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In Love With The Dead (2007)


Un nuevo vistazo al amor
Por Squareta

Película producida en Hong Kong por los hermanos Pang, pero bajo la exclusiva dirección de Danny. Un extraño referente al amor, con una ya conocida mezcla de drama y romance, pero sin dejar el lado oscuro de lo sobrenatural.

Se podría decir que Ming y Wai son una pareja perfecta y que tienen todo para ser felices. Sin embargo, por esos malos golpes del destino le han detectado un cáncer pancreático a Wai. Juntos tratarán de sobrellevar la nueva carga y mientras Wai tratará de hacer todo lo que siempre quiso, Ming hará lo posible para estar más tiempo con su pareja.

Parece la típica película dramática y lo más probable es que todos se pregunten dónde está el horror en la historia. La respuesta es fácil: en el comienzo simplemente no está. Vemos a una pareja que era feliz pero que trata de seguir siéndolo, sacando todas las fuerzas para sostenerse a medida que los síntomas de la chica comienzan a hacerse presentes. Y para colocar aún más problemas a la situación, una vieja amiga llegará para confundir los sentimientos de Ming.

Hasta ahora, es un efectivo drama que va mostrando todos los detalles, haciéndola más clara pero a la vez más predecible. Pero con el drama no deja de ser la “típica” película. Lo que la hace distinta al promedio es, efectivamente, la especie de thriller-terror que comienza a aparecer a mitad de película y que pretende quedarse hasta el fin de ésta. Ahora comienza el suspenso, uno deja de pensar que todo es tan lógico y empieza a confundirse un poco…y a sorprenderse de gran manera. Gracias a esto se puede ver a “In Love With The Dead” (o “Chung oi”) como un producto destacable, ya que mantiene expectante y a la vez tiene unas buenas actuaciones y una correcta banda sonora.

A la hora de dar el veredicto final yo la recomendaría. Una cinta que puede llegar a conmover por momentos y a traumar en otros, pero en ninguno dejar indiferente.

Taiyô no Uta (2006)


GoodBye Days
Por Dinner Table

Bueno, para empezar, acá tenemos otra película hecha gracias al éxito de una serie televisiva (algo así como con “Crying out for love…”). Lo que puede ser visto con malos ojos. Pero en fin, no se como sucede, pero el producto, por mas predecible que sea, funciona.

Si reviso la trama sonaría a una película que recuerdo, una graciosa sin-intenciones-de-serlo protagonizada por Mandy Moore. Esto haría que “Taiyo no Uta” suene como una peliculita romántica más, y aparte, para ser más cercanos a Mandy Moore, esta protagonizada por una estrella pop. Su personaje no puede salir por el día, ya que si la toca el sol…. Se muere (si, solo le faltaría querer tomar sangre para ser un vampiro). Ella sale a tocar la guitarra por las noches a la estación de trenes, cosa que solo pasa en Japón. Acá donde vivo si sale una chica así a tocar en una estación de trenes en medio de la noche pierde todo (y eso incluye a su deseo mas preciado). Toda esa ridiculez se termina cuando ella canta por primera vez, y yo, como espectador, quedo totalmente sumergido en la voz del personaje y logro meterme en la historia. Por supuesto, luego aparece el príncipe, que hace windsurf y vive de día, que no es muy lindo que digamos, no se la merece, yo en cambio si. La verdad que ella se podría haber conseguido algo mejor, como yo.

Lo que parecía una historia adolescente más, una historia predecible, una película que solo sirve para levantarte a alguna chica; termina siendo a una muestra de auténtica ternura. Admito, quede un poco disconforme con el final, me hubiese gustado que termina en la secuencia previa al desenlace, pero el director creo que no pudo dejar de lado su tentación de incluir girasoles en la película para crear una metáfora barata. Y aparte la escribió la misma persona que adaptó “Heavenly Forest”, lo que en si ya les da una pauta de esto.

La banda de sonido va por cuenta propia, la película cuenta con 3 canciones cantadas por Yui que te retumban a lo largo de día. Cuando termina de ejecutar sus canciones uno piensa “una más Yui, y no jodemos más”. Y no importa que sea la misma. El score, la música de fondo, tiene de esos violines emotivos que cuando aparecen en las escenas adecuadas crean atmósferas memorables.

¿Por qué no bajarse la serie entonces? Buena pregunta, creo que lo haré. Capaz me sorprenda aun más que la película. Lo que si, apenas terminé de verla, de cabeza a bajarme la banda sonora.

Romance (2006)


Bello y artificial
Por Master of Hate

Lastimosamente hay cintas que pese a estar casi listas, por alguna nimiedad, no han sido publicadas. Este es el caso de “Romance” cuya reseña ha tenido que esperar meses para finalmente incorporarse al blog.

Esta es la tercera película de Moon Seung-wook y una nueva apuesta por el drama con sello coreano que probablemente muchos conozcan de memoria. El reparto me hizo generar ciertas expectativas, cosa que no siempre es recomendable; pero en este caso dichas salvo algunos detalles puedo hablar de una película con un nivel bastante decente.

Yoon-hee (Kim Ji-soo) vive sometida a los maltratos de un marido posesivo y obsesionado con el poder. Afligida por su situación, un día decide suicidarse, pero el detective Hyung-jun (Jo Jae-hyeon) evita la tragedia. Hyung-jun, que atraviesa por el peor momento de su vida tanto personal como profesional, ve en Yoon-hee a la única persona capaz de devolverle los deseos de vivir. Ambos se atreven a ir contra viento y marea con tal de no dejar que nadie los separe.

Seria bueno empezar por el reparto que hace posible esta genial cinta. Kim Ji-soo está en mi pupila desde su magnifica interpretación en “This Charming Girl”, para mi, una de las mejores cintas del 2005. En “Romance” nuevamente deja claro que su talento es inmenso y nos regala una eficaz interpretación. La figura masculina es encarnada por Jo Jae-hyeon, actor de una enorme trayectoria, que ha protagonizado películas como “Mokpo The Harbor” “Crocodile” o “Sword In The Moon” entre otras. Vale la pena también mencionar a Hyeong-seong, protagonista de filmes como “GIT” (otra de las joyas del 2005) quien merece una honorable mención por notable actuación y por ser co-autor del guión.

“Romance” es una mezcla de puro melodrama con grandes cantidades de acción. Moon Seung-wook da muestras de conocer ampliamente el género y su construye su historia basándose en un argumento muy sencillo –típico hasta cierto punto-. Demás está decir que la historia como tal no aporta nada extraordinario, pero no se puede decir lo mismo del contenido visual, área en la que parece haberse puesto mucho más cuidado. La elección de la banda sonora resultara especialmente buena a aquellos amantes del tango. En cuanto a la acción, tenemos escenas de altísimo nivel que ayuda a llenar un poco la sencillez del argumento. La química entra los protagonistas es inmediata y aunque se logra de un modo algo precipitado; su acercamiento e inminente atracción pudo haberse desarrollado un poco más.

