Teo Gratias
Por Master of Hate
“Love so Divine” representa el primer trabajo de Heo In-mu como director. Dentro del género de la comedia romántica, ésta cinta no obtuvo el beneplácito de la crítica especializada y entre el público hubieron criterios de todo tipo. Gran parte de las expectativas estuvieron en el dúo protagónico, debido a que son figuras destacadas del cine surcoreano. Kwon Sang-woo (“Once Upon a Time in High School”, “My Tutor Friend”) y Ha Ji-won (“Sex is Zero”, “Phone”). Hay mucho que decir sobre esta película, cosas buenas y malas.
Kwon Sang-woo interpreta a Kim 'Pedro' Gyu-shik, a quien por comodidad llamare Pedro, simplemente. Pues bien, Pedro es un seminarista que esta a las puertas de convertirse en un sacerdote, sin embargo tras un atroz accidente en medio de una ceremonia, Pedro y su amigo Shin Seon-dal (Kim In-kwon) son castigados y tienen que prestar servicios comunitarios durante un mes en una iglesia en las afueras de la ciudad. Allí, Pedro conoce a Yan Yang Bong-hie (Ha Ji-won), sobrina del sacerdote del lugar, quien viene muy entusiasmada al encuentro de su novio. En un accidente, en plena iglesia, Pedro besa a Bong-hie involuntariamente; éste beso marca el principio de una relación bastante complicada, que a priori pareciera ser de mutuo rechazo, sin embargo, a medida que comparten más tiempo junto las cosas van cambiando.
La historia resulta muy ingeniosa y es que ciertamente tiene un gran potencial. El reparto es otro gran acierto y es que tanto Sang-woo y Jin-won han actuado en comedias anteriormente, con resultados brillantes. Entonces ¿Dónde esta el fallo? La primera pega viene a ser el guión que deja huérfano el argumento, debido a algunos de momentos que parecen estar únicamente de relleno. Y es necesario traer la lupa sobre dichas escenas que dejan bastante que desear por no decir absolutamente nada, cero comedia, cero contenido. Mención a parte tiene el número musical que se marcan los seminaristas, ya que no solo no dice nada, sino que me pareció de muy mal gusto.
Algo que puede ser otro latigazo a las aspiraciones del film, y que no pasa de ser una sospecha, es que se ha querido depender de la gracia y simpatía de los protagonistas para hacer funcionar la película. Ambos son rostros bonitos y actores que están de moda, pero es una lástima que se quiera hacer funcionar la historia en base a esas cualidades que se ven aisladas por la falta de originalidad. La inclusión de Kim In-kwon (aunque pudo hacer sido cualquier otro) dentro del reparto pareciera tener como misión inyectar una dosis de comedia, y a juzgar por los hechos, lo consigue parcialmente. Para terminar con lo negativo de “Love so Divine” diremos que no ofrece nada que no se haya visto antes, así que realmente no puede esperar demasiado de ella.
Dentro de las cosas buenas para resaltar, está el hecho de que tiene buenos momentos de comicidad que brindan una saludable dosis de risas y esparcimiento. Destaco la actuación de Sang-woo que parece más convincente en su papel y finalmente, aunque lo más probable es que no sea esa la intención, surge la interrogante de ¿Por qué los curas no se pueden casar? bueno hay que ir a los libros de historia entonces.
Amigos de las comedias románticas, tendrán 110 minutos de lo que están acostumbrados, ya que aquí no hay absolutamente nada nuevo, pero de todos modos eso no es impedimento para disfrutar con esta cinta. “Love so Divine” no cae en el grupo de las “no recomendables”, si acaso en el de las que flotan en el limbo y pueden encantar o pueden dejar cierto mal sabor por unos minutos, así que lo mejor es verla, por si las moscas.
Love so Divine (2004)
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