mejores espectativas. Una película estupenda, con una técnica narrativa envidiable. Must see.

Hell (2005)


Cada uno paga por sus actos
Por Squareta

Durante un viaje en automóvil, un grupo de personas colisiona con otro vehículo, en un terrible accidente. Al bajarse del automóvil, se encontrarán en otro lugar, uno mucho más hostil. Han llegado al infierno y deberán pagar todo lo que han pecado.

Esta película tailandesa fue estrenada el 2005 bajo la dirección de Tanit Jitnukul (el mismo director de “Art of the Devil”) y de Sathit Praditsarn.

También conocida como “Narok”, este film de fantasía nos muestra un mundo lleno de atrocidades. Durante todo su transcurso, los protagonistas deberán buscar una salida, defendiéndose contra los demonios y contra las fantasías productos de sus pecados.

El terror no se presenta mucho, pero lo que no falta son las escenas de torturas y llenas de sangre. Si a esto le agregamos los malos efectos especiales y las aún peores actuaciones, podríamos compararla con las típicas películas de horror de series B. El infierno se muestra de forma atípica y los demonios que aquí aparecen son semejantes a los vikingos, horribles, sanguinarios y que hablan en otro lenguaje. Ellos se encargan de hacer sufrir y de eliminar a todos sus visitantes.

Pero la película no es solo matanza. Los consejos morales también están presentes, asi como los personajes y las situaciones clichés: líos amorosos, problemas familiares, etc. Tanto los buenos como los malos serán juzgados como se les debe, mostrándonos los castigos que les ocurren a los que actuaron mal en vida. Aunque la verdad me sorprendería que alguien empezara a ser mejor persona después de ver esta cinta.

Haciendo una mirada global, hay que decir que Hell no da miedo, por el contrario, a veces llega a dar risa. Si te lo tomas de ese modo, podrías divertirte durante una hora y media. Asi que ya sabes, no te esperes algo serio, Hell es solamente un producto de entretención.

Crazy Stone (2006)


Sorpresivo debut
Por Sinsangre

El sentido del humor posee un importante componente cultural, propio de cada región, capaz de transformar en aburridas e incomprensibles las situaciones cómicas que funcionan a la perfección en los lugares donde se originan las mismas. Esta particularidad limita el disfrute de ciertos gags humorísticos a los espectadores que se enfrentan por primera vez al tipo de gracias diferente al que acostumbran a ver y que funcionan sin problemas dentro de un contexto determinado. Eso hace que las acciones surrealistas de los Monthy Payton, las sandeces de Adam Sandler o la caspa y escatología de Santiago Segura y su alter ego Torrente, pasen desapercibidos para los curiosos que se sientan frente a la pantalla en espera de corroborar el éxito de taquilla que la película que están viendo tuvo en su país de origen.

Este es el caso de Crazy Stone, “ópera prima” del director chino Ning Hao (29a), uno de los miembros del grupo apadrinado por Andy Lau, denominado en su conjunto “Focus first Cut” (siete directores noveles de varias regiones chinas que graban en alta definición). La película lideró la clasificación de las películas más vistas en el país asiático en el primer semestre del año 2006, además de conseguir meterse entre las finalistas a los Golden Horse taiwaneses en la categoría de mejor película, director, guión y montaje, lo que encumbró a su director como uno de los jóvenes nuevos referentes de la cinematografía en China.

Con esas premisas, uno comienza a ver la película y al poco tiempo, de una forma incontrolable, comienza a moverse en su asiento y a mirar con relativa frecuencia la hora en el reloj, sin llegar a entender del todo si lo que pasa por la cabeza del espectador oriental es una reacción habitual o si, por el contrario, son los restos de un régimen comunista que ha mantenido hibernada la mentalidad de los mismos en un periodo donde la alegría y la despreocupación emergían como única alternativa al desasosiego reinante. Una suerte de feliz infancia prolongada en el tiempo.

Sin embargo, para mi sorpresa y alegría, hay algo en esta película que funciona. La historia no se caracteriza por ser novedosa. Es más, vuelve a ser lo mismo de siempre, con pequeñas variaciones. Pero en ésta ocasión su atractivo radica en la forma de contarla. Si olvidamos todas los gags presentados para la galería y que poca gracia ejercen en el espectador occidental, la historia comienza a crear, lentamente y cuando nuestras defensas ya se han relajado, situaciones que acarrean en un momento dado más de una sonrisa cómplice en los espectadores.

Durante las obras de derribo de una fábrica, uno de los operarios descubre una piedra de jade de notable pero insuficiente valor como para salvar de las deudas a los propietarios del terreno. Las mafias andan especulando con el solar para construir edificios más rentables que incrementen sus ingresos y no están dispuestas a permitir cambios en sus planes. Para evitar el desahucio , los dueños del solar intentarán crearán una exposición alrededor de la joya y así aumentar el interés de los posibles compradores y evitar el derribo completo del inmueble. La presencia de la joya despertará el interés de muchos que ven en ella una salida fácil a sus problemas.

Tarea difícil para un director novel la de llevar a buen puerto una historia tan coral sin terminar por caer en la pura confusión. Los numerosos actores se muestran predispuestos a lo que diga el realizador, aceptando su presencia en la compleja historia sin que ninguno ejerza como motor principal de la historia. Si acaso, Guo Tao como policía encargado de la vigilancia de la joya emerge sobre los demás en un papel sin grandes complicaciones, pero sería a todas luces injusto olvidar al resto del generoso reparto. Aquí el auténtico protagonista es el director de la historia. Ning Hao consigue gracias a un montaje peculiar, obra de Du Yuan, dar sentido a un puzzle que hace de las confusiones, las coincidencias y los malos entendidos entre los personajes su mejor y más firme baza. La presencia de un reparto tan amplio, con diferentes historias entremezcladas alrededor de la joya, no se hace en ningún momento confusa salvo las limitaciones que ejerce en el espectador occidental los homónimos (a nuestro oído) nombres de los personajes. Uno sabe en todo momento que papel juega cada uno en la historia y, en ciertos momentos, se identifica con la mala suerte de unos, la pillería de otros o la ambigüedad moral de todos. El guión de esta película, de Cheng Zhang y el propio director, no da para mucho y muchas de las secuencias son un puro collage de otras míticas de grandes clásicos del humor. Pero está bien hilvanado y su visión resulta amena y digna de elogio para los tiempos que corren. Algunas lagunas impiden que sea perfecto, como la explicación de la procedencia de la joya o los motivos que incitan a los protagonistas a comportarse como tal, pero aun así la historia se disfruta con poco esfuerzo.

A todo ello ayuda un estilo visual peculiar y frenético, donde las secuencias visualizadas desde diferentes puntos de vista y el uso y abuso de la pantalla dividida ornamentan el conjunto haciéndolo más atractivo a los ojos del espectador. Un montaje variado, similar a los usados en los vídeos musicales de actualidad, y que facilitaría la distribución internacional de la obra, si no fuera por los cortos de mente que son los encargados de velar por “nuestros” intereses cinematográficos.

En definitiva, una película entretenida por momentos, con un particular sentido del ritmo y un cuidado guión que consigue que la veas sin que suponga un arduo esfuerzo por parte del espectador y que, de no ser por ese humor tan peculiar de los realizadores del país asiático, podía haberse convertido en un estupendo rompe taquillas para el difícil mercado lejos del continente oriental.