Ahora, no todo lo que brilla es oro, o al menos eso dicen. “Romance” es una película que se enfoca más en explicar el por qué de las cosas, y no tanto el cómo se llevan a cabo. Véase o no como un problema, no es algo que todos vayan a pasar por alto. Es decir, nuevamente nos referimos al argumento que prefiere resaltar la importancia del lado estético y echar mano de varios clichés, cosa que seguramente molestara a varios.

Una cinta entretenida, predecible, hermosa visualmente, triste, pero algo sencilla; en fin, una mezcla de virtudes y defectos con balance positivo.

The House (2005)


Lugares inquietos
Por Squareta

Producción hongkonesa de Man-Ching Ng, quien sólo ha sido director de esta película pero que anteriormente había tomado el mando en la fotografía de “Inicial D” y de “Infernal Affairs 3”.

Una madre y su hija buscan un nuevo hogar. Encuentran un departamento que es del gusto de la madre pero no de la hija, ya que ella tiene un mal presentimiento del lugar. Sin embargo, la madre igual decide arrendar el sitio. La pequeña no se siente muy cómoda en el departamento y menos cuando la madre encuentra un trabajo como guardia de seguridad y la tenga que dejar sola en las noches. Pronto la niña descubre que su miedo se debe a la presencia de fantasmas en el lugar.

Siendo sincera, esta película me pareció de las más típicas que nos llegan desde oriente. Una película de fantasmas con altas dosis de drama, que nos puede asustar en algunos momentos y conmocionar en otros, ya que vemos los conflictos madre-hija producto del lugar y los problemas que tiene que afrontar la madre que ya no tiene el apoyo de su esposo.

El aspecto técnico no tiene nada para cuestionar. La pequeña nos brinda una buena actuación junto con el resto del elenco. La atmósfera del film es otro punto a favor, desoladora y con un buen juego de colores.

Y no hay mucho más que agregar sobre “The House”. Es sólo una película más, de esas para ver y olvidar pues no posee ningún elemento que la haga distinguir del resto.

Woman in the Dunes (1964)


Un mágico cautiverio
Por Master of Hate

En uno de esos escapes fugaces en los que le alejo del cine contemporáneo he tenido la oportunidad de visionar una excelente pieza del celuloide de la que sólo puedo hablar bondades; se trata de "Woman in the Dunes" del director japonés Hiroshi Teshigahara. La cinta data de 1964 y parece ser ya una gran pieza de culto para muchos cinéfilos alrededor del mundo.

Niki Jubei (Eiji Okada) es un entomólogo que se halla investigando y recolectando insectos en un área casi desértica lejos de la ciudad. Debido al poco tiempo que tiene disponible, decide pasar la noche en una casa de la zona, ubicada en un medio de enormes dunas de arena; allí vive una sencilla y tranquila mujer (Kioko Ishida). Al día siguiente Niki intenta marcharse, pero le es imposible ya que la escalera que le permitió bajar ya no se encuentra. Pronto se le informa que esta atrapado y que, junto a aquella mujer desconocida, deben trabajar como esclavos si es que quieren sobrevivir.

Mi desconocimiento sobre la filmografía de Teshigahara me impide entrar en detalles con respecto a su estilo. Pero en lo que respecta a esta película se pueden sacar a relucir muchas características. Este director demuestra una asombrosa capacidad de sentido estético que se ve reflejado en el tipo de tomas y planos que elige constantemente. La cinta roza la paranoia, el erotismo, lo surreal, lo banal, y muchas cosas más a través de los ojos del protagonista que va siendo víctima de un proceso continuo de cambios. El entorno casi claustrofóbico que transmite la cinta es tan poderoso que llega a contagiar al mismo espectador. La relación que mantiene Niki con la mujer es otro de los puntos más fascinantes de la trama, ya que pasa por varias etapas. Finalmente, no deja de rondar, esa sensación constante de estar ante una obra existencialista que, a su manera, arroja una serie de interrogantes sobre el por qué de la vida y a dónde queremos ir realmente.

Queda como asignatura pendiente echar un vistazo a los demás trabajos de Teshigahara que seguramente guardan muchas y gratas sorpresas. La recomendación es evidente, pues estamos antes lo que debe ser uno de los filmes más brillantes que ha visto la luz en Japón.

The Bird People in China (1998)


Lugar de ensueño
Por Squareta

En reemplazo de un compañero de trabajo un empresario japonés se embarca hacia China con el propósito de encontrar unas piedras preciosas de jade que podrán pagar las deudas que tiene su empresa. Lo que no sabe él es que han enviado a un yakuza poco amigable para que lo vigile en el viaje. Juntos harán una interminable travesía que los llevará a un pueblo en medio de la nada. Este pueblo posee extrañas costumbres y narra de generación en generación la leyenda de un hombre pájaro.

Esta extraña cinta es de 1998 y viene dirigida por Takashi Miike. Lo que asombra a primera vista es que no es lo que estamos acostumbrados a ver de Miike, para nada. La ultraviolencia y sobredosis de gore son reemplazadas por hermosos paisajes y una historia conmovedora.

La película gira en torno a dos personajes principales, el empresario, una persona correcta y con valores y el yakuza, lo opuesto a él. A ellos no les quedará otra que unirse y obviar sus diferencias para poder llegar a su destino, pues en el camino que parece no tener fin (sin mencionar el hecho de que es casi imposible de recorrer) ocurren todo tipo de problemas. Después del largo viaje y ya en la provincia de Yun Nan logran llegar a su destino. Lo que ven sus ojos es casi increíble: el pequeño pueblo al que parece que se la ha detenido el tiempo los recibe con los brazos abiertos. Los japoneses muy contentos empiezan a relacionarse con el pueblo chino. Conocen la leyenda del hombre pájaro y descubren que en el poblado tienen una obsesión con volar, a la que ellos también les interesarán. Sin darse cuenta, la gente del pueblo provocará un cambio de pensamiento en nuestros protagonistas que les obligará a tomar una complicada decisión.

Técnicamente es muy correcta. Podrán apreciar la belleza visual que rodea la película. Unos paisajes hermosos son complementados con la humanidad de la gente. Los protagonistas están bien desarrollados y cooperan en algunos momentos graciosos que amenizan la cinta. El empresario y su actitud frente a algunos comportamientos de los chinos y el yakuza creará uno que otro momento de tensión.

Creo que todos podrán disfrutar la película como yo lo he hecho. Una linda obra que prescinde de cualquier gran producción y que nos muestra que lo más bello es lo real, aunque cada vez se hace más difícil apreciarlo.

Driving with my Wife's Lover (2006)


Un camino demente
Por Master of Hate

"Driving With my Wife's Lover" es otro de esos debuts cinematográficos que quizás mucha gente vaya a querer olvidar lo más pronto posible. Kim Tae-shik nos presenta una cinta que ha conseguido bastante atención en festivales internacionales. Esto se justifica, a mi modo de ver, por lo creativo y ocurrente que se muestra Kim en todo momento, pero eso no quiere decir que la cinta termine siendo del agrado de la mayoría.

