Movido por la ambición
Por Fingolfin
Otro director que se ha mantenido haciendo películas desde los años 50 hasta nuestra época, Kihachi Okamoto, que lamentablemente murió de cáncer en febrero del año pasado. Si hiciéramos un homenaje a su obra, “Samurai Assassin” y “Sword of Doom” son las dos creaciones que mas destacarían, y como ambas van seguidas cronológicamente, las abordaremos de igual manera.
Metiéndonos de lleno en la trama, Tsuruchiyo Niiro es un ronîn de bajo nivel que malvive en la miseria y que tras perder a su madre lo único que le queda es su amigo Einosuke. Pese a todo, ambiciona convertirse en un autentico samurai de 300 kokus y poder caminar orgulloso. Para ello se introduce en el clan Mito, que planea asesinar a Ii Naosuke, el hombre más importante del gobierno Tokugawa.
Quizás tengan razón los directores que deciden rodar películas en blanco y negro aun cuando los tiempos han cambiado; y también los que intentan usar un estilo arcaico a la hora de filmar. Lo cierto es que cuando no hay combates y acción de forma continua, no hay colores ni detalles que te llamen la atención, el espectador solo se fija en los elementos más importantes: los personajes. Con lo que acabo de decir trato de justificar un aspecto muy criticado de éste film, como lo era la excesiva abundancia (tal vez desproporcionada) de diálogos. En historias como éstas, que presentan un gran número de personajes, es algo fundamental que cada uno se desarrolle por si solo, y para ello se requieren diálogos. Como casi siempre en esta época nos topamos con algunas actuaciones geniales. Es el caso de Toshirô Mifune (Niiro) o Keiju Kobayashi (Einosuke) (ambos con más de 170 películas a sus espaldas), y mi mención especial para Yûnosuke Itô (Hoshino) en un papel secundario increíblemente ambiguo.
El dramatismo es un elemento muy encubierto en el film, no son detalles visibles los que llevan al drama, sino la propia historia en su conjunto. El final es verdaderamente caótico, y si bien pudiera parecer algo evidente en algún momento del film, el director lo lleva de manera discreta tratando de confundir al espectador. Si Kurosawa hacia escenas magnificas bajo la lluvia, en “Samurai Assassin” tenemos autenticas maravillas bajo la nieve.
Sus similitudes con “47 Ronin” son importantes, en ambas el objetivo de la película es un ataque, y la acción se reserva para el final. La diferencia mas importante radica en el desarrollo central, si en “47 Ronin” se recurría a la motivación de dicho plan, “Samurai Assassin” se centra en los preparativos al asalto.
Como ya he mencionado anteriormente, “Sword of Doom” y ésta son quizás las mejores películas del director. Imprescindibles para los amantes de las historias de samuráis.
Especial Semana de Cine Samurai Clásico (5 de 7)
1 comentario:
No sé cuantos chambara tendrá Okamoto, yo he visto 5, lo cierto es que Okamoto no es precisamente mi director preferido, aunque tiene algunos chambaras disfrutables.
En mi opinión tanto a "Samurai Assassin" como a "Sword Of Doom" creo que les faltan algo de dinamismo, me gustan los chambaras densos, me encantó "Seppuku" y me encantó "Yagyû Ichizoku no Inbô" ["Shogun's Samurai"], pero a estos les faltaba algo.
Especialmente "Samurai Assassin" me gustó algo menos, quizá la que menos junto con "Akage".
De Okamoto, si me tengo que quedar con alguna, prefiero "Kill!", un chambara desenfadado con una trama interesante.
También participó en la saga Zatôichi dirigiendo una de las mejores, Zatôichi to Yôjinbô.
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