Being Cyrus (2005)


Oscuro juego de ajedrez
Por Casandra

“Being Cyrus” es una extraña película dentro de lo que estamos habituados a ver en Bollywood. Nada de danzas, canciones, ni brillos. Filmada íntegramente en inglés, esta película es la ópera prima del director Homi Adajania.

En el comienzo, Cyrus (Saif Ali Khan) asume la voz narrativa para contarnos la historia de una familia parsi, los Sethna. A partir de su llegada a la casa del artista plástico y su mujer, las acciones de Cyrus se convierten en un misterio para el espectador. Cyrus será el extraño que, con su aparición, transforma las vidas de todos los miembros de la familia.

El recurso de la voz en off de Cyrus es utilizado para sugerir el carácter de los vínculos entre los miembros de la familia, mientras en cuadro se presenta un sumario de ciertos momentos importantes en la vida de los Sethna.
La construcción de la puesta en escena realizada por el director Homi Adajania es impecable. Adajania crea espacios pequeños, decadentes y poco iluminados, que se alejan del cliché de muchas películas de Bollywood, donde los espacios son bellos y coloridos.

El guión de Kersy Khambatta y Homi Adajania construye lentamente una historia de suspenso bajo la aparente inacción de sus personajes. En especial, Cyrus, es un enigma. El espectador no llega a unir todas las piezas del rompecabezas hasta el final, y aún entonces es sorprendido. Los recursos técnicos y estéticos a los que el director apela para desarrollar la trama aparecen bien amalgamados, de modo que los efectos visuales y sonoros son funcionales en la trama. Una pista importante es la que ofrece el título de la película, que establece un vínculo intertextual con el film de Spike Jonze “Being John Malkovich”.

El nivel de las actuaciones es muy bueno. Naseeruddin Shah interpreta con solvencia al artista en decadencia, mientras que Saif Ali Khan demuestra su versatilidad en un rol impensado para un actor más conocido por sus papeles en comedias.

El resultado de la gran apuesta que significó esta ópera prima para Homi Adajania es más que interesante, dado que ha establecido una mirada propia dentro de un cine altamente estandarizado como es el cine de Bollywood.

My Son (2007)


“Un día” no es suficiente
Por Master of Hate

Los primeros trabajos de Jang jin despertaron mucho interés en los amantes del cine coreano que vieron en su opera prima “Guns and Talks” un film original, inteligente y llamativo. Luego vino, lo que hasta ahora muchos consideran su mejor película “Someone Special.” Por otro lado “The Big Scene” y “Righteous Ties” no llenaron todas las expectativas, aunque era evidente que el estilo de este director daba lugar a muchas sorpresas con un cine lleno de experimentación y variantes narrativas. Con su nueva película “My Son” (Aka “Day”), Jang reafirma el interés que tiene por moverse continuamente y explorar otras alternativas. El resultado nuevamente no logra satisfacer y se pierde entre la experimentación y un argumento lineal.

Cha Seung-won interpreta a Lee Gang-sik un convicto que luego de 15 años en prisión consigue la aprobación de las autoridades para salir un día y ver a su único hijo, Lee Jun-suk (Ryu Deok-hwan). Su arrepentimiento es obvio, así como su interés por acercarse al chico, de quien casi no recuerda nada, pues apenas tenía 3 años cuando se separó de él. El encuentro es muy frío, pero poco a poco, ambos se acercan e intentan que ese día les brinde la oportunidad de compartir algo de sus vidas.

La narración toma dos caminos obvios, presentando la visión tanto de padre como de hijo sobre la particular situación por la que ambos están pasando. La mayor parte de la cinta no se construye en base a diálogos sino con breves reflexiones personales en las que ambos personajes desvelan detalles del pasado y sus intenciones.

Por el modo en el que el director arma esta película, gran parte del dramatismo se evita lo cual a su vez, limita el desarrollo de los personajes. Pero finalmente este inusual modo de abordar la trama se justifica con un giro sorpresivo en la historia en sus tramos finales; aún así, y aunque desde un principio esta haya sido la intención del director, no ayuda en mucho a sentirse convencido de este filme tenga realmente algo que ofrecer. Como siempre, no todo es negativo y lo qué mas se puede rescatar es la actuación de Cha Seung-won quien por momentos llena parcialmente los evidentes vacíos de la cinta.

Finalmente, no creo que estemos ante una película para recomendar, salvo a los fieles seguidores del señor Jang jin. De todas maneras, esperemos que siga experimentando con mejores resultados, pero también esperemos que deje de un lado el hermetismo que ha mostrado en esta historia.

Zatoichi at Large [23] (1972)


La entrega
Por Fingolfin

Tercera y última dirección de Kazuo Mori en la saga Zatoichi, y además la última película de su filmografía personal. Después de las espectaculares reuniones de casting en los 2 o 3 últimos films, nos quedamos solo con Katsu y Rentaro Mikumi como actores de renombre.

Zatoichi asiste a una mujer durante su parto improvisado cuando acaba de ser atacada. Ella muere y el espadachin queda a cargo de entregar al bebé a su padre. Su llegada al poblado coincide con la de una banda de yakuzas dispuestos a hacerse con el control comercial de la zona, comenzando a sembrar el temor entre los habitantes. Sus objetivos y los de Zatoichi chocarán frontalmente dando paso a la acción.

En los primeros 5-10 minutos tenemos una extraña música bastante moderna que da la impresión de estar ofreciendonos un video musical durante la habitual presentación. Posteriormente se convertirá en la banda sonora de la película hasta casi el final, con no muy buen resultado. A falta de 20 minutos tomará el relevo una pieza mucho más acertada y de gran calidad.

No solo la música llama la atención en el comienzo, sino que una serie de pequeños detalles nos llevan a tener una visión bastante negativa de lo que pueda suceder. Entre ellos están los terribles recuerdos de “Fight, Zatoichi, Fight”, cuando nuestro protagonista intentaba dar el pecho a un bebé; y el temor a que la trama pudiera ser una copia de “Zatoichi Challenged”. En cualquier caso pronto todo vuelve a la calma cuando el bebé deja de estar a su cuidado.

El argumento de la película no es demasiado bueno, pero a pesar de ello tiene algunos grandes momentos que la hacen entretenida, aunque sea de forma muy intermitente. La escena de los dados mantiene originalidad, y eso sigue siendo apreciado por el espectador. En cambio tenemos otra “repetición”, ya que a Zatoichi le tocará recibir unos cuantos golpes por el dilema moral que le plantea la presencia de un niño en su combate (ya pasó lo mismo en “Zatoichi´s Vengeance).

Las coreografias son rápidas pero poco vistosas, en su mayoría rodadas en la oscuridad, con demasiada gente, y muchos objetos que entorpecen la perspectiva de la cámara. Llega a haber 10 o 15 segundos en los que no se ve absolutamente nada.

“Zatoichi at Large” refleja el nivel de calidad medio de la serie, perfilandose como una buena opción para entretenerse y pasar un buen rato. Que nadie pierda de vista la pantalla hasta el mismísimo último segundo, por que vendrá el mejor momento del film.

