Una misión por cumplir
Por Master of Hate
Cuando hablamos de “Silmido” nos referimos a uno de los trabajos más sobresalientes de Corea del Sur en los últimos años. La repercusión de esta película, si bien fue mayor a la que se esperaba, está plenamente justificada ya que se tenían precedentes del posible éxito que le aguardaba. Primeramente, hay que considerar un par de obras claves dentro del cine Surcoreano de esta última década. Tanto “Shiri” como “JSA” fueron trabajos contundentes en años anteriores. ¿Qué tienen en común? Pues bien, ambos tratan (de manera diferente) los conflictos y problemas actuales entre Las 2 Coreas. Pero si la ficción da resultado, sería lógico pensar que tomando un hecho histórico para llevarlo a la pantalla grande, la acogida probablemente sería por lo menos igual de buena. Para este propósito se recluto a uno de los iconos del cine local. Se trata de Kang Woo-Suk que venia precedido por un éxito taquillero como fue “Public Enemy” en el 2002.
En primer lugar, es importante dar crédito a la razonable aclaración que se hace a manera de preludio. Se especifica que el largometraje esta basado en un hecho real, ocurrido en 1968, cuando se creo la unidad 684 en la isla de Silmido, pero debido a la carencia de datos precisos sobre el incidente, se ha optado por tomar una licencia artística.
No hace falta explicar esto, pues simplemente se nos aclara que no se intenta recrear la historia. Entonces podríamos decir el contexto histórico sirve más como escenario que como un antecedente sobre el cual reconstruir los hechos.
Tras el intento de asesinato del presidente surcoreano. La cúpula militar de este país decide crear la unidad 684 cuya misión seria la de asesinar al líder norcoreano Kim Il-sung en pos de la reunificación de ambos países. Los miembros de la unidad serian mayormente gángsteres, y convictos sentenciados a la pena de muerte. Luego de un intenso entrenamiento en una isla remota, la unidad se convierte en un verdadero grupo elite que parece ser perfectamente capaz de llevar a cabo su misión.
Silmido es sin lugar a duda un relato épico de enormes proporciones que resulta intenso y convincente a toda escala, desde luego, dejando una vez más en claro que no se juzga la historia, si no la película como tal. Los momentos mejor conseguido, están en el las rigurosas labores de entrenamiento, que tienen como fin, convertir el escuadrón en una verdadera maquina asesina. El director no ha escatimado esfuerzos, en dedicar buena parte de la cinta a mostrar el proceso de cambio en las figuras más representativas dentro de la trama. Este esfuerzo rinde sus frutos en su segunda mitad. Hablando de la banda sonora, esta merecería una reseña a parte, es excelente.
El elenco cuenta con figuras locales relevantes como Ahn Sung-kee (“Musa” “Nowhere to Hide”), Sol Kyung-gu (“Oasis”, “Public Enemy”), Heo Jun-ho (“Vulcano High”), Jeong Jae-yeong (“No Comment”) entre otros. Finalmente, aunque la cinta pueda ignorar algunos aspectos importantes para quienes quieran verla con ojo crítico, no deja de ser una producción de gran peso, que representa uno de los trabajos más laboriosos y de proyección internacional que ha realizado Corean del Sur, comprable a superproducciones del resto del mundo dentro del género.
Silmido (2003)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario