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Zatoichi at the Blood Fest [25] (1973)


La guinda al pastel
Por Fingolfin

“Zatoichi 25” fue la 6º y última dirección de Kimiyoshi Yasuda en la saga Zatoichi y en su carrera cinematográfica. Supuso el final de toda una era en las pantallas de Japón, poniendo fin a una saga que había dado al mundo 25 películas en 11 prolíficos años a cargo de algunos de los mejores directores del género. Hubo que esperar otros 16 años hasta que el personaje apareciera de nuevo, pero ya no fue lo mismo.

El espadachín decide volver a su pueblo natal después de pensárselo bastante. A su llegada parece que le dan un enorme recibimiento pero todo termina siendo un malentendido, por lo que visto el panorama decide marcharse de nuevo. Justo antes de irse, el destino quiere que se encuentre con la que podríamos considerar su hermana, proporcionándole un nuevo motivo para quedarse.

A esta sinopsis habría que añadirle el personaje de Shinbei, un viejo amigo de Zatoichi convertido en super-comerciante, que se aprovecha de los campesinos y está determinado a condenarlos a la hambruna. Recibe el apoyo de un magistrado corrupto que exige al pueblo más arroz del que establece la ley.

Después de mucho tiempo volvemos a conocer detalles del pasado del personaje y quizás sea el film donde más se nos muestra de su infancia. Se aloja en la casa donde vivió cuando era pequeño, nos cuenta quién fue la que lo crió (por lo que suponemos que era huérfano) y además convive con su hermanastra. El espadachín se deja caer en la nostalgia en muchas ocasiones, incluso deseando poder ver aquel lugar con sus propios ojos. Se nos dice también que andaba mal de la vista cuando era joven y que era un tema que preocupaba a su tutora. Sabíamos que no siempre había sido ciego, pero después de esta declaración hemos de entender que se trata de alguna enfermedad degenerativa de la vista o alguna otra deficiencia que en la época no pudiera curarse.

Al igual que en “Zatoichi in Desperation” la acción tarda mucho en llegar, desenvainando el masajista por primera vez allá por el minuto 40. Nada más hacerlo alguien pronuncia su nombre y desde ese momento disfrutaremos del Zatoichi más duro y salvaje de toda la serie, con algunas frases memorables.

Las coreografías combinan travelling laterales, cámaras fijas, primeros planos y prácticamente todas las formas de rodaje de combate que existen (algunas con mayor éxito que otras). Los movimientos son tan rápidos como de costumbre, pero con mucha mas fuerza y menos continuados, lo que permite al director ir mostrando los cadáveres y mutilaciones conforme se producen haciendo un abundante uso de la sangre.

El “monstruo final” (como se diría en lenguaje de videojuego), cada vez tiene menos de monstruo y menos de final, ya que apenas aparece más tiempo que el resto de extras y su combate dura apenas unos segundos. Sin embargo me dio tiempo a apreciar que basó su técnica de lucha en un intento de confundir los sentidos del masajista, moviendo la espada de forma confusa. Lástima que no se aprovechara más la idea.

El punto fuerte del film es el argumento, que se sitúa entre los 5 mejores de la filmografía. Aprovecho para homenajear a Yasuda el trabajo que hizo con Katsu en sus 6 películas, alcanzando su punto cumbre con “The Adventures of Zatoichi”. Difícilmente olvidable el final de la serie y su director.

3 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Gran personaje este samurai ciego. Como siempre a la hora de leer sobre cine oriental elijo este blog. Saludos!

Squareta dijo...

Saludos para ti tambien y gracias por elegirnos, jeje.

John Trent dijo...

Joder, pues no tengo que apuntar películas para descarga inmediata ni nada…
En cuanto tenga ADSL en mi casa de nuevo me pondré como loco a bajar películas de estas, que algunas pintan bastante bien. Hasta entonces pocas puedo comentar, porque desconozco o no he visto la mayoría.