Summer Time Machine Blues (2005)


Una comedia, ¿en futuro o pasado?
Por Conri

En este caso estamos frente a una comedia japonesa con un poco de humor fácil y chistes sencillos pero efectivos. Una de esas comedias especiales para pasar el rato y entretenerse con amigos. Para ir entrando un poco en tema, es la historia de un grupo de chicos fanáticos de la sci-fi. Tan fanáticos que ya olvidaron su verdadero fanatismo.

Eran los típicos fracasados que no se dan cuenta que lo son, y cuyos intentos frustrados por intentar aprender a jugar baseball lo deja claramente demostrado. A los pobres chicos les habían dado un aula muy pequeña donde poder reunirse e intercambiar opiniones y demás sobre este supuesto fanatismo, pero el calor era realmente insoportable. Todo venia de maravillas gracias a su bendito aire acondicionado que los mantenía frescos. Pero llego el día catastrófico, el aire estaba apagado y un vaso de coca cola se derrama sobre su control remoto, dejándolo sin funcionar.

Los intentos por intentar arreglar el control fueron en vano, pero un día como por arte de magia una extraña maquina aparece en aquel cuarto. Todos quedan anonadados tras ver aquel aparato. Era una supuesta máquina del tiempo; aquel único aparato que podría llegar a salvarlos del calor agobiante. Lo único que había que hacer era subirse a la maquina, volver atrás, agarrar el control y volver al futuro.
¿Ustedes creen que todo es tan fácil como se lo acabo de contar? Todo cambiara para ellos desde esa tarde.

Película dirigida por Katsuyuki Motohiro, muy entretenida, con momentos muy graciosos y actuaciones que no son buenísimas pero tampoco pésimas. Creo que cada personaje esta muy bien armado y se diferencian muy bien del otro, no es como en algunas películas donde son varios los protagonistas y los personajes no se diferencian en actitudes. La música esta bastante bien y me ha gustado mucho.

Hay varias historias que se cruzan en la película y la hacen realmente mas interesante. Aunque no parezca de importancia, presten mucha atención los primeros 15 minutos del film, que gracias a eso luego van a poder ir armando la historia e interpretando con las primeras imágenes que aparecen cortadas y concluidas mediante fundidos negros, que te dejarán pensando qué pasará. Se la recomiendo a aquellas personas que quieren pasar un buen rato y ver algo realmente entretenido.

L´ilya (2000)


El suicidio como un arte
Por Fingolfin

“L´ilya” es la primera obra de Tomoya Sato y de todos los actores implicados. La explicación del título es de origen francés, de la expresión “il y a” que significa “hay”. Con esa premisa podemos concluir que el título vendría a significar “lo que hay”, “lo que es”…”la existencia”.

Desde siempre me han gustado los cortometrajes. Suele ser la oportunidad de cualquier director, famoso o no, para demostrar cuanto puede mostrarte o cuanto puede hacerte pensar en 20 minutos. En este caso estamos ante un “mediometraje”. Son 40 minutos con condiciones muy similares pero que te permiten sentarte un rato más largo a disfrutar delante de la pantalla.

Ilya es una joven dedicada a grabar con su cámara suicidios reales, entrevistando a estas personas en los momentos previos a su muerte, conociendo sus razones y tratando de comprender la desesperación que les ha llevado a esa situación. El material que obtiene lo edita con su ordenador añadiendo efectos, música y cambiando el colorido para exhibirlos posteriormente en una discoteca local para jóvenes.

Desde el principio lo que me llamó la atención fue la sinopsis, y es que algo así no se encuentra todos los días. El suicidio siempre me ha causado enorme curiosidad y desconocimiento. Se supone que es una manera de actuar relacionada con la soledad y la determinación de abandonar el mundo por propia voluntad. Los momentos previos a la muerte y las últimas palabras del individuo es algo que rara vez llega a conocer nadie, pero aquí está Ilya con su cámara y su sangre fría para no dejar escapar ni el más mínimo detalle.

Es de admirar la sutileza de cualquier director para ofrecer escenas impactantes sin tener que recurrir a cabezas cortadas, gore o festivales de sangre. Con un estilo puramente psicológico se nos presentan dos o tres situaciones en las que llegamos a preguntarnos: “Dios mío, ¿qué es esto?”.

No se puede escapar cierta crítica a la sociedad actual. Los jóvenes contemplan con indiferencia las inquietantes imágenes de los videos o incluso les dan la espalda y ríen con sus amigos. Quizás la televisión nos haya acostumbrado tanto a ver muertos y brutalidades que ahora seamos inmunes a todo lo que no podemos palpar.

Fuera de las ideas principales claramente identificables, siempre se da la posibilidad a los espectadores para sacar sus propias conjeturas o hipótesis sobre el resultado final del film. Yo tengo la mía basada en un par de escenas que me parecen bastante determinantes, pero me la guardaré por aquello de no desvelar la trama o quitar la oportunidad de que cada uno deje volar la imaginación.

No es una obra maestra, no es algo inolvidable, pero si es algo que merecerá la pena ver para un rato de reflexión y análisis. Como pasa con este tipo de films, lo bonito es poder repetir la experiencia una y otra vez gracias a su brevedad. Como ultima recomendación, no quiten la película hasta el mismísimo final, porque mezcladas con los créditos aparecen una serie de duras imágenes de todos los suicidios con la ficha de archivo de cada uno de los personajes.

Dorm (2006)


El valor de la amistad
Por Squareta

Dirigida por Songyos Sugmakanan (uno de los directores de My Girl), este film tailandés nos narra una historia de drama con pequeñas dosis de terror. Chatree es un muchacho que ha sido enviado a una escuela fuera de la cuidad. Se quedará a vivir en el internado de esa escuela, donde comenzará una nueva etapa de su vida, entablando nuevas amistades y viviendo nuevas experiencias.

A pesar de que se promocionó como una cinta de terror y si bien el ambiente oscuro y la presencia de elementos sobrenaturales son fundamentales, Dorm es una cinta predominantemente dramática. Con esta consideración, el visionado tendrá mucho mejor resultado. Durante su transcurso podemos ver cómo Chatree ha sido obligado a ser independiente. No sólo deberá enfrentar sus miedos, producto de las historias de fantasmas y de las apariciones de un par de ellos, sino que además deberá hacerlo solo, pues sus padres y amigos están muy lejos. Pero por suerte un nuevo amigo aparecerá en el camino.

El argumento es muy interesante y el desarrollo del mismo mantiene el nivel durante toda la cinta. Visualmente resulta igual de atractiva. Tanto la fotografía como los juegos de colores son de primer nivel, y gracias a esos elementos se logra la espeluznante atmósfera del internado. La banda sonora tampoco se queda atrás ni menos las actuaciones, destacando la del pequeño Charlie Trairat en el papel principal. Durante el transcurso del film irán apareciendo flash-backs que nos ayudan a interpretar los hechos actuales, pero por suerte la cinta no se desvía en la trama. Nos cuenta una historia sencilla, en la que prevalece el presente.

Dorm ha recibido excelentes críticas tras su paso por festivales y ha sido ganadora de numerosos premios nacionales, los que incluyen mejor película, mejor dirección y mejor actuación.

Con todo esto, Dorm se presenta como una propuesta interesante, con un nivel superior a las cintas del género terror-drama y que resulta altamente recomendable para los amantes de este tipo de películas.

