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Pisces (2000)


¿Locura o amor?
Por Master of Hate

Nunca dejan de sorprenderme las formulas usadas por los cineastas coreanos, que muchas veces corren riesgos peligrosos con el afán de otorgar algo nuevo al espectador. En esta ocasión se trata de “Pisces” el primer trabajo de Kim Hyung-tae. Grata sorpresa la que me he llevado, ya que el giro que da la película para salir de su propia trampa es, si no sobresaliente, por lo menos válido e ingenioso.

Ahora quisiera comentar qué me ha hecho darle una nota importante a este largometraje. Casi hasta la mitad de la película estuve algo dubitativo, y me sentí presa de la desesperación, porque no quedaba la menor duda de que un cuento romántico concebido de manera tan artificial, lleno de coincidencias y casualidades no resultaría nada atractivo. Habiendo perdido todas mis esperanzas, simplemente me resignaba a ver una historia de amor, desabrida, y digna de una escarapela de Hollywood. Sin embargo, para bien de todos, la historia se descarrila dando lugar a un giro que le permite resarcirse bastante bien, hasta el punto de resultar (a quienes lo quieran ver así) detractora de si misma (o de muchas otras que apelan a ese estilo).

Aeryun (Lee Mi-yeon) es la dueña de una tienda de videos llamada “Sad Movie” (curioso nombre), ella es una chica sencilla, alegre, hermosa y comprensiva. Busca el amor verdadero pacientemente, en su espera conoce a Dong-suk (Choi Woo-jae), un compositor y cantante que desea fervorosamente poder grabar su primer álbum. Ambos comparten muchas cosas en común y parecen entenderse a la perfección. Su encuentro parece obra del destino, pues posterior a su primera charla surge la química (un poco extraña) que hace prever su inminente enamoramiento. El amor incondicional, la bondad y la devoción de Aeryun parecieran ser suficientes como para conquistar el amor de Dong-suk, pero las cosas no van como deberían, al menos si tomamos en cuenta que tan rápido que parecían compaginar. Dong-suk no tiene planes de dejar a su novia, y pronto se harta de la insistencia de Aeryun, dejándola de lado, y borrando todo lazo que mantuvo con ella. Lo que viene, es lo que saca al film de su aparente sencillez y calma, desembocando en un final de gran impacto.

El 50% de la película es bastante tranquilo, no hay mayor emoción y quizás abusa un poco de la paciencia del espectador, que a esas alturas debe estar ya resignado a la potencial mediocridad del argumento. Pero ¡Oh sorpresa! la historia de amor no sigue ese ritmo tan soporoso y da lugar a algo que no se venía venir. No estoy diciendo que todo se torne en una película de acción o que se vuelva una comedia, sigue siendo una historia de amor, pero con una filosofía distinta, que sobrepasa los extremos. La trama se reconstruye siguiendo otra perspectiva y termina siendo más interesante, más hermosa y con un mejor resultado a la hora de expresar las emociones.

Definiría “Pisces” como un relato de amor típico y atípico, por lo que representan la división que marca su punto de inflexión. No es la fabula de almas solitarias en busca de amor, sin embargo, resulta una cinta acertada, con un guión algo engañoso, que antes de hacernos llegar a sus mejores momentos nos hace pasar por un lapso no muy alentador, a pesar de todo vale la pena y seria un gran acierto darle una oportunidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que me gustó de esta película es su particular giro de 180º que logra a mitad de su desarrollo, es algo muy interesante que no he visto hasta ahora con otros films. No tengo ningún reclamo que hacer desde el comienzo de la historia, sin embargo ya llegando al final no quedé muy conforme, no por la resolución en sí sino de la forma en que se logró. De todas formas es un film que llama la atención.