La historia nos presenta inicialmente a dos personajes: Tae-han, un marido engañado por su esposa, y plenamente conciente de este hecho, y Joong-shik el amante en cuestión que muy alegremente trabaja como taxista. Tae-han busca a Joong-shik, quien ignora que su romance ha sido descubierto, y decide hacer un largo viaje con él. Durante el camino, ocurren un sinnúmero de situaciones extrañas que ponen en evidencia el deseo de Tae-han de vengarse y averiguar más sobre su enemigo. De este modo, el marido enfurecido va conociendo a persona con mucha seguridad, atractivo y bastante más agradable que él. Su plan de venganza se consolida en la segunda parte cuando Tae-han encuentra a la esposa de Joong-shik.

Probablemente no encuentre referentes directos en el cine coreano para dar una idea clara de lo que tenemos ante nosotros. Personalmente no me he sentido impresionado, aunque es necesario reconocer en todo momento que la sofisticación estilística que muestra Kim es muy innovadora y por momentos incluso, disparatada.

Los puntos interesantes de la película son los personajes y específicamente su perfil. La interpretación de estos personajes también resulta muy curiosa, no debe haber sido tarea fácil. Y cómo ya mencioné el estilo de Kim para rodar. Por otro lado, la historia termina cayendo en un segundo plano, hasta la segunda mitad en donde recobra protagonismo y la película por fin parece poner sus pues sobre la tierra.

Estamos ante un trabajo muy personal pero enredado; cine del que puede generar todo tipo de reacciones. Personalmente rescato el gusto del directo en cuanto al rodaje, pero más allá de eso, no he visto mucho, y he sentido que el interés por la historia no es constante, dando la impresión de estar ante una explosión de ideas y escenas extrañas y un desarrollo predecible y sin mucho que ofrecer.

Bad Guy (2001)


Good Movie
Por Master of Hate

“Bad Guy” es sin duda uno de los trabajos de Kim Ki-duk más difíciles de asimilar y, sobretodo, apreciar. Si bien este director es capaz de crear un continuo desfile de imágenes que se transforman en poesía visual, sería un error encasillarlo como un director que se limita a crear belleza o simbolismos. Su carrera, y sobretodo sus primeros trabajos, acaparan un espectro más amplio y van mucho más allá que deleitar los sentidos con sutilidad y profundas melodías. Es por eso que si queremos ver al “verdadero” y más “completo” Kim ki-duk, no queda más que aventurarse a visionar sus trabajos menos conocidos y más controversiales.

“Bad Guy” es un ejercicio de trasgresión cinematográfica que yuxtapone violencia y hermosura del modo más intrincado que uno pueda imaginarse. La historia sigue los pasos del silencioso Han-ki, quién, al parecer, sin más razón que su maldad y deseos de venganza, trasforma en un infierno la vida de una bella joven llamada Sun-hwa. Han-ki, haciendo uso de un método realmente cobarde, la convierte en una prostituta y la sumerge en un mundo amargo y cruel. Durante el proceso, el personaje de Han-ki se desarrolla ampliamente y aunque su crueldad y malicia no son del todo justificadas, es posible darse cuenta de que en él hay algo más que un sucio proxeneta sin sentimientos.

El error garrafal que muchos se verán tentados a cometer es creer que el estilo que define a Kim Ki-duk sea lo que mostró en “3-Iron”; es decir, el tipo de historias que se desprenden de la violencia, de la crudeza y de lo mundano. No cabe duda que en el caso de “3-Iron”, el resultado fue soberbio, pero es sólo una de las facetas que el director decidió mostrar. Es una suerte que no se haya encasillado y que su estilo le permita explorar amplias posibilidades sin tener que copiarse a si mismo. En lo que concierne a esta “Bad Guy” tiene obviamente más reminiscencias de sus primeros trabajos, pero no por esto deja de ser representativo y fascinante.

Hablando de lleno sobre la película, me inclino a pensar que el personaje de Han-ki, excelentemente interpretado por Jo Hae-hyon (“The Romance” “Hanbando”) tiene sus orígenes, o al menos se basa parcialmente en el personaje de Hong-san de “Wild Animals” (segundo filme del director). La actitud de Han-ki bien puede ser catalogada como mero voyeurismo, pero por lo general estos personajes tienen gran independencia, son imprevisibles y se alejan considerablemente de los estereotipos. Hay mucho de su comportamiento que tiende a simplificarse, y de allí el poco sentido que, precipitadamente, se atribuye a su accionar. Kim ki-duk trabaja a un nivel más profundo y a donde apunta verdaderamente es a los problemas de comunicación, y la inhabilidad de expresar sentimientos; de esto modo, el cristal no es más que una barrera temporal que simboliza esta incapacidad que tiene sus personajes de poder comunicarse adecuadamente. Así mismo, hay que tener en cuenta que es costumbre del director centrarse en sujetos con “traumas” que por lo general nunca se desvelan del todo.

En cuanto a temas, no se toca nada nuevo, lo que si se hace es tratarlo de manera distinta. La prostitución es un tema recurrente en la filmografía del director, pero no siempre se trata de modo directo y obvio como en “Bad Guy”. Así mismo, dudo que la intención sea denunciar la prostitución y los abusos (más aún sabiendo qué piensa el director de esta profesión). Lo que sí pareciera más elocuente es ver todo un tanto alejado, sin tratar de definirlo todo, sin tratar de buscarle sentido a lo que aparentemente no lo tiene. Muchas de las acciones, sobretodo la transformación de Sun-hwa, pareciera salirse de todo límite de razonamientos. Es demasiado tarde como para buscarle el sentido a este tipo de cosas, sabiendo la predilección que tiene Kim Ki-duk por dejar grandes vacíos en sus películas, para que se llenen del modo que uno desee. Es quizás más fácil hallar sentido en finales ilógicos pero hermosos, que en los finales ilógicos pero tristes (así es el subconsciente).

Cinematográficamente, el largometraje tiene sus momentos de belleza estética, pero inyectados con menor consistencia y sin esa presencia apabullante de otros trabajos. Es de suponer que esto no se debe a la incapacidad de crear belleza estética (sólo hay que ver “The Isle”) sino a un mayor énfasis en los personajes y no tanto en su entorno. Por otro lado, hay una gran cantidad de simbolismos y contradicciones, “cosas” que dejan una ventana abierta a suponer muchas otras, es decir, en muchos aspectos, sigue siendo un filme con la estampa del cine característico del director. La música tiene un sabor muy particular ya que se incluyen algunos cortes en italiano que desde luego encajan perfectamente con el tono triste y, a veces dolorosos, de de algunas escenas.

Estamos ante un retrato de sentimientos extremos que se distorsionan y se desdibujan constantemente. Es realmente complicado encontrar belleza dentro de la violencia y lo banal, pero Kim Ki-duk ha sido capaz de conseguirlo en cierta medida. Personalmente veo a “Bad Guy” como un film que está a la altura de cualquier trabajo emblemático que haya hecho el director. Muchos extrañan el cine crudo y agresivo que lo caracterizó antes de darse a conocer masivamente; pero no dudo que la dirección que la dirección que tome en sus próximos proyectos, rescate esa rebeldía y ese anarquismo que tan bien ha sabido manejar. Por ningún motivo esta poderosa y brillante “Bad Guy” deja de ser un filme recomendable, por el contrario, su visionado es casi una obligación para todo aquel que quiera ver de lo que es capaz este director cuando decide incorporar algo más que bellas imágenes y lirismo.

