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Across The Years (2007)


Triste pasar del tiempo
Por Master of Hate

No todos los días un director de cine llega al centenar de películas dirigidas; sin embargo así lo ha hecho Im kwon-taek, que hoy por hoy es, merecidamente, uno de los padres del cine coreano. De su basta filmografía es indispensable rescatar dos obras de enorme importancia como son “Chunhyang” y “Sopyonje”. En el caso de esta última, la conexión con “Across the Years” es directa ya que viene a ser una secuela de la popular cinta de 1993. Entonces, la trágica historia de los dos jóvenes huérfanos criados por un cantante de pansori continúa, esta vez enfocándose más en su silencioso amor y en el difícil camino que tiene que recorrer para volver a encontrarse nuevamente.

Es indudable que esta obra, al igual que ocurrió con “Sopyonje” requiere de un mínimo de conocimiento sobre el arte del pansori; no es que sea imposible seguir la trama o la historia se torne confusa, pero con tal sólo poseer un poco de información con respecto al tema, las probabilidades de apreciar y sentir mayor interés por el filme se incrementarán. No está por demás mencionar que algo que sí es necesario para comprender completamente “Across the Years” es visionar previamente “Sopyonje”

Im kwon-taek hace uso de todos sus conocimientos en el campo para crear una cinta excelente desde el punto de vista cinematográfico. La historia refleja en gran parte el espíritu y sentimiento de su predecesora, aunque es obvio que no ofrece nada realmente nuevo, más bien profundiza en uno de ellos: el amor. Por este lado, es quizás más sencillo tomar a esta “Across The Years” como un tributo a esa película del 93 que dio a conocer al mundo una de las artes más representativas de Corea.

Las actuaciones, tanto de Oh Jung-hae como de Jo Jae-hyeon (“The Romance” “Mokpo the Harbor”) son excelente, sobretodo en el caso de Oh Jung-hae que repite su papel de Songhwa. En general, el ritmo de la cinta es muy consistente, enfocándose en la melancolía de los actores, el pasar del tiempo, los bellos paisajes y el amor; todo se moldea a son de profundas melodías y emotivos cantos. El director sigue el mismo estilo narrativo de “Sopyonje” es decir, la historia se estructura en base a números flashbacks que desvelan los acontecimientos posteriores a la separación de los protagonistas.

Ahora, es cierto que la película consigue recrear muchos de los buenos momentos de “Sopyonje”, y se puede hablar de una secuela muy decente con una deliciosa fotografía y memorable música. Pero también hay que reconocer que se trata de un trabajo que basa su concepto en una obra consagrada y que no ofrece nada distinto. En otras palabras, es un filme para aquellos que sienten afecto por la idea original y por los mismos personajes. Así mismo, la historia de amor que se representa no es precisamente la más dramática, ni la más juvenil, por lo que no es recomendable para quienes buscan algo más acorde a los tiempos modernos o acorde a los dramas coreanos de los últimos años.

Finalmente, y pese a las limitaciones que pueda tener la cinta, creo fielmente que la película es una secuela digna que se convierte en un pretexto para ver “Sopyonje” una vez más, y en el caso de aquellos que aún no la han visto, verla por primera vez.

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