El último espectáculo en el coliseo
Por Fingolfin
“The Way of the Dragon” es un clásico entre los clásicos de las artes marciales, protagonizada y dirigida por el mas grande de los maestros: Bruce Lee, una de las pocas personas capaces de doblar su tamaño exhibiendo musculatura. Si mal no recuerdo fue mi primera película oriental hace ya algunos años.
Tang Lung (Bruce Lee) llega a Roma para ayudar a una amiga de la familia con problemas en su restaurante, fastidiada por la mafia italiana.
Todos creen que Tang Lung es un paleto (y cualquiera lo haría), pero demuestra su increíble habilidad para la lucha en cuanto se le presenta la oportunidad. Desde entonces, las cosas van a peor, y nuevos luchadores entraran en juego.
El efecto de Bruce Lee en Roma es igual que el de tantos otros que se han refugiado en su papel de paleto de pueblo para luego sorprender con su habilidad. Sin embargo Tang Lung y Bruce Lee llevan más lejos aun esta constante habitual. En todas sus películas nos deja alguna escena en la que huye de una mujer semidesnuda. Su actitud es incluso bastante cómica, ya que si recordamos, en sus films normalmente trata de mezclar acción y comedia.
Los combates si bien son de los que yo llamo de dar-y-recibir, en los que uno pega y el otro no se de defiende, siempre tienen un carácter publicitario de las artes marciales, utilizando para ello las armas mas tradicionales como son los nunchaku. En alguna que otra escena se trata de poner de manifiesto la superioridad de las técnicas chinas respecto a las japonesas.
Entre los “malvados”, además de un montón de macarras italianos vestidos de forma escandalosa y llenos de navajas, encontramos a personajes como Ing-Sik Whang o Robert Wall. Y por supuesto la aparición estelar de Chuck Norris (Colt en la película), mas conocido actualmente como Walker Texas Ranger, que aparece camuflado en un look años 70, y cuyo combate con Bruce Lee en el Coliseo Romano ante la mirada de un gato aun no ha sido olvidado (y hasta la fecha es la última escena rodada en ese escenario).
Como última curiosidad, todo el rodaje se hizo sin sonido, al que los actores después pusieron la voz.
“El Furor del Dragón” define perfectamente el estilo de los films de Bruce Lee, y sin ser la mejor de sus películas se ha convertido en la más conocida gracias a la fama actual de Chuck Norris. Un clásico del que todos habrán oído hablar, pero que no tantos se han decidido a ver.
El Furor del Dragón (1972)
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