A Cruel Attendance (2006)


Deudas que se pagan
Por Master of Hate

No puedo ocultar mi admiración por el actor Kim Su-ro quien tiene una larga trayectoria, aunque en su mayoría han sido papeles secundarios. No cabe duda que su fuerte es la comedia, pero también ha demostrado talento para incursionar en otros géneros; además, últimamente ha tenido la oportunidad de ser protagonista de dos filmes: “Vampire Cop Ricky” y el que comentaré a continuación, en el que hace dupla con Lee Seon-gyoon (“The Customer is Always Right”).

Dong-chul, un tipo relativamente normal, se halla en un gran problema ya que, debido a inversiones poco inteligentes, ha perdido grandes cantidades de dinero que pidió prestado. El usurero con quien Dong-chul contrajo la deuda es un hombre cruel y despiadado por lo que debe pagarle los intereses mensuales con gran puntualidad. Sin embargo, la suma es tan grande que Dong-chul se ve obligado a hacer todo tipo de sacrificios a costa de otra gente para no fallar. Cuando la situación parece habérsele ido de las manos, Dong-chul, junto a Man-ho, que es otro desdichado que no puede pagar su deuda, deciden secuestrar a una joven millonaria y obtener un rescate que les permita salir de sus crisis. Lo que nadie sospecha es que alguien ha estado siguiendo de cerca sus movimientos y que pronto les dará una gran sorpresa.

Por suerte “A Cruel Attendance” es justamente lo que esperaba: una película con una buena trama, intriga, comedia, drama, todo mezclado con la suficiente sutilidad para construir una cinta muy convincente. La adecuada dirección de Kim Tae-yun la dota de una gran fluidez y buen ritmo de principio a fin. Así mismo las buenas actuaciones resultan otro de los grandes atractivos que ofrece su visionado. Mención aparte se merece la efectiva y sensacional banda sonora.

El único problema que algunos pueden encontrar es el giro repentino que da la cinta cambiando repetidamente su tono cómico por uno dramático y viceversa. En todo caso, esa es la tendencia que predomina en muchas de las cintas coreanas, así que personalmente, siempre y cuando se tenga el tino suficiente para hacer que la transición no se vea forzosa, es una alternativa muy acertada. Pero tampoco se trata de nada nuevo, y es que creo que la mayoría conocerá la preferencia de muchos directores por este (a veces) bien empleado esquema; de hecho lo he sacado a relucir sólo para prevenir a quienes apenas empiezan sus andanzas por el cine coreano.

No quiero revelar más sobre esta cinta, pero lo cierto es que me parece un excelente largometraje, de esos que por lo menos entretienen y están por encima de la media. Así mismo, se agradece que haya un poco de variedad en una cinematografía saturada de comedias románticas y cintas de gángsteres, y es que ¿por qué no secuestradores?

Kal Ho Naa Ho (2003)


Y si no hubiera mañana?
Por Casandra

Desde el título se plantea un enigma: “Kal Ho Naa Ho” puede traducirse como “el mañana puede no ser”. Situada en Nueva York, la película narra la historia de Naina (Preity Zinta), una joven que vive con su familia, estudia en la universidad, ayuda en el negocio de su madre y espera el momento en que conocerá a su gran amor. La propia Naina relata su historia, y presenta a Rohit (Saif Ali Khan) y Aman (Shahrukh Khan), quienes ocuparán roles centrales en su vida.

La película fue dirigida por Nikhil Advani, producida por Yash y Karan Johar, y escrita por este último. Sin lugar a dudas, la combinación entre el buen trabajo de Advani y el destacado guión de Karan Johar y Niranjan Iyengar construyen una historia cautivante. El guión de Johar ofrece claridad de desarrollo, personajes con espesor psicológico y una gran capacidad para crear momentos de mucha comicidad así como también de hondo dramatismo. Como en “Kabhi Kushi Kabhie Gham” (2001) y en “Kuch Kuch Hota Hai” (1998), Johar apuesta por la emoción y sale ganando. El director potencia esto con un buen trabajo de cámaras y con una prolija dirección de actores.

El film se estructura en dos partes con varias líneas de acción. Por un lado, el conflicto amoroso entre Aman, Naina y Rohit. Por otro, el enfrentamiento familiar y religioso entre la madre y la abuela de Naina. La primera línea de acción ofrece una variante poco habitual en el cine de Bollywood: Aman y Rohit como posible pareja romántica. Si bien se desarrolla como tópico generador de comicidad, ligado al malentendido, es algo para destacar dentro de un cine marcado por la moral tradicional. La primera parte de la película, de tono cómico, incluye la presentación de los personajes y cuenta la gestación de los conflictos. En la segunda, se produce un giro que instala el drama como centro de la historia y resuelve el enigma del título.

Por debajo de estos conflictos subyace la constante preocupación por el problema de la identidad, de quienes emigraron de la India, de su lucha por mantener las tradiciones o de su oposición a estas. También aparece la crítica a quienes mantienen las tradiciones como rituales vacíos.

La música acompaña la trama, y los números musicales presentan coreografías vistosas y bien realizadas. Las canciones (con excepción de la horrible versión de “Pretty Women”) son pegadizas.

Todos logran emocionar y divertir con sus personajes, pero sin duda el trío protagónico se lleva los aplausos. Shahrukh Khan ofrece una de sus mejores interpretaciones, con un personaje hecho a su medida. En las partes cómicas actúa tan efectivamente como siempre, y en los momentos dramáticos ofrece una actuación que emociona. Preity Zinta combina fuerza y expresividad, mientras que Saif Ali Khan demuestra su talento en ambos registros. Kajol y Rani Mukherjee participan de esta gran producción en dos cameos, bailando con los protagonistas.

“Kal Ho Naa Ho” es una de las mejores comedias románticas de Bollywood de los últimos años. Con un guión impecable y excelentes actuaciones, los creadores logran emocionar y entretener al espectador. Ampliamente recomendada.

Girl, Thrirteen (The Wonder Years) (2007)


Creciendo
Por Master of Hate

Kim Hee-jung se une a ese selecto grupo de directoras surcoreanas que han incursionado en la industria del cine en corea en estos últimos años. “Girl, Thirteen” es un drama que trata sobre una joven cansada de su vida, y en particular, de su madre. La joven cree que su verdadera madre es una famosa cantante a quien mira constantemente en televisión, revistas y anuncios publicitarios. Pronto, esta idea parece tornarse en una obsesión hasta el punto de alterar drásticamente la relación con su madre y su vida personal.

A priori, da la sensación de que la película tiene mucho que decir ya que desvela un argumento con temas serios. La base de la trama son los problemas de comunicación, (por ende los problemas familiares) y la conflictiva visión de una adolescente sobre la vida. Dicho esto, es probable pensar que se trata de un trabajo que profundiza y analiza en detalle los problemas que plantea; no obstante, termina limitándose en gran medida y se conforma con un desarrollo modesto sin ir más allá. Véase como un intento de no ser falsamente filosófica o como una cinta sin mayor ambición, el resultado final deja ciertas dudas y un sabor a nada.

