Mucho ruido pocas nueces
Por Master of Hate
El cine coreano se encuentra en un momento muy dulce y de mucha creatividad, lleno de genios, visionarios, y maestros consagrados; y no solo eso, ya que cuenta con la originalidad y medios suficientes para seguir creciendo. A pesar de esto, no esta libre de ciertas tentaciones que pueden descarriar los esfuerzos de algún cineasta. Me es difícil no pensar que el director Baek Woon-Hak ha tratado de debutar de manera espectacular, con una producción que pueda trascender fronteras y demostrar la capacidad de los recursos y medios con los que cuenta hoy el día el cine de Corea del Sur; curiosamente, Tube apenas si refleja una diminuta pagina del estado actual de este cine nuevo y cautivante.
Tomando como referente la imagen del cine de Hollywood, Tube ofrece grandes dosis de suspenso, acción y efectos especiales, pero esto no ha sido complementado con una historia inteligente. Básicamente tenemos a un grupo de terroristas que se apoderan de un tren subterráneo en Seoul, hay mucha gente en peligro y las autoridades se ven en una posición que no les permite actuar con eficacia. Finalmente, el conflicto encuentra una posible solución en las manos de un detective audaz y temerario. Lamentablemente todo se queda allí, es decir, una gran puesta en escena, imagen, acción, y el estereotipo del malo y del bueno.
Como anécdota quiero contar que llegue a esta película, gracias a la recomendación de un colega coreano que me afirmo que esta fue una de las grandes películas del 2003. No he de decir que sea una película para el olvido, pero en términos de originalidad tenemos un filme vació y sobrevalorado. Estéticamente bien lograda, esta película es recomendable siempre y cuando no esperemos un guión brillante y nos conformemos con la acción de occidente.
Tube (2003)
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