Curse of the Golden Flower (2006)


Dorada maravilla
Por Sinsangre

Las últimas obras del director chino Zhang Yimou se me antojan ahora unos simples esbozos en los que se ponían las bases para hacer Curse of The Golden Flower (La maldición de la flor dorada). En la primera de ellas, Hero, la experimentación sobre lo que podía dar de sí el género de los caballeros de las artes marciales (wuxia), con coreografías milimétricas y un uso apropiado del ritmo y la cámara. En su segunda película del género, La casa de las dagas voladoras, con la presentación de unos personajes más desarrollados que hacían uso de sus habilidades especiales para intentar complacer sus pasiones desbordadas. Es ahora, tras el primer, y seguro no último, visionado de su nueva obra cuando uno se asombra de la maestría del director a la hora de ensamblar sus “precuelas” en una obra, a todas luces, impresionante.

Basada en una de las grandes piezas clásicas del país asiático, y del resto del mundo, del siglo XX, “Thunderstorm” de Cao Yu, nos narra de manera ejemplar como la codicia, las ansias de poder y la envidia son capaces de destruir los cimientos más fuertes en el seno de cualquier familia, independientemente de la clase social a la que pertenezca (en la historia original son ricos industriales). Del mismo modo, la fuerza y determinación en la toma de decisiones provenientes del corazón, o las visceras más en concreto, hacen que la sustancia gris quede relegada a simple espectador en el desarrollo de los acontecimientos, sin que ésta pueda catalizar en ningún momento los deseos que nos igualan al resto de las especies animales que habitan nuestro planeta.

Se preparan festejos en la corte del emperador Ping, miembro de la ostentosa dinastía Tang. Miles de crisantemos dorados inundan los jardines imperiales y las bordadas telas de seda se diseñan para el cercano acontecimiento. La llegada, tras varios años en el frente, de uno de los herederos al trono hace presagiar que toda la familia unida celebraran unos días de felicidad y confraternización. Pero en sus ojos se vislumbra una mirada de infelicidad que oscurece el brillo de las doradas estancias en donde se alojan. Una princesa consorte, aquejada de anemia desde hace ya diez años, sonríe al tener por fin juntos a sus hijos. Pero, cuando los consejeros y asesores abandonan las habitaciones, otra realidad emerge para empozoñar la aparente perfección que decora este palacio.

Para ésta nueva obra de uno de los máximos exponentes de la quinta generación, el director recupera a quien antaño fue su musa y esposa, Gon Li, obsequiándola con un personaje hecho a medida de alguien capaz de dibujar con la mirada. La actriz vuelve a demostrar, y van ya..., que es una pieza clave en el auge que tiene el cine asiático hoy en todo el mundo. La acompañan el no menos experimentado Chow yun Fat, en una histriónica por momentos interpretación que va ganando matices a lo largo de la trama y que sirve de perfecto complemento para contrarrestar la fuerza dramática que imprime Li. Junto a ellos un reparto en estado de gracia, que aprovechan sus papeles secundarios para que la historia “brille” en todo su esplendor. Desde la mirada culpable e incrédula de Liu Ye, a la fuerza y sensatez de su hermano menor Jay Chou, todos ellos, que fantástica las apariciones furtivas de Man Li, auténtico descubrimiento de la obra, hacen que la película adquiera el apelativo de clásico desde el momento en que los títulos de crédito empiezan a florecer al finalizar lo visto hasta entonces.

En esta obra, el autor pone especial cuidado a la hora de hacer uso de las conocidas coreografías de artes marciales. Incluso me atrevería decir que la película es un drama con alguna secuencia de acción aislada. Pero, la perfección visual de las mismas, unida a un uso adecuado, que complementa al drama sin desvirtuarlo, hace que los bailes a los que somete el director de acción, Tony Ching Siu-Tung , te transporte a un mundo en el que todo es ya mágico y posible. Terriblemente bello. Sin llegar a la majestuosidad de sus obras anteriores (en especial lo ofrecido en Hero), puede uno disfrutar de el buen gusto por la sencillez y la fijación por los detalles que caracterizan las películas de Zhang Yimou (la forma en la que recupera el velo la kunoichi es claro ejemplo de poesía en movimiento). Por otro lado, la planificación del épico asalto final, con esas murallas humanas infranqueables y el paso firme sobre los crisantemos, en la que dorados y grises se funden al unísono con lo ocurrido en el interior de palacio constituirán una cima muy difícil de superar para aquel que se atreva a blasfemar ahora en el género.

Música, vestuario, maquillaje...es innecesario seguir redundando en lo mismo. Hablar de las partituras de aquel que fue capaz de trabajar en clásicos como 2046 o Deseando amar es, cuanto menos, retórico. Como también lo es comentar algo sobre los diseñadores en una película en la cual nos encontramos en la época más ostentosa de las dinastías chinas, donde hasta el más mínimo detalle supone un ejemplo de divinidad vanidosa e imperial. Por poner un ejemplo, los trajes que lucen el emperador y su consorte La “Toga del Dragón” y el “Vestido del Fénix”, fueron elaborados por cuarenta artesanos durante más de dos meses de meticuloso trabajo (con cuatro o seis capas doradas).

En definitiva, difícil lo va a tener Zhang Yimou para superar una obra de género como es ésta. Una comunión ideal entre los miembros del reparto y los encargados de la majestuosa producción que nos ofrece la adaptación a pantalla grande de uno de los dramas clásicos del siglo XX. Si uno ha disfrutado con Tigre y Dragón, debería echar un vistazo a ésta brillante, en todos los sentidos, producción y dejarse llevar por el cúmulo de emociones que desprende esta fabulosa película.

Zatoichi meets his Equal [22] (1971)


El luchador manco
Por Fingolfin

Este es Kimiyoshi Yashuda de nuevo a la dirección de Zatoichi, para presentarnos la que quizás es la apuesta más complicada y arriesgada de toda la saga. Seguimos un poco en la línea de las dos ultimas donde tuvimos la aparición especial de Toshiro Mifune y Tatsuya Nakadai respectivamente, para traernos esta vez a Yu Wang, el actor chino que interpretaba al luchador manco en la película de “One Armed Swordman” que se había rodado antes de la fecha.

Un matrimonio, su hijo pequeño, y un hombre al que acaban de conocer (todos de nacionalidad china) ven pasar una procesión del Shogún. Cuando llegan a su altura, el chico pequeño se atraviesa en el camino, y para protegerle muere su madre y su padre, siendo salvado por el otro hombre. Para no dejar testigos, los samuráis eliminan a todos los caminantes de alrededor, acusando al chino de sus muertes y poniéndolo en búsqueda y captura.

El papel de la yakuza en esta ocasión está bastante apagado hasta casi la inexistencia durante los primeros minutos. La introducción de personajes chinos desconocedores del idioma produce un cambio completo en el desarrollo de la película, buscando comicidad en las dificultades de compresión entre los personajes. El efecto es bueno, pero podríamos haberlo apreciado más si conociéramos mejor las semejanzas del idioma durante las conversaciones.

Las coreografías de “Zatoichi meets the One Armed Swordman” son diferentes a las que nos ofrecen las cámaras fijas de Misumi, pero Yasuda demuestra una gran habilidad para rodar combate en movimiento, haciendo mínima la impresión de luchadores que esperan su turno para atacar al espadachín. Además juega mucho con los efectos de sonido de la espada para dar velocidad a la coreografía y tapar fallos cuando las espadas ni se acercan a los rivales.