No es un mal trabajo, sobretodo para un debut; pese a ello, no representa ninguna sorpresa dentro de una cinematográfica que ya va dando signos de cansancio y que parece ya haber mostrado sus mejores cartas. En todo caso, la cinta cuenta con buenas actuaciones y quizás quienes tengan un interés particular en el tema la encuentren atractiva.

Fly High (2006)


El regreso de la enfermedad
Por Master of Hate

Hay muchas cosas que quisiera comentar sobre esta nueva producción, pero al ser todas negativas, realmente no valdría la pena. Es por este motivo que seré breve y directo con la reseña de esta “Fly High” del director Kwak Ji-gyoon.

Lo que tenemos entre manos esta vez es una melodrama increíblemente trillado con un argumento que dudo haya tomado más de media hora en ver la luz. La historia es bastante simple: Un joven estudiante de secundaria, con todos los atributos que deben tener los jóvenes galanes del momento, se encuentra con una simpática jovencita que había decidido entrar al baño de hombres debido a que el de mujeres estaba demasiado lleno. Lo que ocurre en el momento del encuentro es amor a primera vista por lo que el joven va detrás de ella dispuesto a conquistarla. Sin embargo, sus intentos no son fructíferos y parecen no dar resultado alguno. Lo que él no sabe, pero está por averiguar es que aquella chica tiene una enfermedad mortal que está a punto de acabar con su vida.

Lamentablemente la cinta me ha parecido la peor de las que se han visto en el género y la peor de entre todas las que recurren a este argumento de la pareja perfecta y la enfermedad mortal. La historia no incorpora un solo elemento adicional, se conforma con echar mano de una historia lineal cuyo desarrollo no esconde sorpresa alguna. La mayoría de escenas están muy sobreactuadas, y hay clichés por todas partes, cosa que hace que las actuaciones se vean realmente opacadas (por no decir mecanizadas)

No recuerdo ni un solo momento memorable en esta cinta, lo cual es un signo alarmante, ya que si no hay nada para rescatar, es que debe haber algo en su conjunto que no está bien. En todo caso, aquellos que hayan tenido pensado darle una oportunidad, harían mucho mejor en olvidarse de su existencia, a menos que quieran ver un ejemplo de “como no se debe hacer un melodrama.”

Road To The Racetrack (1991)


Métodos de persuasión
Por Master of Hate

En la década de los 90s es cuando empezó a gestarse la consolidación del cine coreano como una de las industrias cinematográficas de más calidad en el mundo. Uno de los exponentes que mejor puede ejemplificar una visión nueva y original es la cinta “Road To The Racetrack” del realizador Jang Sun-Woo, responsable de títulos como “Lies” o “Resurrection of the Little Match Girl.”

“ Luego de vivir varios años en Francia, R (Seong-kun) regresa a Corea convertido en un profesional. A su encuentro acude J (Kang Soo-yeon), mujer con la que vivió algún tiempo mientras estaba en dicho país. Sorpresivamente, vemos que su relación no pasa de ser un romance furtivo, pues R no sólo esta casado, sino que tiene dos hijos. Las cosas se tornan confusas ya que la relación de los amantes se ve constantemente amenazada por la indecisión de J que intenta acabar con todo una y otra vez. R por su parte, usa todo tipo de artimañas para persuadir a J de que se quede junto a él.

“Road To The Racetrack” es un drama que, a pensar de girar entorno a la relación de una pareja, carece de romance casi en su totalidad. El veterano actor Seong-kun (“Green Fish” “Jealosy Is My Middle Name”) interpreta a R, un hombre con un perfil psicológico sumamente interesante que a grandes rasgos se podría definir como el estereotipo del hombre machista, vividor e irresponsable, que además posee un gran poder de persuasión, mismo que usa para manipular a J. Su gran contradicción es poder controlar a J la mayor parte del tiempo, mientras que no consigue convencer a su esposa para que le de el divorcio.

J es un personaje doblemente complicado, pues a diferencia de R, parece no saber que es lo que en realidad quiere. Su personalidad se contradice una y otra vez, y a pesar de que, por momentos, pareciera tener la situación bajo su control, llega un instante en el que se transforma en un mero juguete sexual para su amante. De todas maneras J resulta fascinante y muy interesante desde el punto de vista masculino.

La cinta esta cargada de diálogos, muchos son irrelevantes en cuanto a su relación como pareja, sin embargo sirven de medio para comprender los motivos e intenciones que tiene cada uno a corto plazo. Por otro lado, a pensar de no haber momentos expresamente cómicos, algunas de las situaciones pueden causar mucha gracia por lo triviales, tontas o absurdas que lucen.

La relación de pareja se analiza desde un punto de vista muy real, es decir, prevalece más el lado sexual o el sometimiento del “otro” por encima cualquier tipo de sentimiento de amor. Se trata de una visión muy moderna sobre las relaciones sentimentales, que incluso hoy en día pareciera transgredir la imagen típica del romance ideal y puro.

Al ser una cinta rodada en 1991 hay cantidad de cosas que podemos comparar con respecto a cintas más modernas, desde prejuicios sociales que, pese a existir aún aquí se ven doblemente marcados, hasta el desarrollo de una ciudad que se ve menos moderna y que ofrece oportunidades limitadas para prosperar.

La cinta quizás abusa un poco del dialogo extendido, sin embargo, visto desde otro modo, esto termina reforzando mucho los perfiles de cada protagonista y reafirmando la idea del director. “Road To The Racetrack” es una cinta brillante que juega mucho con las virtudes y defectos de los protagonistas, que a su vez representan a un colectivo. Se trata de un gran trabajo que espero disfruten tanto como yo.

Ahista Ahista (2006)


Gradualmente y con medias tintas
Por Casandra

“Ahista Ahista”, es la ópera prima de Shivam Nair, quien tiene más de doce años de experiencia en la televisión como camarógrafo, editor y director. Producida con un exiguo presupuesto, en comparación con los estándares de Bollywood, Nair construye una pequeña historia que oscila entre los clichés del cine comercial y ciertas elecciones que lo alejan de él.

Este drama romántico cuenta la historia del encuentro entre Ankush (Abhay Deol), un joven humilde que se gana la vida oficiando como testigo en bodas, y Megha (Soha Ali Khan), una muchacha que huye de su hogar en Nainital para casarse con su novio Dheeraj. La ausencia de Dheeraj el día del casamiento desengaña a Megha y a partir de entonces pone su atención en Ankush. Gradualmente (eso señala el título del film) se entabla una relación entre ellos que se verá desafiada por el destino.

Los números musicales son algo precarios, y se enmarcan en el terreno de los sueños. La repetición de este recurso a lo largo del film redunda en una pérdida de eficacia del elemento musical. Por otro lado, el leitmotiv musical no tiene la fuerza y el ritmo necesario, algo que también le ocurre a Soha Ali Khan. Su actuación demuestra más carencias que virtudes, incluso durante los cuadros musicales, donde se limita a caminar alrededor de su co-protagonista. Es Abhay Deol quien lleva adelante el film, en tanto se convierte en el personaje principal de la historia, así como también por su trabajo actoral. Abhay Deol le otorga a su personaje una dosis de realismo nada habitual en las películas del cine comercial de la India.

