Érase una vez…
Por Conri
Esta película me hizo entender un poco mas al cine japonés, y la verdad que me pareció extraordinaria en el sentido de cómo manejan las imágenes desde aquellos tiempos. Lamentablemente no se consigue alguna buena versión donde poder verla con una calidad decente ya que esta película se creía perdida hasta que la encontraron y le hicieron un tratamiento como para por lo menos poder verla y gracias a ello llego a mis manos y puedo comentárselas en este momento.
Kurutta Ippeji nos cuenta la historia de un custodio de un hospital psiquiátrico que empieza a sentir cosas extrañas por una interna. Esta interna ha sido recluida por el supuesto asesinato de su pequeño bebe, pero nada está dicho. Por el momento lo único que quiere el custodio es dejar en libertad a la mujer y escaparse con ella y así poder formar una nueva familia.
Esta película muda nos deja apreciar como ya desde los comienzos el cine japonés, éste se apropiaba de un genero diferente. La lluvia en conjunto con el agua toman un lugar principal en el comienzo del rodaje, ambas provocaban ansiedad, angustia y encierro a la protagonista ya que su hijo se ahogó.
Por lo que he leído sobre esta película dirigida por Teinosuke Kinugasa, es una especie de film experimental ya que podemos notar varias tomas y escenas en las cuales ya con el conocimiento que tenemos del cine y estando a acostumbrados a ver escenas y planos bastantes raros, nos sorprenden igual.
Interesante para quienes gustan de cosas extrañas, aunque tal vez haya varios momentos en los que no entenderemos lo que sucede y nos podremos aburrir un poco. Yo por mi parte se las recomiendo, es bueno ver los orígenes del cine que mas nos gusta y así mismo poder disfrutar de ella un rato.
Kurutta Ippeji (1926)
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