Las coreografías del luchador chino (Yu Wang) dependerán del gusto del espectador. Están plagadas de volteretas y saltos descomunales sin demasiado sentido, además de golpes que acaban con sus enemigos como si tuviera una espada en lugar de mano.

Yu Wang crea un efecto surrealista muy distinto al del personaje de Zatoichi. La “falsedad”, por decirlo de alguna manera, del masajista ciego, es un tema que llega al espectador solo de manera psicologica, ya que sabemos que es ciego pero no vemos nada raro en sus combates. En el caso del luchador manco es una falsedad visual, ya que vemos claramente la imposibilidad de hacer frente a tanta gente con la inercia de movimiento de una sola mano. En todo momento los samuráis le atacan bastante más individualmente, y obligando a movimientos muy evidentes y forzados.

El duelo final, que es el que cabía esperar, se alarga demasiado debido al interés de nuestro luchador chino por saltar por encima de Zatoichi y dar volteretas para esquivar sus acometidas. La motivación y el carácter que se le da posteriormente a la causa de su combate me pareció acertada y me gustó mucho (no así el combate).

En conclusión. La idea de Yasuda era complicada, y para mí no ha conseguido el resultado adecuado. No puedo compararla con las anteriores ya que la veo completamente distinta. En cualquier caso diré al menos que a los amantes del personaje chino podrá gustarle.

My Wife is a Gangster 3 (2006)


Por fin una secuela digna...
Por Master of Hate

Probablemente haya sido la indignación que sentí luego de ver las dos secuelas de “Marrying the Mafia” lo que me aterrorizaba sobre esta película, y es que incluso la segunda parte ya me pareció algo floja. Pues bien, tengo que reconocer que esta vez me he visto gratamente sorprendido por lo que esta tercera parte de la saga ofrece. Pese a la mala reputación de las secuelas, al hecho de que Shin Eun-kyung ya no fuera a protagonizar la película, o que simplemente, la poca originalidad que se ve últimamente, “My Wife is a Gangster 3” sale muy bien parada.

La historia, como es habitual en estos casos, es de lo más sencilla y hasta un tanto ingenua: Una guerra de mafiosos (aunque supongo que en este caso serian triadas) estalla en Honk Kong, y uno de los jefes se ve obligado a enviar a su hija a otro país para alejarla del peligro. Ella acepta el trato, pero elige su propio destino que es Corea. Una vez allí se refugia con un grupo de la mafia coreana que, a pedido de su padre, le brinda protección. El problema es que en Corea las cosas también están por tornarse muy violentas.

La cinta dista de las situaciones que se volvieron habituales en las dos primeras partes. Ahora, el humor llega, en gran parte, a causa de la imposibilidad de comunicación entre Aryong (Qi Shu), y sus protectores Coreanos. La solución que hallan es obvia, pero un tanto deficiente, pues la traductora que consiguen, debido al pánico que le causa verse en medio de un grupo de mafiosos, prefiere modificar sus traducciones del modo que a ella más le conviene. Este recurso resulta increíblemente efectivo y original al punto que dos tercios del humor provienen exclusivamente de aquí.

En cuanto a las escenas de acción, la mayoría están bien logradas y, en general, tienen un nivel muy correcto; aunque hay que decir que el potencial de la cinta sigue estando en la comedia. Retomando lo que es el argumento, creo que se pueden señalar un par de puntos negativos, que son el uso de algunas escenas demasiado clichés y algunas situaciones que se notan levemente forzadas con intención de dar continuidad al argumento. De todas maneras, nada de esto compromete seriamente todo lo bueno que ofrece el film en otros aspectos, y es que si lo ponemos en la balanza el resultado final es ampliamente favorable. Los otros puntos positivos son las buenas actuaciones; y sobre esto hay que decir, que Qi Shu consigue que no se eche de menos a Shin Eun-kyung en ningún instante. Así mismo, Lee Beom-su aporta su ya conocida dosis de talento actoral.

No me atrevo a hacer comparaciones directas con la primera parte de la saga porque considero que, a pensar de que el mismo director se ha hecho cargo de esta tercera, y que ambas son muy buenas; el argumento supone un cambio brusco y rompe con la idea original. De ningún modo esto es algo negativo, pues no tengo ningún problema en reconocer que prefiero mil veces esta tercera entrega que la segunda. En fin, ya era hora de que al menos una de tantas secuelas rompa el maleficio.

Marrying The Mafia III (2006)


Más de lo mismo
Por Master of Hate

De modo bastante rápido nos llega esta tercera parte de la exitosa saga “Marrying The Mafia”, que en realidad no me había generado grandes expectativas, por lo poco convincente que resultó su pre-secuela. Más allá de que se trate de una saga que siempre consigue su objetivo en cuanto a taquilla, queda un sabor bastante agridulce porque hay pocas cosas rescatables en está cinta, incluso después de haber asumido que se trata de una comedia más. El director ha sido nuevamente Jeong Yong-ki cosa que no sorprende en lo absoluto pues fue él quien dirigió la segunda parte.

Como buenos seguidores de la saga probablemente sepan cual es la relación entre las tres partes, pero por si las dudas lo explico: Esta tercera parte es una secuela directa de la segunda parte, sin embargo ninguna de éstas tiene relación con la primera parte, que dicho sea de paso, es mi favorita. Pues bien, esto nos sugiere que para ver esta tercera parte y mejorar en algo las probabilidades de que nos resulte entretenida, hay que ver, casi por fuerza, la segunda parte.

La historia empieza con la salida de Bong Myung-pil (Kong Hyeong-jin, “Quiz King”) de la cárcel y el inicio de su venganza en contra de la familia “tigre blanco” que por su parte ha dejado el bajo mundo y se ha dedicado al negocio del Kimchi. El malévolo plan consiste en obtener la receta secreta del delicioso Kimchi que está resultando todo un éxito, luego, sabotear la distribución del producto y llevar a la familia a la quiebra para finalmente apoderarse del lucrativo negocio. Al final, La familia no tiene otra alternativa que tomar la ley en sus manos.

Lo más positivo que puedo decir sobre esta cinta es que quienes hayan disfrutado de la segunda parte quedarán bastante conformes con esta continuación, y no sólo porque volverán a ver a los mismos personajes o por la continuidad que se le ha dado a la historia, sino porque se repite el mismo tipo de humor, y muchas de las situaciones vistas anteriormente. Por otra parte, quienes esperen que el nivel haya subido significativamente se llevarán un chasco porque sencillamente no hay innovación, la historia es ingenua y sin la más mínima dosis de originalidad. El humor es bueno, pero nada que haga olvidar la falta de imaginación que inunda la historia.

Las actuaciones rozan lo decente pero en estos casos se hace un tanto difícil de evaluarlas debido a lo poco que exige un papel calcado de la segunda parte. En todo caso, volvemos a ver a Shin Hyeon-jun (“Shadowless Sword”, “Barefoot Kibong”), Kim Won-hie (“Oollala Sisters “) y a Kim Su-mi (“Mapado”, “Barefoot Kibong”) entre otros.

La pregunta que me invade es que ¿se está pensando en una cuarta parte?. Los números indican que es muy probable. A pesar de ser una cinta que sólo recomendaría a los seguidores más acérrimos de las comedias coreanas y a los fans de la saga, no oculto mi descontento y una gran decepción. En todo caso, secuelas taquilleras como éstas son necesarias, y hay que tolerarlas.