Si la inclusión del elemento musical parece querer acercar al film a los estándares del cine comercial, otros aspectos del guión y del tratamiento de la imagen lo alejan contundentemente. El acierto del director son aquellos momentos en que el tono es más intimista, siempre ligados a la muy buena actuación de Abhay Deol. El problema que presenta el film es que Shivam Nair no logra deshacerse por completo de los lugares comunes del cine bollywoodense tradicional, produciendo un descenlace un poco abrupto.

Poco afortunada en el momento de su estreno en la taquilla, el juicio a Shayan Munshi (el actor que interpreta a Dheeraj) por el asesinato de una joven puso a “Ahista Ahista” en el centro de una polémica que poco tenía que ver con lo cinematográfico.

En síntesis, podemos decir que “Ahista Ahista” es un film desparejo, con un buen punto de partida que luego pierde fuerza y claridad en el desarrollo. A pesar de esto, es interesante ver un cine hecho en los márgenes del cine comercial, sin grandes estrellas y con otras pretensiones además del entretenimiento.

Rang de Basanti (2006)


El cambio es posible
Por Casandra

“Rang de Basanti” fue uno de los films más exitosos de 2006 en la India. Recibió multitud de premios en los Filmfare Awards, Star Screen Awards, Stardust Awards, GIFA Awards, Zee Cine Awards, IIFA Awards y BAFTA Awards. Suscitó polémicas, y el público y la crítica en su mayoría la señalaron como una gran película.

La historia es narrada por Sue (Alice Patten), una joven inglesa que llega a Mumbai con la idea de filmar un documental. Basándose en el diario que escribió su abuelo, un oficial británico, intenta reconstruir la gesta de un grupo de revolucionarios que lucharon por la independencia de la India. A través de una amiga, conoce a un grupo de desencantados universitarios que la acompañan en el proyecto. Poco a poco, lo que comenzó como un mero entretenimiento, provoca un fuerte cambio en los jóvenes.

El film se apoya en algunos hechos reales, como los problemas con el ministerio de defensa y el asunto de los MGI, y plantea una crítica explícita contra la corrupción en el país. Los personajes están delineados con un trazo fino, y cada uno posee rasgos psicológicos que ayudan a crear su prehistoria.

En el comienzo del film, los cuatro amigos, Dj (Aamir Khan), Aslam (Kunal Kapoor), Karan (Siddharth Narayan) y Sukhi (Sharman Joshi) no logran comprometerse con su país, porque lo ven como una nación viciada por la corrupción. Ante eso, su única salida sería emigrar. La llegada de Sue los enfrenta a otra realidad, y los empuja a tomar partido para modificar su país.

El film cuenta con un guión elaborado, la precisa dirección de Rakeysh Omprakash Mehra, la bellísima fotografía de Binod Pradhan y excelentes actuaciones. El guión consigue incrementar la tensión conforme avanza el relato, al tiempo que desarrolla en paralelo la historia de los revolucionarios del pasado y la de los jóvenes que ocupan sus roles en el documental que están filmando. Si en la primera parte el humor es un elemento común, en la segunda el giro dramático cambia el tono del film. La fotografía elige tonos ocres para la historia de los revolucionarios y colores vivos para la actualidad. En cuanto a la música de A. R. Rahman, no se destaca especialmente y funciona como un mero acompañamiento.

Las actuaciones son uno de los aspectos más destacados de la película. Más allá de la extrañeza que puede causar ver a Aamir Khan (de 42 años) como un estudiante universitario, el resto del casting parece bastante apropiado. Las interpretaciones de Soha Ali Khan, Madhavan, Sharman Joshi, Atul Kulkarni y hasta del propio Aamir Khan son muy buenas. Dentro de un reparto sin fisuras, se destacan ampliamente Kunal Kapoor, Alice Patten y Siddharth Narayan.

Sin lugar a dudas, “Rang de Basanti” es una muy buena opción para acceder al cine de la India para aquellos que aún no se han animado, dado que conjuga buenas actuaciones con un guión claro y una realización impecable.

Hana Yori Mo Naho (2006)


¿Venganza?
Por Fingolfin

Esperadísima película para el 2006, que utiliza como carta de presentación los 7 premios recibidos en festivales de todo el mundo, y el hombre encargado de su dirección: Hirokazu Koreeda (quizás mas conocido por “el director de Nobody Knows”). No solo el éxito de su último trabajo es el que atrae público y crea expectación, sino que un factor importante ha sido la curiosidad por acercarse a su debut en el género samurai.

Soza es un samurai instalado en un barrio pobre de Edo. Su clan lo ha enviado a vengar a su padre bajo la promesa de una recompensa. Sin embargo su habilidad con la espada es nefasta, y su debilidad y compasión dificultarán enormemente su objetivo.

Venganza. Un tema tan típico del cine samurai como lo es el amor en el cine romántico. La venganza siempre ha sido mostrada tradicionalmente como algo honorable, y precisamente fue uno de los factores que dificultaron la comercialización internacional del cine chambara en sus inicios. Prácticamente cualquier película que podamos imaginar tiene una pequeña dosis, ya sea como elemento fundamental o secundario.

Tratemos de pensar por un momento, cual ha sido la historia de venganza más espectacular y admirable que encontramos en el panorama cinematográfico. ¿A nadie le vienen a la mente los 47 ronin? A día de hoy en esta pagina he comentado “The Loyal 47 ronin” (1941), “Chushingura” (1962), “The Fallo of Ako Castle” (1978), y “47 ronin” (1994). En todas ellas mostré mi enorme satisfacción y admiración por la historia (que además es verídica). Pues bien, lo que Hirokazu Koreeda hace en “Hana Yori Mo Naho”, es todo lo contrario. Trata de desmontar los ideales de venganza valiéndose de una técnica increíblemente intimista que busca la identificación del espectador con los personajes a través del realismo y la comedia.

Los sucesos del film se desarrollan simultáneamente a los preparativos de los 47 ronin (aunque representado de una manera insultantemente simple). Tratando de hacernos sentir compasión por el enemigo de Soza, desprestigiando los ideales de venganza, y ofreciendo otras alternativas, Koreeda hace que poco a poco vayamos perdiendo el interés por que esa venganza se produzca, y nos encamina psicológicamente a la búsqueda de un final feliz.

Algunos ejemplos ilustrativos de esa “degradación” de la historia, son frases como “un puñado de hombres para matar a un pobre anciano”…”un ataque furtivo de noche”…”un asesinato cobarde y cruel”…y hasta uno de los ronin antes de lanzarse al asalto llega a decir: “al final hemos acabado asaltándoles en sus camas”.

Saliendo del argumento, y entrando en las actuaciones, decíamos que el director era un novato en este género, algo que contrasta con algunos de los actores elegidos. Rie Miyazawa tiene en su filmografía “Twilight Samurai” y curiosamente, la versión de 1994 de los 47 ronin; a Tadanobu Asano ya le hemos visto en la piel de un samurai tanto en “Gohatto” como “Zatoichi”; y finalmente Katsuo Nakamura tiene un historial interminable en este género. Todos ellos actúan con una naturalidad apabullante, transformando la historia en algo íntimo y real, y con actuaciones muy comedidas, lejos de las exageraciones del cine clásico chambara.

