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Hana-Bi (1997)


La continua búsqueda del mar
Por KeNJi-KuN

Un policía llamado Nishi, se enfrenta a la muerte de su hija, a la enfermedad terminal de su esposa, al drama de un compañero que ha quedado parapléjico en una redada y a un grupo de mafiosos que le siguen la pista. Por su esposa moribunda y su amigo en silla de ruedas deja la policía y atraca un banco. Todo para financiar sus últimos sueños.

“Hana-Bi” fue la obra que internacionalizó el cine de Takeshi Kitano a raíz de ganar el León de Oro en el Festival de Venecia de 1997. Sin duda, su mejor película hasta ese momento, y solo superada en su filmografía por “Dolls” bajo mi punto de vista. Como indica su título ‘Flores de Fuego’ (fuegos artificiales), se podría definir el film como la antítesis entre la muerte/fuego y la belleza/flores. No obstante la denominaré como un gran drama existencial.

Encontraremos todos los elementos habituales presentes en el cine de Kitano, la violencia paroxística, el personaje pétreo y taciturno, la música, el mar, los simbolismos, los tiempos muertos, los planos-medios-frontales-estáticos, y las pinceladas de humor ‘extraterrestre’. Todo ello con unas maneras y un pulso formidable, incluyendo la fantástica banda sonora de Jô Hisaishi, que nos hará disfrutar aun más de este lírico paseo en búsqueda del sentido de la vida, donde hablan las imágenes más que las palabras.

Destaca como siempre la fotografía y el montaje de primera mano y medido de Takeshi. Aparte del realizador, aparecen Kayoko Kishimoto, Ren Osugi y Susumu Terajima, dando la talla y fortaleciendo el conjunto. Comentar como anécdotas que la niña que aparece en el desenlace del film no es otra que Shoko Kitano, hija de Takeshi, y que todas las pinturas que veremos durante el metraje son a cargo del propio Kitano realizadas en el periodo comprendido entre su accidente de moto y la realización de ‘Hana-Bi’.

Puro cine de autor, quienes apuesten por ‘Hana-Bi’ encontrarán tanto una de las piedras más sólidas y con mayor peso en la filmografía del realizador nipón como una respuesta clara y contundente al por qué de su status.

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