Exiled (2006)


Una verdadera election
Por Sinsangre

¿Qué precio estarías dispuesto a pagar por mantener intactos tus principios frente a las abundantes adversidades con las que te encuentras en la vida?, ¿Cederías ante la lacra de tus obligaciones aun a riesgo de ir contra tus principios o asumirías el rol que la vida te ha adjudicado, aquel contra el que no puedes rebelarte por los prejuicios reinantes?

Exiled (Fong juk) de Johny To nos sitúa en una sociedad, no tan lejana a la nuestra, en la que el conflicto entre el mundo interior de sus habitantes y los convencionalismos de la sociedad en la que éstos se desarrollan desembocan en un cruce de caminos en el cual no existe punto de retorno ni acción sin consecuencia. Una sociedad en la que el azar deja de ser determinante para la toma de decisiones cuando los remordimientos de conciencia emergen en todo su esplendor.

Dos diligentes sicarios que trabajan para uno de los más poderosos capos de la mafia en Macao, el jefe Fai, son enviados a liquidar a un difícil objetivo. Se trata de Wo, uno de sus grandes amigos de infancia, con el que compartieron gran parte de sus vidas dentro y fuera del clan. Wo intenta emprender una nueva vida alejado del mundo de las triadas, pero el jefe Fai no está dispuesto a permitírsela al tener una deuda pendiente con él. Cuando los sicarios se enfrenten cara a cara al hecho de empuñar un arma contra quien antiguamente fue compañero de sangre, tendrán que tomar una difícil decisión que condicionará el resto de sus acciones a partir de entonces, conociendo de antemano que ya nada volverá a ser como antaño.

Johny To nos embriaga, como viene siendo ya habitual, en un mundo de triadas, de organizaciones mafiosas muy jerarquizadas en las que la lealtad a tus semejantes, el respeto a tus enemigos y la sumisión ante tus superiores forman parte de las firmes convicciones morales de quienes las integran. Un mundo en el que el número de balas con las que ajusticiar a tu objetivo no son más que una muestra de la admiración que te produce quien tienes enfrente. Sustituyes espadas por balas, aldeas por callejuelas, kimonos por trajes y corbatas. Pero a pesar de los cambios estilísticos, la esencia se mantiene y la nobleza ante las crudas circunstancias, el respeto hacia tus adversarios y la búsqueda interior de la paz con uno mismo se mantiene por y para siempre, a pesar de las consecuencias que ésto conlleve.

Apenas siete años después de The Mission, el director hongkonés retoma los personajes y se embarca en una mal llamada secuela que cuenta con todos los ingredientes del nuevo cine de acción de la ex-colonia británica. Nos plantea, con insultante maestría, un extenso tablero de ajedrez en el que las piezas se encuentran posicionadas en todo momento con el ojo puesto en la amenazada reina.

Y es que el trabajo de los actores, en esta obra, se limita a aceptar, cual peones en el juego, su efímera presencia en la búsqueda de un objetivo final más glorioso. Son una parte esencial del un todo que Johny To nos sirve en bandeja de plata. Las grandes estrellas en manos de To se muestran sumisas a los designios de este creador de atmósferas explosivas. Con solo ver la preparación de sus secuencias, como la que prologa la película o la visita de urgencias a un matasanos local, uno comienza a darse cuenta de lo calculada de su propuesta. El control del ritmo está en cada momento ajustado a la paciencia del espectador para que prenda la mecha a su debido momento y tengas la sensación de que todo va a estallar si parpadeas más de lo necesario.

Un elenco de actores de la categoría de Simon Yam, en su enésima colaboración con Johny To, Francis Ng, Eddie Cheung, Suet Lam, Yiu-Yeung Cheu o Nick Cheung sirven al director para dar sentido a la obra sin caer en la aburrida reunión de pistoleros tan habitual entre otros directores más conocidos en las macrosalas. Sería difícil resaltar a alguno de ellos, aunque me gustó especialmente la dificultad que conllevaba el papel de Eddie Cheung, al enfrentarse con mesura a todos los dilemas que nos muestra la película. Cabe resaltar igualmente la importancia, mayor de lo habitual, que tienen los personajes femeninos (genial Ellen Chan) en esta película, auténticas catalizadoras del desarrollo de la misma, situación no suele ser habitual en las películas de este género.

El aparentemente sencillo guión, redactado por Szeto Kam-yuen y Yip Tin-shing, nos va obsequiando a cada momento con secuencias de una trabajada ambientación que logra sumergirnos en el mundo cruel y despiadado de las triadas chinas. Detalles como el sonido telefónico de un cascabel evocando sentimientos primarios en los gélidos cerebros de los sicarios o las perdidas mirada de las féminas, falsamente ausentes, ocultando todo el rencor acumulado que lucha por salir a la superficie para poner las cosas en su sitio, sortean con facilidad los límites de la sensiblería para, sin embargo, presentarse como gotitas de una humanidad escondida entre códigos de honor. Encuentran un preciso entramado de hilos que finalizan con una conclusión poética y esperanzadora, pero consecuente con lo planteado hasta el momento y alejado a los convencionalismos actuales.

En resumidas cuentas, Johny To nos vuelve a ofrecer, y van ya..., una obra de referencia en el nuevo cine de acción que nos llega desde oriente. De visión obligada para aquellos que pedían más tras haber caído a los pies del autor de títulos tan emblemáticos como Election o Fulltime Killer, una obra repleta de situaciones límites y de estimulantes reflexiones que nos dejan un sabor muy dulce en nuestro paladar y un maravilloso tintineo de cascabeles en los oídos difícil de olvidar.

Zatoichi at the Fire Festival [21] (1970)


Conoce a tu enemigo
Por Fingolfin

Tambien conocida como “Blind Swordsman's Fire Festival” y “Zatoichi Goes to the Fire Festival”, supone la 6º dirección de Kenji Misumi en la saga, y para mí es cláramente una de las mejores. Si en la anterior tuvimos la aparición estelar de Toshiro Mifune, aquí no nos quedamos atrás, contando con los servicios de Tatsuya Nakadai (amén), Ko Nishimura, y…Peter (le recordaremos de su inolvidable papel como bufón del rey en “Ran”).

Se da a conocer un hombre que represente el poder máximo dentro del mundo de los yakuzas, llegando a ser llamado “El Shogun de los yakuzas”. Durante su fiesta de promoción, Zatoichi se presenta dando una ofrenda notablemente inferior a la del resto de jefes, y llamando la atención de este poderoso señor, se convierte en un obstáculo a eliminar.

A diferencia de tantas otras películas de la serie, donde los “malos” trataban de llevar a cabo un plan y Zatoichi se oponía a ellos creando la necesidad de asesinarle, en esta ocasión la trama consiste en quitarle de en medio directamente, por lo que evitamos rodeos e indirectas, y pasamos inevitablemente a la acción.

Cabría esperar que el poderoso señor del que hablábamos fuera el gran Nakadai, sin embargo no es así. El cargo de jefe de los yakuzas está ocupado por un ciego. Este factor será determinante, haciendo honor al dicho “para conocer a tu enemigo, debes convertirte en tu enemigo”. Los dos son ciegos, tienen las mismas necesidades, conocen todas sus debilidades, y para bien o para mal tienen una conexión especial.

