Atrapado en su destino
Por Fingolfin
Tres años después de su obra maestra (“Los 7 Samurais”), Akira Kurosawa volvió a deleitarnos con una de las mejores adaptaciones de la literatura jamás hechas en la historia del cine.
En la versión doblada que llegó a Estados Unidos, su título era “Macbeth”, algo que la situaba como una más de las docenas de obras que se hicieron con ese nombre. Sin embargo el título internacional se tomó de la versión subtitulada, “Throne of Blood”, que al menos servía de identificativo para hacer justicia a esta obra de arte, que no solo llevó la tragedia de Shakeaspeare a la pantalla con suma delicadeza y cuidado, sino que además la introdujo en el mundo de los samuráis, en Japón.
Sobra decir que la sinopsis es similar a Macbeth. Washizu y Miki regresan después de una victoria militar contra los sublevados. Por el camino entran en un tétrico bosque donde se encuentran con un extraño personaje (un espíritu) que les predice el destino de cada uno, erigiendo a Washizu como señor de la Mansión del Norte, y mas tarde del Castillo de las Telarañas, y a Miki como comandante del fuerte 1, y como padre del sucesor de Washizu. No le hacen demasiado caso y lo toman a broma hasta que su primera predicción se cumple.
Sinceramente no soy el más indicado para valorar o contextualizar la obra de Shakespeare, por lo que me limitaré a comentar la película manteniéndome al margen de las comparaciones, similitudes y diferencias con el libro.
Puede llegar a parecer que esta obra es un ejemplo de creencia en el destino como algo que cada persona tiene ya preparado y no se puede cambiar (por lo tanto, predecible). Sin embargo lo que tenemos es todo lo contrario, es una demostración de que cada hombre es dueño de su destino, y se lleva a él con sus propias acciones. Lo que nos hace preguntarnos: ¿habrían tenido el mismo futuro si nunca hubieran encontrado al “aparecido”?.
Resulta macabro, e incluso impactante, ver como una simple profecía lleva a un hombre a su autodestrucción. Movido por la ambición de su mujer y el temor a su destino, Washizu termina consumiéndose en su propia locura, una locura de la que mas tarde también participará su mujer. Durante todo el film vemos como cada una de sus acciones contribuye a su perdición. Incluso el idioma de los cuervos es interpretado como augurios según la conveniencia de aquel que los lee.
En cuanto a la técnica, no hay nada nuevo que no pudiéramos ver ya en “Los 7 Samuráis”. Adecuada música que se hace notar solo en los momentos oportunos, y un magnifico coro que comienza una canción al principio de la película, y la termina al final. El vestuario se hace imposible de pasar por alto, las armaduras de samuráis son perfectas en cada uno de los cientos de extras que participan, a la vieja usanza (claro está, sin ordenadores), un espectáculo digno de ver.
Los escenarios son casi todos muy amplios y con paredes vacías, contribuye a crear ese ambiente tétrico y de soledad absoluta en la que se va quedando nuestro protagonista.
Por supuesto no podría terminar sin ensalzar como es debido la actuación de Mifune en su papel de Washizu (aún estoy esperando ver en cual de sus 190 películas su aparición sea mediocre), y el de Isuzu Yamada como Asaji Washizu (Lady Macbeth). No es una historia de samuráis a las que estamos acostumbrados, sino una obra sorprendente y una adaptación magnífica. Todo un film imprescindible valorado por muchos como el mejor Shakespeare en la pantalla.
Throne of Blood (1957)
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2 comentarios:
Tranquilo, ya encontrarás interpretaciones de Mifune si no más mediocres [tampoco voy a decir malas, Mifune es Mifune, : ] sí muy sobreactuadas, es de lo poco que se le puede tachar al gran divo de Kurosawa, en algunas películas, sobretodo al final de su carrera, sobreactuaba en exceso, pero bueno, es algo habitual en los más grandes, y él lo fue.
Eso sí, yo prefiero a Nakadai, lo siento, eheh
En lo que mas peca Mifune quizás en ocasiones es la repetitividad de sus actuaciones. Es el caso del papel que hace en "incident at blood pass" como guardaespaldas demasiado tipico.
De todas formas en ésta película nos deja un sabor de boca inmejorable.
Nakadai soberbio, el Martes pondré "Seppuku", donde tiene una actuación increible.
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