Entre las tradiciones y el amor
Por Casandra
La feliz vida de la familia de Yash (Amitabh Bachchan) y Nandini (Jaya Badhuri) se ve perturbada cuando su hijo Rahul (Shahrukh Khan) se enamora de Anjali (Kajol), una joven de familia humilde. Desafiando a su padre y a sus tradiciones, Rahul se casa con Anjali, y al hacerlo es separado de la familia. Años después, su hermano Rohan (Hrithik Roshan) tratará de reunirlos nuevamente. Karan Johar, director de “Kal Ho Naa Ho” (2003) y “Kabhi Alvida Naa Kehna” (2006), nos presenta un drama familiar, con su habitual toque para retratar y transmitir las emociones de los personajes.
“Kabhi Khushi Kabhie Gham” fue un éxito arrasador en la taquilla en el momento de su estreno. Y no es para menos, considerando el reparto y la solvencia del director y los rubros técnicos.
Como en toda gran producción de Bollywood, la puesta en escena es espectacular. El film posee un importante despliegue de vestuario y escenografía. Los números musicales cumplen la expectativa del público, con canciones pegadizas y coreografías complejas con excelentes bailarines.
Las actuaciones son destacables, en especial en el caso de Shahrukh Khan y Kajol. La química entre Kajol y Shahrukh Khan es uno de los puntales que sostienen el film, y que desde 1992 con “Baazigar” ha ido creciendo en películas como “Karan Arjun” (1993), “Dilwale Dulhania Le Jayenge” (1996) y “Kuch Kuch Hota Hai” (1998). Tal vez por ello el interés del espectador decae cuando en la segunda parte, el devenir de la historia se centra en Hrithik Roshan y Kareena Kapoor. Khan y Kajol poseen un excelente timing para la comedia, y además de cantar y bailar, logran emocionar en las escenas dramáticas.
Los personajes de Rohan (Hrithik Roshan) y Pooja (Kareena Kapoor) están dibujados con trazo mucho más grueso por los actores que los interpretan. Del grupo protagónico, la única que no está a la altura es Kareena Kapoor por cierta tendencia a la exageración en el modo de hablar y de los gestos.
Por otro lado, Amitabh Bachchan ofrece un trabajo efectivo, mientras que Jaya Badhuri se luce en el personaje de la madre que lucha por reunir a su familia. Rani Mukherji tiene una breve y fundamental aparición como la novia elegida para Rahul por su padre.
El guión de Shenna Parikh trata de comunicar cierta normativa al construir un discurso en favor de la familia como institución y de la patria (India) para aquellos que emigraron de su país y viven de acuerdo a costumbres ajenas. La historia de esta familia intenta señalar la necesidad de preservar las raíces, aún cuando en la película el amor redime a quienes transgreden esa ley.
“Kabhi Khushi Kabhie Gham” es una gran película. Gracias a la precisión y al oficio del director Karan Johar y del guión, los 210 minutos de duración se disfrutan a través de las “risas y lágrimas” que promete el título del film. Johar maneja con soltura los momentos cómicos y los dramáticos, y el sólido elenco ofrece interpretaciones memorables.
“Kabhi Khushi Kabhie Gham” fue un éxito arrasador en la taquilla en el momento de su estreno. Y no es para menos, considerando el reparto y la solvencia del director y los rubros técnicos.
Como en toda gran producción de Bollywood, la puesta en escena es espectacular. El film posee un importante despliegue de vestuario y escenografía. Los números musicales cumplen la expectativa del público, con canciones pegadizas y coreografías complejas con excelentes bailarines.
Las actuaciones son destacables, en especial en el caso de Shahrukh Khan y Kajol. La química entre Kajol y Shahrukh Khan es uno de los puntales que sostienen el film, y que desde 1992 con “Baazigar” ha ido creciendo en películas como “Karan Arjun” (1993), “Dilwale Dulhania Le Jayenge” (1996) y “Kuch Kuch Hota Hai” (1998). Tal vez por ello el interés del espectador decae cuando en la segunda parte, el devenir de la historia se centra en Hrithik Roshan y Kareena Kapoor. Khan y Kajol poseen un excelente timing para la comedia, y además de cantar y bailar, logran emocionar en las escenas dramáticas.
Los personajes de Rohan (Hrithik Roshan) y Pooja (Kareena Kapoor) están dibujados con trazo mucho más grueso por los actores que los interpretan. Del grupo protagónico, la única que no está a la altura es Kareena Kapoor por cierta tendencia a la exageración en el modo de hablar y de los gestos.
Por otro lado, Amitabh Bachchan ofrece un trabajo efectivo, mientras que Jaya Badhuri se luce en el personaje de la madre que lucha por reunir a su familia. Rani Mukherji tiene una breve y fundamental aparición como la novia elegida para Rahul por su padre.
El guión de Shenna Parikh trata de comunicar cierta normativa al construir un discurso en favor de la familia como institución y de la patria (India) para aquellos que emigraron de su país y viven de acuerdo a costumbres ajenas. La historia de esta familia intenta señalar la necesidad de preservar las raíces, aún cuando en la película el amor redime a quienes transgreden esa ley.
“Kabhi Khushi Kabhie Gham” es una gran película. Gracias a la precisión y al oficio del director Karan Johar y del guión, los 210 minutos de duración se disfrutan a través de las “risas y lágrimas” que promete el título del film. Johar maneja con soltura los momentos cómicos y los dramáticos, y el sólido elenco ofrece interpretaciones memorables.
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