Cuando no hay perdedores
Por Master of Hate
Creo que todos habremos visto alguna película que gire entorno al tema del boxeo, y como referente probablemente lo primero que viene a la mente es la mítica “Rocky”. Pero tenemos que recordar que en Corea, muchas de las formulas de siempre viven en un eterno cuestionamiento, por este motivo “Crying Fist” es una película que va mucho mas allá de proyectar una historia mediante los hilos del melodrama para luego entregarnos “el héroe” bañado en sangre y sudor y lagrimas. El director, guionista y actor Ryu Seung-wan, creador de cintas como “Arahan” y “Die Bad”, consigue (en mi opinión) superar trabajos anteriores con su última cinta, que tiene un atractivo muy especial.
Choi Min-sik encarna a Gang Tae-shik un ex campeón mundial de boxeo, actualmente retirado, que vive un momento desastroso, puesto que su familia le abandona, y lo único que puede hacer es ganarse la vida dejándose golpear a cambio de dinero. Poco a poco, mujeres, estudiantes, y delincuentes se acercan para descargar su furia con el pobre Gang, que parece haber caído todo lo bajo que se puede. Golpeado, humillado y perseguido, llega el momento de rehabilitar su nombre y revivir sus días de gloria. A Gang, le queda una oportunidad para dejar toda su miseria atrás y demostrarle a todos, y a si mismo, lo que es capaz de hacer. Su regreso al cuadrilátero se convierte en su única salvación.
En la otra esquina tenemos a Ryu Seung-beom que interpreta a Yu Sang-hwan, un delincuente juvenil, que constantemente se ve envuelto en problemas con la ley. Finalmente es aprendido por la policía y sentenciado a prisión, en donde su fuerte carácter le causa severos conflictos con los demás reos. La muerte de su padre, le hace recapacitar y decide enmendar sus tantos errores cambiando de actitud y emprendiendo una carrera como boxeador. Su camino se torna complicado, pero su determinación le ayuda a llegar a las últimas instancias en donde le espera otro ganador con sed de victoria.
Inteligentemente, el director logra dividir al público presentado 2 historias muy conmovedoras, en donde los personajes desatan una lucha con el afán de borrar los errores del pasado y buscan afanosamente la gloria. La pelea final resulta muy significativa, no solo por el hecho de ser el clímax de toda la trama, si no porque lo más probable es que no haya un consenso con respecto a cual debería ser el ganador. Todo se torna en un asunto de “preferencias” puesto que es muy fácil simpatizar con ambos protagonistas. Todo nos guía hacia un final lleno de dramatismo, en el cual cada uno hará fuerza por su favorito.
Las actuaciones están garantizadas con el consagrado Choi Min-sik ("Oldboy", "Shiri") que sigue demostrando ser un profesional de primer nivel. Ryu Seung-beom ("Arahan", "Conduct Zero") hace lo propio junto a un elenco de actores muy destacados.
La manera que han tenido de rodar y editar las peleas, es sumamente interesante, no lucen todo lo espectacular que se podría esperar, pero resulta igualmente efectiva, y lo mas importante es que todo luce “real”. Esto sin duda ayuda a dejar palpable el sello personal del director, que no tiene problemas en prescindir de algunos artilugios aparentemente necesarios.
“Crying Fist” es un largometraje atractivo y altamente recomendado para los amantes de todo género.
Crying Fist (2005)
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