El contagio mortal
Por Squareta
En 1996 Herman Yau aparece con otra cinta para el recuerdo, aunque sin los aires frescos de la primera. Se trata de “Ebola Síndrome”, película que mezcla el humor con los excesos, aunque esta vez sin dramatismo de por medio.
Nos situamos en Hong Kong en el año 1986. Aquí vive Kai, un hombre a quien se le ha descubierto la infidelidad que mantenía con la esposa de su jefe. Para salvarse de la paliza y posible muerte decide eliminar con todas las pruebas, en otras palabras, matar a todas las personas que lo vieron. Dicho y hecho, decidió escaparse hacia Sudáfrica, donde se ganará la vida como empleado de un restaurante chino. En un viaje de rutina con su nuevo jefe en busca de carne se contagia con virus ébola. Sin embargo, el mortal virus no acabó con su vida y paso a ser uno de esos extraños casos en que es inmune y portador del virus. Sin tener idea de esto, continuará normalmente con su vida, esparciendo el virus por todo el mundo.
Durante su transcurso se pueden ver interesantes elementos, como la alusión constante a la discriminación de los blancos en contra de los orientales y también el punto de vista que les dan a la tribu zulú.
Buscando similitudes con Untold Story se pueden encontrar bastantes. Primero, están los mismos excesos que hicieron de Untold Story una película de culto: las numerosas muertes, el sexo, lo grotesco y el humor negro. Incluso hay una escena en el restaurante que es muy similar. También están presentes los policías, aunque esta vez no se enfocan en ellos, sino en una sobreviviente de Kai, que busca atraparlo para saldar la deuda.
En el papel principal, de nuevo tenemos a Anthony Wong Chau-Sang haciendo de lunático asesino. El resto de los personajes no son sólo orientales, sino que también están estadounidenses y sudafricanos. El idioma inglés es muy utilizado, así también como los paisajes de Sudáfrica, la civilizada y salvaje.
Resulta igual de entretenida que la anterior y también de visionado obligado. Son esas películas un tanto traumantes que no todos pueden aguantar pero que en realidad se les puede sacar un poco más que entretención garantizada. Más divertida y efectiva, pero menos novedosa que Untold Story.
Nos situamos en Hong Kong en el año 1986. Aquí vive Kai, un hombre a quien se le ha descubierto la infidelidad que mantenía con la esposa de su jefe. Para salvarse de la paliza y posible muerte decide eliminar con todas las pruebas, en otras palabras, matar a todas las personas que lo vieron. Dicho y hecho, decidió escaparse hacia Sudáfrica, donde se ganará la vida como empleado de un restaurante chino. En un viaje de rutina con su nuevo jefe en busca de carne se contagia con virus ébola. Sin embargo, el mortal virus no acabó con su vida y paso a ser uno de esos extraños casos en que es inmune y portador del virus. Sin tener idea de esto, continuará normalmente con su vida, esparciendo el virus por todo el mundo.
Durante su transcurso se pueden ver interesantes elementos, como la alusión constante a la discriminación de los blancos en contra de los orientales y también el punto de vista que les dan a la tribu zulú.
Buscando similitudes con Untold Story se pueden encontrar bastantes. Primero, están los mismos excesos que hicieron de Untold Story una película de culto: las numerosas muertes, el sexo, lo grotesco y el humor negro. Incluso hay una escena en el restaurante que es muy similar. También están presentes los policías, aunque esta vez no se enfocan en ellos, sino en una sobreviviente de Kai, que busca atraparlo para saldar la deuda.
En el papel principal, de nuevo tenemos a Anthony Wong Chau-Sang haciendo de lunático asesino. El resto de los personajes no son sólo orientales, sino que también están estadounidenses y sudafricanos. El idioma inglés es muy utilizado, así también como los paisajes de Sudáfrica, la civilizada y salvaje.
Resulta igual de entretenida que la anterior y también de visionado obligado. Son esas películas un tanto traumantes que no todos pueden aguantar pero que en realidad se les puede sacar un poco más que entretención garantizada. Más divertida y efectiva, pero menos novedosa que Untold Story.