Armonía familiar
Por Fingolfin
Imaginad por un momento que tenéis que hacer una película sobre una familia prototipo: padre, madre, hijo, hija. Ahora dejad volar la imaginación y transformad esa familia en la mayor aberración de convivencia social y dignidad moral. Seguramente el resultado obtenido ni se acercará a esta obra maestra del afamado Takashi Miike.
La sinopsis podemos reducirla a la descripción de esos 4 personajes. El padre es un periodista atareado con su reportaje “La juventud de hoy”, que para conseguir un buen video es capaz de tener relaciones sexuales con su hija y grabar como abusan de su hijo los compañeros de clase.
La madre es coja (algo en lo que ha tenido mucho que ver su hijo) y al igual que Fujiko (hija) es prostituta, solo que ella lo hace para comprar drogas y la otra para sobrevivir después de marcharse de casa. El hijo reduce su papel a recibir humillaciones de sus amigos y a pegar a su madre con su exquisita colección de fustas.
Atendiendo a las críticas que se han hecho de esta película podríamos distinguir entre 3 grupos distintos de espectadores. En primer lugar estarían los puristas, que la consideran una barbaridad que censurarían de principio a fin si de ellos dependiera. Luego estarían aquellos que simplemente buscan cosas impactantes y han encontrado una mina en este film. Finalmente los que más la han valorado, cinematográficamente hablando, son los que miran a través de las imágenes y mas allá, reconociendo una importante crítica social bañada de un humor negro al más puro estilo de Camilo José Cela (que también tenía su familia feliz en los Pascual Duarte).
Desde el principio se nos deja claro de qué va la cosa. Jamás ninguna película tuvo un fotograma capaz de hacer abandonar una sala de cine entera o de apagar la televisión de una casa. Ese fotograma es la primera imagen de “Visitor Q” y dice literalmente: “¿Alguna vez lo has hecho con tu padre?”. La técnica se repite en dos ocasiones más con un resultado no menos impactante.
Este film es susceptible de mitificación por parte de todos aquellos que no la han visto y se dedican a buscar información para comentar con los amigos lo que es capaz de hacer un director por llamar la atención (mi caso). Encontraran frases del estilo “ordeñan a la madre”, “el padre practica necrofilia”…etc, que no son más que descripciones poco fieles de lo que está pasando en escena. No es un drama o una película seria donde todo eso puede tener un desarrollo brutal, sino que es una comedia negra, acompañada de música extremadamente cursi, que continuamente saca las más sinceras carcajadas del espectador.
Llevo 5 párrafos y…¿dónde está el visitor Q? El visitor Q es el elemento que rompe la “armonía” familiar e interactúa con los personajes llevándolos más aún al límite y finalmente arrebatando lo humano de casi todos ellos (especialmente del padre). Su inclusión en la familia es de lo más curioso, e incito a sus detractores a considerarla algo humorístico y no algo forzado.
Cualquier otra cosa que les diga no va a servir para ilustrar en absoluto lo que tenemos en este film. Es difícil describir el ambiente alegre, activo y tremendamente real que rodea “Visitor Q”. No conviene olvidar que la mitad de las escenas son de cámara digital, que apenas tiene créditos iniciales y que el formato es PAL. Consejo: veanla.
La sinopsis podemos reducirla a la descripción de esos 4 personajes. El padre es un periodista atareado con su reportaje “La juventud de hoy”, que para conseguir un buen video es capaz de tener relaciones sexuales con su hija y grabar como abusan de su hijo los compañeros de clase.
La madre es coja (algo en lo que ha tenido mucho que ver su hijo) y al igual que Fujiko (hija) es prostituta, solo que ella lo hace para comprar drogas y la otra para sobrevivir después de marcharse de casa. El hijo reduce su papel a recibir humillaciones de sus amigos y a pegar a su madre con su exquisita colección de fustas.
Atendiendo a las críticas que se han hecho de esta película podríamos distinguir entre 3 grupos distintos de espectadores. En primer lugar estarían los puristas, que la consideran una barbaridad que censurarían de principio a fin si de ellos dependiera. Luego estarían aquellos que simplemente buscan cosas impactantes y han encontrado una mina en este film. Finalmente los que más la han valorado, cinematográficamente hablando, son los que miran a través de las imágenes y mas allá, reconociendo una importante crítica social bañada de un humor negro al más puro estilo de Camilo José Cela (que también tenía su familia feliz en los Pascual Duarte).
Desde el principio se nos deja claro de qué va la cosa. Jamás ninguna película tuvo un fotograma capaz de hacer abandonar una sala de cine entera o de apagar la televisión de una casa. Ese fotograma es la primera imagen de “Visitor Q” y dice literalmente: “¿Alguna vez lo has hecho con tu padre?”. La técnica se repite en dos ocasiones más con un resultado no menos impactante.
Este film es susceptible de mitificación por parte de todos aquellos que no la han visto y se dedican a buscar información para comentar con los amigos lo que es capaz de hacer un director por llamar la atención (mi caso). Encontraran frases del estilo “ordeñan a la madre”, “el padre practica necrofilia”…etc, que no son más que descripciones poco fieles de lo que está pasando en escena. No es un drama o una película seria donde todo eso puede tener un desarrollo brutal, sino que es una comedia negra, acompañada de música extremadamente cursi, que continuamente saca las más sinceras carcajadas del espectador.
Llevo 5 párrafos y…¿dónde está el visitor Q? El visitor Q es el elemento que rompe la “armonía” familiar e interactúa con los personajes llevándolos más aún al límite y finalmente arrebatando lo humano de casi todos ellos (especialmente del padre). Su inclusión en la familia es de lo más curioso, e incito a sus detractores a considerarla algo humorístico y no algo forzado.
Cualquier otra cosa que les diga no va a servir para ilustrar en absoluto lo que tenemos en este film. Es difícil describir el ambiente alegre, activo y tremendamente real que rodea “Visitor Q”. No conviene olvidar que la mitad de las escenas son de cámara digital, que apenas tiene créditos iniciales y que el formato es PAL. Consejo: veanla.
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