Ha sido un gran acierto por parte de Kenji Misumi, el separar a Nakadai de los grupos yakuza y no hacer que finalmente le contrataran como mercenario. De esa forma nos permite tener dos frentes de enemigos, y dejar incluso que se ataquen entre ellos para nuestro deleite particular.

Las coreografias son puramente “Made in” Misumi, con cámaras fijas de principio a fin, movimientos muy rápidos, y posicionamiento circular en torno a Zatoichi. Después de mucho tiempo volvieron a recordarme a las de los 7 u 8 primeros films, donde estaban cuidadas al milimetro. El director además nos permite recrearnos en dos modelos de combate totalmente distintos, como son el “arte del rápido” de Zatoichi, y el frío y estilístico esgrima de Nakadai.

El duelo Katsu vs Nakadai quedará para la historia, con muy poco que envidiar al mitico Mifune vs Nakadai de “Samurai Rebellion”. A diferencia del enfrentamiento de Zatoichi contra Yojimbo en la película anterior, aquí se trata de un duelo como debe ser: a muerte.

La música es sublime en el comienzo y final de la película, con algunas notas que se dan un aire a las de la trilogia “Miyamoto Musashi” de Inagaki. Además de esos dos momentos, adornará también alguno de los combates, especialmente en el que Zatoichi se enfrenta a una docena de yakuzas en unos baños, desnudos (incluido el espadachín ciego).

La valoración final es estupenda. En cuanto a calidad, la pongo a la altura de “Adventures of Zatoichi” y “Zatoichi Challenged”. En cuanto a mi gusto personal, la pongo por encima de todas, ya que la he disfrutado de manera muy especial de principio a fin.

Kabhi Alvida Naa Kehna (2006)


La infidelidad según Bollywood
Por Casandra

Suerte de versión bollywoodense de “Closer” (2004, Mike Nichols), “Kabhi Alvida Naa Kehna” cuenta la historia del romance entre Dev (Shahrukh Khan) y Maya (Rani Mukherjee). A pesar de que ambos están casados con otras personas, todavía anhelan encontrarse con su alma gemela. El film comienza con una secuencia que presenta sintéticamente a cada uno de los personajes y marca el primer encuentro entre Dev y Maya. Cuatro años después se reencuentran en Estados Unidos, también por casualidad, y es entonces cuando comienzan a enamorarse.

La mención de “Closer” tiene que ver con el intercambio de parejas que se produce en un momento de la trama, y es posible encontrar incluso algunas escenas muy similares, como la escena de la discusión entre Maya y su marido Rishi (Abhishek Bachchan).

Resulta extraña la idea de versionar en India la película de Mike Nichols, dado que la obra teatral de Patrick Marber que fue la base de la película, hacía del sexo y la traición el centro de la trama. Karan Johar, director de “Kabhi Alvida Naa Kehna”, desplaza este nudo de acción al plantear la búsqueda del amor como centro de la historia, al tiempo que sitúa los hechos en la ciudad de Nueva York. De esta manera se intenta justificar las acciones de los personajes ante los ojos de los espectadores, algo que difícilmente podría lograr si la historia transcurriera en la India.

Por otro lado, cada uno de los personajes recibe el castigo que se merece por su falta, aún cuando el descenlace les traiga sorpresas. Un acierto del guión de Karan Johar y Shibani Bathija es que si bien es posible anticipar lo que les sucede a los personajes, todos ellos logran escapar de cierto cliché común en muchos films de Bollywood, porque ni los que engañan ni los engañados son perfectos.

En cuanto a la música, la primera canción (tema central del film) es muy pegadiza y reaparece varias veces a lo largo de la película sin perder efectividad. El resto de la música decepciona, incluso podemos ver un número musical con gran despliegue de puesta en escena, pero que resulta tedioso y vacío.

En el rubro de las actuaciones sobresale Rani Mukherjee por su capacidad para el drama y por su gran presencia escénica. Preity Zinta, Kiron Keher y Amitabh Bachchan consiguen buenas interpretaciones, mientras que Shahrukh Khan y, en especial, Abhishek Bachchan aparecen al borde de la sobreactuación.

El resultado final es regular, pero no deja de resultar interesante el intento de tratar un tema tabú para la India, como lo es la infidelidad. Tal vez la excesiva duración del film (193 minutos) sea uno de los mayores desaciertos, dado que impide que el público mantenga el nivel de atención necesario. A pesar de ello, las interpretaciones de Rani Mukherjee, Preity Zinta y Amitabh Bachchan ayudan a no caer en el intento.

Silk (2006)


Innovación ante todo
Por Squareta

Un equipo de científicos ha capturado el fantasma de un niño gracias a la Esponja de Menger, un invento capaz de absorber la energía de los fantasmas. El equipo decide contratar al agente especial Tung para que investigue sobre el niño y su pasado. Durante la investigación irán apareciendo secretos y problemas, llevando a los protagonistas a las situaciones más extrañas y terroríficas.

Silk se presenta como la mayor producción Taiwanesa hasta la fecha y su dirección está a cargo de Chao-Bin Su, el mismo director de “Better than sex” y guionista del corto “Going Home” de “Three”, entre otras cosas. En Silk se nos presenta una innovadora cinta de terror que se fundamenta en la ciencia, pero que además contiene una gran cantidad de géneros tan distintos como el romance, el drama, el sci-fi e inclusive la acción policial.

La captura del fantasma da el paso inicial para adentrarnos a esta historia que mantiene la intriga y que cada vez va enganchando más y más. De vez en cuando la propuesta principal se deja de lado para mostrarnos la vida del resto de los protagonistas, todos con sus propios dramas y con la muerte presente desde primera fila. En sus 108 minutos no hay ninguna escena que sobre y logra mantener la expectación, aun cuando resulta ser mucho mas larga que las típicas películas de terror (aunque ya va quedando claro que de típica no tiene mucho).

En la parte técnica no se dejó nada al azar y para ello se contrató a gente con basta experiencia en el tema, lo que se nota a primera vista, sobre todo en la luz, aunque los efectos especiales pudieron haber sido mejores. Dentro del reparto se encuentran actores provenientes de Taiwán, Japón, China y Canadá., todos ellos también con experiencia.

Hay que mencionar que lo que mas tiene Silk es suspenso y drama. El terror puro no es el más abundante pero se encuentra presente en todo su transcurso. Personalmente lo que más destacaría es que logra que creamos en el argumento aún cuando se ve demasiado fantasioso a primera vista.

Sólo me queda recomendarla a todos aquellos que creían haberlo visto todo dentro del cine de terror. Una buena apuesta proveniente de un país con un cine algo desconocido.

500 Críticas en FM-Team


Pues con la actualización de hoy hemos llegado a la cifra de 500 películas comentadas. Nada mal considerando el período de receso que tuvo el blog, debido al cambio de dirección que se había hecho. Después de consideraciones y cambios internos en el FM-Team, decidí volver a nuestro viejo formato, ya que es más agradable y tiene algunas ventajas con respecto al foro. Y ahora que el blog está 100% activo, me tomaré unos minutos para mencionarles las características del blog, algunas nuevas y otras reactivadas.

