La fuerza del espíritu
Por Casandra
“Songhwan” narra la historia de un grupo de ciudadanos de Corea del Norte prisioneros en Corea del Sur, como resultado de la guerra entre las dos Coreas, entre los años 1950-1953. El documental muestra como se sometió a los prisioneros, en un intento por “convertirlos” para que abandonen su lealtad al régimen comunista. Muchos renunciaron, mientras que otros se negaron a abandonar su ideología y fueron recibidos como héroes luego de su repatriación.
El director Kim Dong-Won consiguió gran prestigio con esta película. “Songhwan” (distribuida en todo el mundo bajo el título de “Repatriation”) gozó de la atención de la crítica de su país y del exterior, y recibió el premio Freedom of Expression en el Festival de Sundance en Estados Unidos.
El proyecto comenzó en 1988, con la investigación de Kim Dong-Won. Entre 1992 y 2000 filmó a los prisioneros, siguiendo su lucha y los vaivenes políticos que impedían la repatriación. La cámara aparece como un intruso que registra las conversaciones del director con los protagonistas, sin alcanzar nunca la invisibilidad de la que muchos documentales presumen. Los testimonios se alternan con imágenes de archivo, mientras que el relato en off realizado por el director une los hechos.
Resulta interesante como Kim Dong – Won se compromete intelectual y afectivamente con los repatriados y su historia. Sus propuestas y conclusiones al presentar los testimonios nunca son taxativas ni cerradas. Elige analizar con profundidad el conflictivo proceso de reinserción de los repatriados, primero en el país que los tomó prisioneros y luego en su país de origen. Por otro lado, intenta poner de manifiesto la fuerza de voluntad y el espíritu que demostraron los prisioneros que no claudicaron en sus creencias. Sin embargo, no juzga a aquellos que abjuraron de su lealtad al comunismo, presentando a los protagonistas y a sus circunstancias particulares.
“Songhwan” no es sólo un documental, es una excelente película que muestra la historia de esos hombres que fueron objeto de la manipulación de ambas Coreas, focalizando en la fuerza de espíritu que los sostuvo a lo largo de 40 años encarcelados lejos de su patria. Es una película consistentemente narrada, con una investigación profunda que permite el análisis de la situación de los prisioneros, sin frases hechas ni golpes de efecto.
Songhwan (Repatriation) (2003)
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