Gradualmente y con medias tintas
Por Casandra
“Ahista Ahista”, es la ópera prima de Shivam Nair, quien tiene más de doce años de experiencia en la televisión como camarógrafo, editor y director. Producida con un exiguo presupuesto, en comparación con los estándares de Bollywood, Nair construye una pequeña historia que oscila entre los clichés del cine comercial y ciertas elecciones que lo alejan de él.
Este drama romántico cuenta la historia del encuentro entre Ankush (Abhay Deol), un joven humilde que se gana la vida oficiando como testigo en bodas, y Megha (Soha Ali Khan), una muchacha que huye de su hogar en Nainital para casarse con su novio Dheeraj. La ausencia de Dheeraj el día del casamiento desengaña a Megha y a partir de entonces pone su atención en Ankush. Gradualmente (eso señala el título del film) se entabla una relación entre ellos que se verá desafiada por el destino.
Los números musicales son algo precarios, y se enmarcan en el terreno de los sueños. La repetición de este recurso a lo largo del film redunda en una pérdida de eficacia del elemento musical. Por otro lado, el leitmotiv musical no tiene la fuerza y el ritmo necesario, algo que también le ocurre a Soha Ali Khan. Su actuación demuestra más carencias que virtudes, incluso durante los cuadros musicales, donde se limita a caminar alrededor de su co-protagonista. Es Abhay Deol quien lleva adelante el film, en tanto se convierte en el personaje principal de la historia, así como también por su trabajo actoral. Abhay Deol le otorga a su personaje una dosis de realismo nada habitual en las películas del cine comercial de la India.
Si la inclusión del elemento musical parece querer acercar al film a los estándares del cine comercial, otros aspectos del guión y del tratamiento de la imagen lo alejan contundentemente. El acierto del director son aquellos momentos en que el tono es más intimista, siempre ligados a la muy buena actuación de Abhay Deol. El problema que presenta el film es que Shivam Nair no logra deshacerse por completo de los lugares comunes del cine bollywoodense tradicional, produciendo un descenlace un poco abrupto.
Poco afortunada en el momento de su estreno en la taquilla, el juicio a Shayan Munshi (el actor que interpreta a Dheeraj) por el asesinato de una joven puso a “Ahista Ahista” en el centro de una polémica que poco tenía que ver con lo cinematográfico.
En síntesis, podemos decir que “Ahista Ahista” es un film desparejo, con un buen punto de partida que luego pierde fuerza y claridad en el desarrollo. A pesar de esto, es interesante ver un cine hecho en los márgenes del cine comercial, sin grandes estrellas y con otras pretensiones además del entretenimiento.
Este drama romántico cuenta la historia del encuentro entre Ankush (Abhay Deol), un joven humilde que se gana la vida oficiando como testigo en bodas, y Megha (Soha Ali Khan), una muchacha que huye de su hogar en Nainital para casarse con su novio Dheeraj. La ausencia de Dheeraj el día del casamiento desengaña a Megha y a partir de entonces pone su atención en Ankush. Gradualmente (eso señala el título del film) se entabla una relación entre ellos que se verá desafiada por el destino.
Los números musicales son algo precarios, y se enmarcan en el terreno de los sueños. La repetición de este recurso a lo largo del film redunda en una pérdida de eficacia del elemento musical. Por otro lado, el leitmotiv musical no tiene la fuerza y el ritmo necesario, algo que también le ocurre a Soha Ali Khan. Su actuación demuestra más carencias que virtudes, incluso durante los cuadros musicales, donde se limita a caminar alrededor de su co-protagonista. Es Abhay Deol quien lleva adelante el film, en tanto se convierte en el personaje principal de la historia, así como también por su trabajo actoral. Abhay Deol le otorga a su personaje una dosis de realismo nada habitual en las películas del cine comercial de la India.
Si la inclusión del elemento musical parece querer acercar al film a los estándares del cine comercial, otros aspectos del guión y del tratamiento de la imagen lo alejan contundentemente. El acierto del director son aquellos momentos en que el tono es más intimista, siempre ligados a la muy buena actuación de Abhay Deol. El problema que presenta el film es que Shivam Nair no logra deshacerse por completo de los lugares comunes del cine bollywoodense tradicional, produciendo un descenlace un poco abrupto.
Poco afortunada en el momento de su estreno en la taquilla, el juicio a Shayan Munshi (el actor que interpreta a Dheeraj) por el asesinato de una joven puso a “Ahista Ahista” en el centro de una polémica que poco tenía que ver con lo cinematográfico.
En síntesis, podemos decir que “Ahista Ahista” es un film desparejo, con un buen punto de partida que luego pierde fuerza y claridad en el desarrollo. A pesar de esto, es interesante ver un cine hecho en los márgenes del cine comercial, sin grandes estrellas y con otras pretensiones además del entretenimiento.
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