La música es bastante moderna, por lo que al principio del film llega a producir un contraste muy parecido al de “Samurai Fiction”, pero que poco a poco se va adaptando, incluyendo además de la pieza alegre de presentación, otras melodías de carácter más dramático.

“Hana Yori Mo Naho” es una historia enormemente real e intimista, que trata de desmontar todo aquello a lo que nos tienen acostumbrados. Una valiente apuesta de Koreeda, que sin embargo en mi caso no ha conseguido más que provocarme unas ganas enormes de volver a revivir la historia de los 47 ronin. Fuera de eso, la película es estupenda, y quizás junto con “Shisso”, lo mejor que me ha dejado Japón este año.

Don't Look Back (2006)


Tres historias, tres decepciones
Por Master of Hate

Como gran fanático del cine independiente, y en particular del cine minimalista de directores como Hong Sang-soo, tenía muchas ganas de ver esta cinta que ha funcionado muy bien a nivel de festivales. Pese a que he intentado que me guste (de hecho por ahí ya empezó mal la cosa) no he conseguido sentirme medianamente satisfecho al final del visionado de este largometraje. ¿Razones? está claro que no todo cine minimalista esconde potencial creativo e innovador, y que tampoco hay que dejar que la crítica diga la última palabra.

“Don’t Look Back” recopila tres historias independientes que tratan temas un tanto similares. El primer segmento relata la vida de una joven que vive junto a su hermana y que está en un mal momento, pues se halla inconforme con su vida y con su novio. Finalmente más problemas le sobrevienen y termina, de cierto modo, perdiendo el control de su frágil vida.

El segundo segmento relata una historia de amor bastante peculiar en la que un muchacho termina enamorándose de una mujer desconocida, luego de que casualmente éste consigue obtener información sobre ella, gracias a un amigo que planea chantajear al amante casado de dicha mujer. Además de este traspié amoroso, el muchacho se ve en una situación muy comprometida ya que esta a punto de ser despedido de su empleo y no sabe que rumbo va a tomar su vida después de eso.

El segmento final muestra las vivencias de un hombre que decide realizar su servicio militar muy tarde y que a tan sólo días de completarlo descubre que su esposa ha iniciado una relación con otro hombre. Su vida está caracterizada por el desinterés hacía la gente y las cosas que lo rodean. Cuando trata de retomar el rumbo de su vida, parece que ya demasiado tarde.

Las historias en su conjunto son una clara alusión al desengaño de una generación que se enfrenta a problemas personales. Los protagonistas son estereotipos de lo poco usual, gente que de algún modo u otro esta llena de desesperanza y negativismo. El entorno en todas las historias refleja ciertas similitudes y características muy reconocibles en la sociedad moderna. Por ejemplo, en el tercer segmento se ve como hay dos mujeres profesionales, independientes, capaces de tomar dediciones por si solas y por consiguiente hacer las cosas a su modo, mientras el protagonista no ha conseguido ninguna seguridad económica y no sabe ni siquiera lo que va a hacer el día de mañana. En tanto que en la segunda historia tenemos a un sindicato que lucha por sus derechos y a una compañía que trata de salirse con la suya luego de despedir al personal. De este modo tenemos a gente que se enfrenta a dilemas tanto personales como laborales, y que vive con un constante desengaño.

A pesar de que la cinta tiene escrita sobre sí la palabra realismo con letras mayúsculas, queda en evidencia que no se trata de una historia fácil de digerir. La cinta tiene un ritmo sumamente lento y carece de dramatismo, es un tanto difícil mantener el mismo nivel de interés de principio a fin y no sentirse un tanto aburridos con historias que dicen todo de una manera tan obvia, y es que cuesta encontrar en ellas un sentido más profundo.

Se me viene a la mente la película “My beautiful days” como un referente interesante, que puede servir para hacer una leve comparación en cuanto al contenido, ya que “Don’t Look Back” se acerca más a ésta cinta que al mismo cine de Hong Sang-soo que es lo que probablemente algunos esperaban por los antecedentes del director Kim Young-nam quien fue asistente de Hong en “Woman is the Future of Man” . En todo caso, me atrevo a decir que lo que tenemos entre manos es un trabajo bastante hermético que a pesar de tener unas cuantas ideas significativas, no consigue entusiasmar y tampoco dará mucho que pensar.

Kabhi Khushi Kabhie Gham (2001)


Entre las tradiciones y el amor
Por Casandra

La feliz vida de la familia de Yash (Amitabh Bachchan) y Nandini (Jaya Badhuri) se ve perturbada cuando su hijo Rahul (Shahrukh Khan) se enamora de Anjali (Kajol), una joven de familia humilde. Desafiando a su padre y a sus tradiciones, Rahul se casa con Anjali, y al hacerlo es separado de la familia. Años después, su hermano Rohan (Hrithik Roshan) tratará de reunirlos nuevamente. Karan Johar, director de “Kal Ho Naa Ho” (2003) y “Kabhi Alvida Naa Kehna” (2006), nos presenta un drama familiar, con su habitual toque para retratar y transmitir las emociones de los personajes.

“Kabhi Khushi Kabhie Gham” fue un éxito arrasador en la taquilla en el momento de su estreno. Y no es para menos, considerando el reparto y la solvencia del director y los rubros técnicos.

Como en toda gran producción de Bollywood, la puesta en escena es espectacular. El film posee un importante despliegue de vestuario y escenografía. Los números musicales cumplen la expectativa del público, con canciones pegadizas y coreografías complejas con excelentes bailarines.

Las actuaciones son destacables, en especial en el caso de Shahrukh Khan y Kajol. La química entre Kajol y Shahrukh Khan es uno de los puntales que sostienen el film, y que desde 1992 con “Baazigar” ha ido creciendo en películas como “Karan Arjun” (1993), “Dilwale Dulhania Le Jayenge” (1996) y “Kuch Kuch Hota Hai” (1998). Tal vez por ello el interés del espectador decae cuando en la segunda parte, el devenir de la historia se centra en Hrithik Roshan y Kareena Kapoor. Khan y Kajol poseen un excelente timing para la comedia, y además de cantar y bailar, logran emocionar en las escenas dramáticas.

Los personajes de Rohan (Hrithik Roshan) y Pooja (Kareena Kapoor) están dibujados con trazo mucho más grueso por los actores que los interpretan. Del grupo protagónico, la única que no está a la altura es Kareena Kapoor por cierta tendencia a la exageración en el modo de hablar y de los gestos.

Por otro lado, Amitabh Bachchan ofrece un trabajo efectivo, mientras que Jaya Badhuri se luce en el personaje de la madre que lucha por reunir a su familia. Rani Mukherji tiene una breve y fundamental aparición como la novia elegida para Rahul por su padre.

El guión de Shenna Parikh trata de comunicar cierta normativa al construir un discurso en favor de la familia como institución y de la patria (India) para aquellos que emigraron de su país y viven de acuerdo a costumbres ajenas. La historia de esta familia intenta señalar la necesidad de preservar las raíces, aún cuando en la película el amor redime a quienes transgreden esa ley.

