Sacrificio Absoluto
Por Fingolfin
“Demon Spies” (título internacional traducido literalmente) está dirigida por Takashi Tsuboshima y protagonizada por actores sin demasiada fama. El film abre de forma desconcertante, haciéndonos pensar en una historia Kaidan de un lugar secreto habitado por niños asesinos con máscaras de diablos. Enseguida la tónica cambia por completo, metiéndonos de lleno en una interesante historia de ninjas y sacrificio.
Los Oniwaban son ninjas dedicados por entero a su misión de mantener la paz en el país. Sus vidas no tienen ningún significado y todos pueden ser prescindibles en caso de ser necesario. El entrenamiento dura 10 años y comienza en la niñez, viviendo como una autentica secta con todo tipo de prácticas de ataque, defensa y sexo (el cuerpo como arma). Una vez finalizada esa etapa, 5 de los 60 que comenzaron son los elegidos para impedir la revuelta en Kishu, donde se han comprado multitud de armas de fuego extranjeras que son guardadas en una armería secreta.
Podíamos comparar la parte de entrenamiento con la película “Azumi”, donde la última prueba nos dejó a más de uno con la boca abierta. Sin embargo “Oniwaban” la pone al nivel de un divertido juego infantil, ya que el estricto código de los ninjas-demonio contiene todo tipo de barbaridades inimaginables. Pensaba comentar algunas de ellas pero prefiero dejar despertar la curiosidad del lector.
Como es habitual en esta época tenemos nuestras escenas de ligero contenido sexual. Al principio del film la única chica del grupo tendrá el gusto/desgracia de poner su cuerpo a disposición de todos los discípulos para poder usarlo libremente en su misión (algo así como en “Naked Weapon”). En el metraje aparecen varias mujeres semidesnudas, solo que en esta ocasión no es de forma tan gratuita como en otros films contemporáneos. Mención especial para los dos profesores que hacen una magnifica representación de sexo en Kabuki.
La acción tarda en aparecer pero lo hace con calidad, con muy buenos movimientos ninja y sin necesidad de utilizar efectos especiales de los que suelen estropear la estética del género. Las coreografías son rápidas y normalmente terminan en amputaciones o cortes de los que dejan salir chorros de interminable sangre.
Ahora es el momento de decir que la película me ha gustado bastante. El argumento gana fuerza por un solo personaje: Yokobue Shogen (el rival). Es de las pocas que presentan un enemigo tan digno, que pese a las numerosísimas e increíbles estratagemas de los Oniwaban, nunca llega a dejarse engañar y se mantiene alto y poderoso hasta el último momento.
La verdad es que es de las que tengo que recomendar a todo el mundo. Por supuesto no es una obra maestra, pero sí son 87 minutos de puro entretenimiento con una trama muy interesante y cuidada.
Los Oniwaban son ninjas dedicados por entero a su misión de mantener la paz en el país. Sus vidas no tienen ningún significado y todos pueden ser prescindibles en caso de ser necesario. El entrenamiento dura 10 años y comienza en la niñez, viviendo como una autentica secta con todo tipo de prácticas de ataque, defensa y sexo (el cuerpo como arma). Una vez finalizada esa etapa, 5 de los 60 que comenzaron son los elegidos para impedir la revuelta en Kishu, donde se han comprado multitud de armas de fuego extranjeras que son guardadas en una armería secreta.
Podíamos comparar la parte de entrenamiento con la película “Azumi”, donde la última prueba nos dejó a más de uno con la boca abierta. Sin embargo “Oniwaban” la pone al nivel de un divertido juego infantil, ya que el estricto código de los ninjas-demonio contiene todo tipo de barbaridades inimaginables. Pensaba comentar algunas de ellas pero prefiero dejar despertar la curiosidad del lector.
Como es habitual en esta época tenemos nuestras escenas de ligero contenido sexual. Al principio del film la única chica del grupo tendrá el gusto/desgracia de poner su cuerpo a disposición de todos los discípulos para poder usarlo libremente en su misión (algo así como en “Naked Weapon”). En el metraje aparecen varias mujeres semidesnudas, solo que en esta ocasión no es de forma tan gratuita como en otros films contemporáneos. Mención especial para los dos profesores que hacen una magnifica representación de sexo en Kabuki.
La acción tarda en aparecer pero lo hace con calidad, con muy buenos movimientos ninja y sin necesidad de utilizar efectos especiales de los que suelen estropear la estética del género. Las coreografías son rápidas y normalmente terminan en amputaciones o cortes de los que dejan salir chorros de interminable sangre.
Ahora es el momento de decir que la película me ha gustado bastante. El argumento gana fuerza por un solo personaje: Yokobue Shogen (el rival). Es de las pocas que presentan un enemigo tan digno, que pese a las numerosísimas e increíbles estratagemas de los Oniwaban, nunca llega a dejarse engañar y se mantiene alto y poderoso hasta el último momento.
La verdad es que es de las que tengo que recomendar a todo el mundo. Por supuesto no es una obra maestra, pero sí son 87 minutos de puro entretenimiento con una trama muy interesante y cuidada.
1 comentario:
Me parece interesante el nombre y el cartel. Saludos!
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