Primero, la enciclopedia del cine asiático que está al lado derecho corresponde a una lista, con sus correpondientes links, de todas las películas comentadas hasta la fecha, ordenadas alfabéticamente y actualizada semanalmente. El sumario en cambio, es una lista de recuento de los comentarios según su fecha de publicación, que se divide en secciones de 100 películas y que no tienen links de acceso.

El formato foro de la página es quizás nuestra forma más ordenada de almacenar los comentarios. Aquí se guardan según país y género y es el lugar ideal para quienes buscan comentarios más específicos. Además posee Retrospectivas de directores , de actores y un espacio Offtopic para que puedan dejar sus comentarios libremente. La dirección sigue siendo: http://fmtm.3.forumer.com/

Dentro de los enlaces del team también está la ficha de todos los miembros que han pasado por este blog, así como también la dirección para todo aquel que se quiera unir al equipo.

Y después de todo esto, no me queda más que agradecer por todas las visitas que nos han brindado (aún cuando el blog no se estaba actualizando), por todos los comentarios de quienes nos visitan diariamente y todos los nuevos usuarios que llegan buscando a este buen cine oriental. Finalmente, pero no menos importante, darle las gracias también a los colaboradores.

Radio Star (2006)


Relax
Por Master of Hate

Luego del gran revuelo que causó con la taquillera “The King And The Clown”, Lee Joon-ik regresa con un trabajo sumamente esperado por los amantes del Chungmuro. “Radio Star” se aleja del cine histórico que nos había mostrado en sus dos primeras cintas y hace uso de un argumento radicalmente distinto que gustará especialmente a aquellos seguidores del rock clásico. Este trabajo reúne a dos veteranos del cine coreano, se trata de Park Joong-hoon (“Les formidables, “Nowhere to Hide”) y Ahn Seong-gi (“Hanbando”, “Silmido) que ya han hecho dupla en cintas anteriores en donde han demostrado una gran química. Recordemos por ejemplo la clásica “Two Cops” o la visualmente impactante “Nowhere to Hide”. Verles nuevamente juntos es casi garantía de que la cinta estará llena de buenos momentos.

La historia nos lleva brevemente a finales de los 80s cuando Choi Gon (Park Joong-hoon) se convierte en un ídolo de la música rock con su tema “The rain and I.” Luego de alcanzar la cima, Gon se ve envuelto en una serie de problemas “típicos” de las grandes figuras del rock como son la adición a las drogas y los problemas con la ley. Esta vida acaba con su carrera y al final sólo puede cantar en pequeños bares con poco público. Su fiel representante Min-so, que además es el único que aún lo trata como a una estrella (Ahn Seong-gi) lo sigue a todas partes cubriendo sus disparates. Cuando Gon vuelve a caer el la cárcel, Min-so lo saca nuevamente, pero esta vez el precio a pagar es que ambos deben viajar a un remoto pueblo y hacerse cargo de una estación de radio que está prácticamente acabada.

El argumento es sencillo y directo, pero se hace sumamente entrañable y está lleno de buenos momentos moldeados al ritmo de la distorsión de las guitarras. “Radio Star” tiene cierto aire nostálgico que me resulto su principal atractivo, esconde mucho el sentir de los viejos roqueros y de esa época dorada que fueron los 80s. La trama apunta en primer lugar a la relación que existe entre representante y artista desde un punto de vista muy humano, tiene que ver más con aprender el valor de la amistad y con el compañerismo antes que la vida de una estrella del rock, aunque de esto también hay un poco. La otra parte de la cinta tiene que ver con gente sencilla que vive lejos de la gran Seúl, con sus historias tristes, con sus decepciones y sus ocurrencias.

La actuación de los protagonistas es inmensa, con un Park Joong-hoon impecable interpretando a una estrella apagada y frustrada del rock, y un Ahn Seong-gi que da vida a un representante que cae junto a su pupilo y se ha vuelto humilde servicial y altruista. El resto del reparto es muy sólido y cumplen con creses sus respectivos papeles.

“Radio Star” es un trabajo muy bien logrado que a pesar de su sencillez es capaz de conmover y dejar una grata impresión. Lee Joon-ik ha conseguido una película que brilla por sus propios meritos y, que por su estilo, no es posible compararla con sus anteriores trabajos. En todo caso, se confirma que estamos ante un gran director que puede hacer de la sencillez una gran virtud. No dudo en recomendar esta nostálgica “Radio Star” a todos en general, pero aquellos soñadores que aún viven en los 80s y creen en la amistad no deben perdérsela por nada.

Noroi (2005)


Documental
Por Conri

Desde algún rincón de Japón nos llega este film…o mejor dicho es una cinta que llega a las manos de una productora sin saber como. Supuestamente este “documental” basado en hechos reales nos cuenta una historia bastante extraña y medio incomprensible. Para que no se desilusionen, el principio es bastante creíble pero se torna un fracaso a medida que corre el tiempo. Dejamos de ver un documental para pasar a ver una película filmada con una cámara de mano al mejor estilo Blair Witch.

Con anuncios como “Los nombres de personas y organizaciones que aparecen en esta película han sido parcialmente modificados” da comienzo este documental. El mismo nos cuenta la historia de Masafumi Kobayaashi, un tipo que llevaba años investigando casos paranormales, que ha escrito varios libros sobre el tema y es muy respetado en Japón. Empezó a usar el método de capturar todo con cámaras digitales y así obtener mejor información sobre los sucesos sobrenaturales. Este documental es casi un crudo de su ultimo video documental llamado “La Maldición”. Luego de esto nada se supo sobre la desaparición de Kobayaashi.

“La Maldición” (Noroi) nos muestra a un Kobayaashi inverso en un caso realmente serio. Todo comienza cuando conoce a Kana, una chica con poderes sobrenaturales que vive con su madre y su padre que son los que la contienen. Pero un día Kana desaparece y Kobayaashi hará lo imposible por encontrarla.
La niña no desaparece así por que si. Tras su desaparición se encuentra el poder de invocar a dioses que creían muertos pero que la gente de aquellas tierras seguía conservando en sus rituales. Poco a poco Kobayaashi va a ir penetrando en el mismísimo mundo de lo paranormal y pasara de ser un simple capturador de imágenes a protagonista de esas historias, y su cámara será el único testigo hasta el día de su desaparición.

Como habrán leído anteriormente se trata de un documental, pero lamentablemente las actuaciones apagan todo el misterio del guión. Al principio del film podemos observar un documental bien armado, pero luego la edición aniquila todo lo que venían haciendo bien al principio. A veces los protagonistas toman prioridad al filmar que al salvar sus vidas y eso lo hace poco real.

La verdad es que sentía que iba a poder sacar provecho de este film, pero no es lo que me esperaba. La trama esta muy bien planteada; creo que tiene muchos detalles muy bien cuidados pero hay otros tantos que son muy bruscos y escenas de las que vemos en los típicos videos de discovery donde pasan fantasmas y luego te acercan las cámaras para que los veas bien (solo que aquí los ves demasiado bien) y luego hacen ese mismo primer plano que no tiene ningún sentido y lo hace parecer demasiado irreal.

Si hablo del sonido, al intentar hacerlo al mejor estilo documental no editado, casi no tiene música, pero al final si…¡¿Diríamos que está editado o no?!...Esos pequeños detalles son los que hacen a este documental a veces bizarresco, a veces interesante y a veces aburrido. Unos 10 minutos de película se podrán aprovechar.