“Kabhi Khushi Kabhie Gham” es una gran película. Gracias a la precisión y al oficio del director Karan Johar y del guión, los 210 minutos de duración se disfrutan a través de las “risas y lágrimas” que promete el título del film. Johar maneja con soltura los momentos cómicos y los dramáticos, y el sólido elenco ofrece interpretaciones memorables.

Sunflower (2006)


Un cambio necesario
Por Master of Hate

Este es el tipo de película que parece haber estado allí, esperando el momento propicio para inyectar al género una potente dosis de vitalidad. ¿A qué me refiero? Esta claro que la figura del “gangster” ha cobrado una importancia significativa que se ve reflejada en la producción cinematográfica de los últimos años. El problema surge cuando la historia se cuenta siempre de la misma manera, porque entonces tenemos “casi” clones de grandes cintas o imitaciones sin demasiado brillo. “Sunflower” se atreve a romper parcialmente la formula más tradicional y nos presenta algo distinto.

Tae-sik acaba de salir de prisión y se dirige a su pueblo natal en donde planea empezar una nueva vida. Su dócil y tímido carácter oculta el terrible y sangriento pasado que intenta dejar atrás. Pero es ese mismo pasado es el que hace que una familia le abra sus puertas y le ayude a empezar una vida honesta. Por otro lado, las bandas locales, atemorizadas por el regreso de Tae-sik, temen lo peor y se desesperan por su presencia. Lo que no saben es que Tae-sik se ha convertido en otra persona y ha prometido no volver a pelear nunca más, tan sólo pide una oportunidad para demostrar que ha cambiado de verdad.

Haciendo honor a la verdad, no esperaba mucho del director Kang Seok-beom, puesto que en “Mr. Handy” no hallé más que una comedia del montón (de esas que pasan sin pena ni gloria). En ésta, su segunda película, las cosas han mejorado notablemente. “Sunflower” es un magnifico drama con toques muy puntuales de comedia que nos muestra una figura distinta del gangster, pues la cinta trata más sobre el arrepentimiento y la reivindicación de un hombre y no sobre la lucha de héroe por hacerse un lugar en la organización.

La cinta trasmite mucho y muestra la otra cara de la moneda; la falta de fe en aquel que no supo llevar su vida decentemente y lo difícil que es borrar el pasado. El personaje de Tae-sik está muy bien interpretado por Kim Rae-won a quien vimos en la regular “Mr Socrates.” El único problema de la película son los villanos reciclados y caricaturescos (parece que hay que irse acostumbrarse a ellos de una vez por todas)

Estamos ante un trabajo muy bien balanceado, pues así como tiene su dosis de acción, tiene sus momentos dramáticos. Kang Seok-beom ha estado a punto de conseguir uno de los filmes más representativos del género; pero, desde mi punto de vista, hay algunos detalles que no terminan de rematar la película correctamente, pero aún así, confió en que quienes vean esta cinta queden muy satisfechos.

A Battle of Wits (2006)


Épica atípica
Por sinsangre

Bajo la dirección de Jacob Cheung llega una de las películas más esperadas por los aficionados al cine asiático. Una historia épica de asedio y resistencia, de honor y orgullo en la que se pone de relieve la capacidad del todopoderoso actor Andy Lau para levantar un proyecto de estas características y que se convierte en un espléndido espectáculo visual que no termina por alcanzar la alta cota que se esperaba de él por todos los seguidores del género. terminando por dejarte un ligero regusto amargo y una cierta rabia por la oportunidad fallida.

Porque la película adolece de un principio fundamental para que el espectador se sienta identificado con ella. Y es que no emociona. No te hace empatizar con la sufrida vida diaria de los habitantes del castillo asolado y eso termina por pasar factura a lo largo del desarrollo de la historia Hasta el punto en que cuando se acercan las hordas enemigas, uno termina por distraerse entre los tambores de batalla y no padecer lo más mínimo la angustia de quien se siente violentado por los bárbaros atacantes, terminando por restarle importancia a quienes caen en combate y quienes continúan en la brecha, independientemente del bando al que pertenecen.

El argumento no profundiza en la importancia que cada personaje de la historia debería tener y salvo el personaje principal de Andy Lau, el resto se reparte una pequeña dosis de pastel en el que se intuye pero no se asume su influencia para el devenir de la historia, terminando por desligar al espectador de la previsible trama.

El argumento de esta mastodóntica obra no es del todo original. Está basado en el manga Bokkou y cuenta una historia muchas veces vista en cine que a todos nos resulta atractiva de antemano. La lucha sin esperanza ante un enemigo superior en número y recursos con la inexperiencia y la ausencia de medios materiales apropiados para la ocasión. El álamo, el Abismo de Helm. Asedio en condiciones desfavorables que a todos nos termina por emocionar.

En un periodo de conflictos continuos entre los siete reinos independientes de la antigua región China, el ejercito de Zhao, liderado por el todopoderoso general Xiang Yanzhang intentará hacerse con el control de la pequeña ciudad-estado de Liang, a la que supera en número de combatientes de manera insultante. Sin embargo, en un acto de desesperación, la pequeña ciudad pide ayuda a la tribu de los Mozi, seguidores de la religión Mohista, que profesan el amor al prójimo y la confraternización de los pueblos. Al lugar acude un sólo hombre Ge Li (Andy Lau), estratega experto y deseoso de ayudar allá donde lo necesiten.

El personaje de Andy Lau lleva todo el peso de la historia. Es el encargado de movilizar a la temerosa población de Liang usando para ello el carisma que le proporciona su filosofía pacificadora. A su alrededor fluctúan soberbios reyes, recelosos príncipes y cautelosos enemigos. Sin embargo, lo que se intuye como un paso adelante en el desarrollo de la historia (presentación del jefe arquero, desesperación de los esclavos, venganza de los lugareños) queda rápidamente olvidado por el nulo avance en sus tramas y el olvido en otras nuevas que no mantienen una pizca de interés. Por no comentar el personaje femenino introducido de forma innecesaria para caramelizar una historia que resta credibilidad al conjunto.

La mejor baza con la que cuenta la película es la dirección acertada de las secuencias bélicas que suponen el núcleo de la trama. Más en concreto, las diversas estrategias con las que el personaje de Ge Li se las ingenia para contrarrestar el ataque enemigo. Siempre he disfrutado de la fuerza de la pluma frente a la espada y momentos como la defensa ante la lluvia de flechas ardientes merece por sí solas el visionado complaciente de esta obra.

Del mismo modo, el nivel de ambientación logrado en la película, su dirección artística en conjunto, es sublime y consigue hacerte sentir miembro de aquella denostada sociedad china de guerras y ambiciones. Sobresaliente ejercicio de vestuario, peluquería, maquillaje y demás categorías que adornan el fallido producto final.

En definitiva una historia efectiva en cuanto a la ambientación y a las secuencias bélicas, perfectamente desarrolladas que, por desgracia, se queda en solo eso. En espectáculo vacío y carente de una fuerte historia que lo convierta en una producción de mayor relevancia.