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The Shogun Samurai (1978)


Un camino repleto de crueldad
Por Fingolfin

Una filmografía increíblemente variada avala a Kinji Fukasaku. Desde la famosísima “Battle Royale” a la abstracta y extraña “Samurai Reencarnation”. Como casi siempre en estas películas, en “The Shogun Samurai” contamos con la presencia de Toshiro Mifune, que en ésta ocasión se ve eclipsado por las excelentes interpretaciones de Kinnosuke Nakamura o Hiroki Matsukata.

El segundo shogun es asesinado dejando un gran debate abierto sobre la identidad de su sucesor. Su hijo mayor y legítimo heredero es habitualmente despreciado por su fealdad y tartamudez, y el candidato de casi todos es Tadanaga, su hijo menor. El país se divide en dos facciones, seguidores de cada uno de los hermanos, y por detrás de todos está la conspiración de los sirvientes del emperador para someter a los samuráis y limitar su poder.

Sin duda, una de las mejores películas de samuráis que he visto jamás, no tanto por su ejecución visual como por su argumento y guión. La historia es realmente buena y se sabe llevar en todo momento de manera excelente. Se ponen de manifiesto muchos mas valores en los samuráis que los de la habilidad con su espada. Lo más importante para un samurai es el amor por su país, cada uno es capaz de sacrificar todo cuanto posee por alcanzar su objetivo. Ese es el carácter que impera en el film, “el sacrificio”.

La trama se enreda con montones de personajes y conspiraciones, y sin embargo en ningún momento resulta difícil de seguir. Todos y cada uno de los actores importantes tienen un gran desarrollo de su personalidad, y aparecen en el metraje prácticamente a partes iguales. Resulta sorprendente la sangre fría y la astucia con la que trabaja Yagyu, capaz de lo mejor y de lo peor, siempre buscando el beneficio de su señor. Así mismo, sería contradictorio considerar protagonista a Iemitsu (el heredero), ya que en realidad es una mera marioneta de Yagyu, por el que sabe que nunca sería traicionado.

La acción está presente en los momentos más oportunos del film, con coreografías bastante elegantes y fluidas. Podemos apreciar incluso bellas estrategias militares en el campo de batalla que harán las delicias de los amantes de la estética. Todo ello se ve acompañado de una banda sonora que comienza de forma excelente y que luego se sacrifica un poco en beneficio del conjunto.
Lo único que puede dar lugar a dudas es el final. Un final muy ambiguo que le da un toque de incertidumbre y misterio histórico. Dependerá del gusto de cada uno.

Por último decir que el amor también es un elemento presente en la película. Pero no un amor carnal entre el hombre y su mujer, sino un amor igualmente poderoso entre los vasallos y los señores que impresiona al espectador (nada más lejos de Gohatto…). No hace falta decir que es imprescindible para todo amante del cine samurai.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta película me encanta, no lo llamaría chambara, sino más bien Jidai-Geki, y creo que si tuviera que elegir, sería mi preferida.
Mención especial a Kinnosuke Nakamura, que es realmente escalofriante verlo en esos discursos, eheh, todo perfectamente protocolario.
Y bueno, que decir de Fukasaku, uno de mis directores preferidos, aunque tal vez puestos a elegir me quedaría con la saga "Yakuza Papers", en un género, bastante diferente y donde él se extendió más...

Anónimo dijo...

quiero ver esta pelicula pero no la encuentro completa